Fernando Villavicencio Valencia2 febrero, 201649min
La lógica ordenaba que la millonaria inversión para la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas - USD 1500 millones - deje como resultado una planta que contamine menos y produzca más combustibles limpios. La lógica de todos no es la lógica revolucionaria: hoy, se sigue contaminando, con normativa de por medio, dejando la deuda pendiente con el medio ambiente. Y eso que Correa quiere una corte penal internacional que juzgue a todos aquellos que siguen ensuciando el planeta.