En los últimos días, varios hechos que involucran a tres delincuentes fugados de la ley han ocupado los principales titulares de los medios de comunicación.
Los chats revelados por Fiscalía, en el caso Metástasis, abren una puerta para conocer cómo Leandro Norero Tigua, capo del narcotráfico asesinado en la cárcel, y Xavier Jordán, prófugo por el caso de corrupción en los hospitales durante la pandemia, armaron una fuerte vigilancia a Fernando Villavicencio.
El diario Daily Mail del Reino Unido publicó el pasado domingo 19 de marzo un amplio reportaje sobre el tráfico de cocaína desde Ecuador a Europa. El rotativo puso en el centro de la noticia las acciones del líder ecuatoriano Carlos alias “el diablo”, principa, operador de la mafía albanesa, que se encarga de transportar cocaína por los puertos públicos y privados de la provincia del Guayas.
Las fotografías del empresario prófugo Xavier Jordán con el asambleísta de UNES, Ronny Aleaga tomadas en Miami, Estados Unidos en abril de este año, desencadenaron una serie de hechos que rayan en el narcotráfico, la corrupción de los hospitales y la investigación de enriquecimiento ilícito contra el ex presidente Lenín Moreno y sus supuestos testaferros denunciados en el caso Ina Papers.
Tenía 29 cuentas en el sistema financiero del Ecuador. No solo a su nombre, sino de al menos seis empresas y de su pareja. También poseía vínculos en Panamá, Estados Unidos y varios países de Europa. Pero Leandro Antonio Norero Tigua, además, “mostraba poder en las entidades públicas del Ecuador. Tenía contactos a todo nivel”, comenta uno de los investigadores de la Policía Nacional, tanto que en su equipo de abogados está una exfiscal de Antinarcóticos; y tenía contratos con un GAD Municipal para la construcción de varias obras.
Los contratos se constituyeron en acuerdos que celebraron el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Inclusión Social y la propia UNA; lo mas grave es que uno de los accionistas, Pedro Bejarano Alvarado, fue señalado como líder del llamado cartel Andino, un grupo narco conocido en Perú y por el que Interpol emitió una orden de detención.
Carozeli además recibió contratos de insumos médicos en pandemia con el Ministerio de Salud que los incumplió.
Aquí la historia: