REFINERÍA ESMERALDAS, EL AZUFRE GANÓ LA BATALLA



REFINERÍA ESMERALDAS, EL AZUFRE GANÓ LA BATALLA

Fernando Villavicencio Valencia2 febrero, 201649min5864
Fernando Villavicencio Valencia2 febrero, 201649min5864
RE-LF1
La lógica ordenaba que la millonaria inversión para la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas - USD 1500 millones - deje como resultado una planta que contamine menos y produzca más combustibles limpios. La lógica de todos no es la lógica revolucionaria: hoy, se sigue contaminando, con normativa de por medio, dejando la deuda pendiente con el medio ambiente. Y eso que Correa quiere una corte penal internacional que juzgue a todos aquellos que siguen ensuciando el planeta.

UN DESAFÍO A LA CONTAMINACIÓN

“¡El planeta ya no aguanta más!”, exclamó indignado el presidente Rafael Correa, ante los miembros de la conferencia del clima (COP21) en París en noviembre de 2015, donde propuso crear una “corte internacional de justicia ambiental”, para sancionar los “atentados” contra el medio ambiente. Pocos días después del conmovedor discurso, entró en operación la repotenciada y rehabilitada Refinería Estatal de Esmeraldas (REE), uno de los proyectos más costosos y emblemáticos del régimen (USD 1500 millones), orientado a producir combustibles ambientalmente “amigables“, de bajo contenido de azufre y benceno, en armonía con la norma Euro 5, reconocida por el régimen.

El presidente Rafael Correa, pidió conformar una Corte Internacional Ambiental, para sancionar los delitos contra el medio ambiente.

La norma europea tenía una razón de ser, considerando que la Constitución de Ecuador –calificada como el evangelio de los derechos de la naturaleza- consagraba la supremacía del ser humano y la naturaleza sobre el capital. Así, los proyectos de rehabilitación de las refinerías existentes y la construcción del Complejo Petroquímico del Pacífico, nacieron a la luz de ese potente faro ambientalista, diseñado desde el año 2008. En esa dirección, varios documentos del Ministerio de Hidrocarburos y Petroecuador, revisados por Focus, establecen que la calidad de los combustibles de la Refinería de Esmeraldas, luego de ser repotenciada, se sujetarán a los mejores estándares internacionales de calidad:

  • Gasolina extra de 91 octanos (RON) con 10 ppm máximo de azufre y menos de 1% de benceno.
  • Gasolina súper de 95 octanos (RON) con máximo 10 ppm de azufre y menos de 1% de benceno.
  • Diesel de máximo 10 ppm de azufre.
  • Fuel Oíl con 1% de azufre, sin utilizar diluyente para ajustar la viscosidad.

EN 2012 NUEVAS NORMAS INEN PARA LOS COMBUSTIBLES

Como parte del “Plan de Repotenciación de las Refinerías del País”, el Gobierno definió un “Programa de Mejoramiento de Calidad de Combustibles“, a ser aplicado hasta que las renovadas plantas entren en operación el año 2014. Esta decisión transitoria contemplaba un plan de mezclas de combustibles para reducir el alto grado de azufre y benceno de la producción nacional, importando naftas y diesel con bajo contenido de azufre y benceno.

La disposición gubernamental incluía una modificación de la norma INEN de calidad de los derivados, en el caso del diesel con un máximo de 500 partes por millón de azufre (ppm) y la gasolina a un máximo de 650 ppm. La importación de mayores volúmenes de combustibles para las mezclas, según los informes oficiales, implicaban un costo adicional de USD 300 millones al año, recursos que se ahorrarían, cuando entren a operar las plantas rehabilitadas.

Cualquier sacrificio económico valía la pena para proteger el ambiente y la salud, seguros de que luego del arranque de la moderna refinería, la mala calidad de los combustibles, la contaminación ambiental, los impactos a la salud, los accidentes y las pérdidas por paralizaciones constantes, serían recuerdos del pasado de la larga noche neoliberal.

El año 2012 se establecieron las nuevas normas de calidad: la INEN 1489 para el diesel y la INEN 935 para las gasolinas. En el caso del diesel automotriz, se fijó un tope de 500 ppm. La norma entró en vigencia desde abril del citado año en todo el Ecuador; antes de esa fecha únicamente Quito, Cuenca y parte de Guayaquil, consumían diesel de 500 ppm, el resto del país consumía diesel de 7.000 ppm de azufre. Con la regulación 935, la gasolina de la Refinería (de 1300 ppm de azufre), tuvo que ser mezclada con Nafta de Alto Octano (NAO) importada (10 ppm azufre), para obtener las gasolinas Extra y Súper de 650 ppm que se comercializan en el país desde el 2012.

AZUFRE Y BENCENO: ANTES Y DESPUÉS DE LA REHABILITACIÓN

Antes de la rehabilitación de la REE, se producía Diesel con 6.400 y 7.000 partes por millón de azufre, Resíduo con 20.000 ppm, Fuel Oil 4 y 6 con 19.400 ppm, la Unidad FCC generaba gasolina con 1300 y 1700 ppm, mientras la planta CCR producía una gasolina sin azufre, pero con 8% de benceno, la norma internacional tolera un máximo de 0,6%.

El único combustible dentro de especificación era el diesel Premium producido por la Unidad HDS. Después de la millonaria inversión la situación sigue igual o peor, como se verá más adelante.

El procedimiento lógico era dirigir esa mega inversión (USD 1500 millones) -además de la renovación de algunos equipos- a resolver los problemas estructurales de la planta, como la alta generación de residuo (50% de la carga) y a reducir o eliminar los químicos contaminantes de los combustibles, cumpliendo los requerimientos ambientales; pero, en este caso, la letra bíblica de la Constitución más ecologista del mundo, quedó en un verso contaminado con H2S: la Refinería de Esmeraldas, sigue produciendo combustibles que superan en 8 y hasta 14 veces los niveles de tolerancia internacional de azufre y benceno.

Y cuando todos esperaban el milagro, luego del publicitado arranque de la rehabilitada REE, los reportes oficiales de diciembre y enero de 2016, dan testimonio de que la Unidad FCC sigue generando gasolina con niveles de azufre de entre 1100 y 1400 ppm, y la planta CCR con 8% de benceno, un químico cancerígeno. Esta información fue confirmada por el propio Gerente de Refinación de Petroecuador, Diego Tapia, en la visita realizada a la Refinería.

Este reporte oficial de REE explica claramente los volúmenes de gasolina nacional e importada que se mezclan: 5.300 M3 de naftas de 1300 ppm de azufre y 8% de benceno, producidas en distintas plantas de REE se mezclan con 4.500 M3 de NAO importada, de 10 ppm azufre. Así se obtiene la gasolina extra de 87 octanos y 650 ppm de azufre, la cual se sujeta a la norma INEN vigente.

En estas condiciones, el plan de mezclas (importación) que fue coyunturalmente adoptado en 2012, luego de la rehabilitación se convirtió en un proyecto constante. Salvo el Diesel Premium generado por la Unidad HDS que ya se extraía antes de la rehabilitación, los demás derivados: Diesel 2, gasolinas Súper y Extra, y Fuel Oil, son altamente contaminantes. Ni siquiera cumplen las normas ecuatorianas (INEN) que de por sí ya son cuestionadas, menos aún con las exigencias de la Euro 5.

LEUCEMIA, CÁNCER, MUERTE

El gobierno destaca los logros alcanzados en el manejo de desechos tóxicos y productos peligrosos en Refinería. Una de las compañías beneficiadas con millonarios contratos en este caso es Veolia (Galileo), cuyo representante Ramiro Luque, ostenta en público su amistad con Rafael Correa y Jorge Glas.

Uno de los cambios importantes realizados en la Refinería, fue la eliminación de los desechos tóxicos de las viejas piscinas, un procedimiento realizado por las compañías: Heflin, Veolia y Galileo, a través de millonarios contratos (Focus tiene en su poder al menos dos contratos por USD 8 millones y otro por USD 15 millones con Veolia).

La publicidad oficial pone énfasis en este proceso: videos y fotos dejan ver el antes y el después, realmente impresiona; sin embargo, hay un silencio oficial de sepulcro, respecto a la mayor contaminación, aquella que no se ve, pero que va afectando la salud y el ambiente de forma silenciosa y mortal: el azufre.

Uno de los principales agentes que contribuyen al calentamiento global, es el Ácido Sulfhídrico H2S, y sus variantes, un gas letal para la vida humana y toda forma de vida. De esta realidad son conscientes las principales autoridades del sector petrolero, no se diga el Gerente de Refinación, Diego Tapia, quien en su tesis de maestría en Gestión Ambiental (Universidad Sek), el año 2013, alertó respecto a la gravedad de la contaminación existente en la Refinería que ahora dirige y a la cual ha estado vinculado gran parte de su vida.

“La producción de óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre es la causa de una creciente amenaza ambiental: la lluvia ácida o, en términos más precisos, la sedimentación ácida. Al combinarse con vapor de agua de la atmósfera, los óxidos de nitrógeno se transforman en ácido nítrico y el dióxido de azufre en ácido sulfúrico. Algunos días después, y con frecuencia a cientos de kilómetros de la fuente, los ácidos precipitan y corroen las estatuas y los edificios, dañan los árboles y los cultivos y dejan los lagos sin vida“, se lee en una de las 140 páginas de su estudio.

En la academia, Tapia es exigente e implacable frente a la contaminación, tanto así que propone una transformación profunda de la Refinería Esmeraldas para reducir sustancialmente los químicos letales de los combustibles. Sin embargo, en el mundo metálico, allí frente al azufre, otro es el cantar: luego de ocho años de esfuerzo y de la más alta inversión de la historia en refinación, el H2S y el SO2 ganaron la batalla.

El estudio de Tapia, es apenas un botón de muestra en una camisa de fuerza. Hay informes sobre informes, historias de trabajadores muertos por leucemia y cáncer, de otros que van camino al cementerio, un porcentaje de población enferma y contaminada en las áreas de influencia, sin que siquiera lo sepan. El H2S se ha convertido en un auténtico fantasma invisible que silencia las voces de los esmeraldeños.

UNIVERSIDAD DE HUELVA PRESENTÓ ESTUDIO DEMOLEDOR

Una inspección técnica realizada en septiembre de 2010, por las principales autoridades ambientales y petroleras del gobierno, mostró una esquina de esta realidad. Un documento de Petroecuador de esa fecha dice: “Se trata de la instalación de refinación más contaminada y peor mantenida del país. Esta visión es totalmente compartida y corroborada por la misión científica de la Universidad de Huelva que ha realizado el estudio sobre las emisiones y la salud de los trabajadores al interior de la REE“.

En efecto, la Universidad de Huelva, presentó el año 2010 un demoledor estudio sobre los impactos a la salud de los trabajadores y pobladores de la zonas de influencia, que genaraban los químicos emanados por la planta, en particular el ácido sulfhídrico.

En las actividades de campo para realizar las mediciones de secreening, “La primera evidencia percibida es que la Refinería de Esmeraldas es de las tres (Refinerías de Ecuador), la peor mantenida y la más contaminada por presencia de compuestos sulfurados, tales como el Dióxido de Azufre (SO2) y el Ácido Sulfhídrico (H2S), superando en muchos de los puntos monitoreados el Valor Limite establecido para estas sustancias“, señala el estudio.

La investigación de los científicos españoles incluyó un registro amplio de casos de impactos severos a la salud de los trabajadores. “En relación con las enfermedades catastróficas, tales como leucemias, solo existen registros en la Refinería de Esmeraldas. En esta refinería se reportan 31 casos, de los cuales 12 con diagnóstico de leucemia o leucopenias, 5 con diabetes e hipertensión arterial, 3 con cáncer de próstata y seminoma, 2 con insuficiencia renal y 11 más con distintas patologías graves, algunas de naturaleza carcinogénica. Estas patologías preocupan especialmente, considerando que los diagnósticos de leucemia son compatibles con la exposición crónica al Benceno“, puntualiza el amplio y revelador documento.

Han pasado cinco años de estas alertas, se han gastado centenares de millones de dólares, y el H2S sigue allí con su penetrante olor a huevo podrido, en medio del aplauso de los importadores de combustibles, que engordan sus chequeras.

¿POR QUÉ NO SE REHABILITÓ LA PLANTA DE AZUFRE?

Tecnológicamente hablando, la clave para eliminar el Ácido Sulfhídrico (H2S) de los combustibles, era instalar plantas de extracción de azufre, que a temperaturas de 1200 grados centígrados transforman el H2S en pepitas de azufre sólido, un producto de alta demanda en el mercado internacional.

Durante el gobierno de León Febres Cordero, como parte de la segunda ampliación, la compañía japonesa Sumitomo Chiyoda construyó una planta de azufre, con capacidad de 13,5 toneladas diarias, que funciona hasta hoy.

Posteriomente, en 1998 (gobierno de Jamil Mahuad), la compañía Técnicas Reunidas construyó una nueva planta de azufre con una capacidad de 50 toneladas día, para transformar el H2S de las nuevas unidades instaladas en la Refinería (CCR-HDT-HDS). Pero esta planta nunca entró en operación y, sospechosamente, tampoco fue incluida en el proyecto de rehabilitación de REE (gobierno de Rafael Correa). Dieciocho años después, su paisaje es el de un cementerio de fierros viejos.

La planta extractora de azufre permanece abandonada desde 1997, jamás entró en operación y los responsables no han sido sancionados. Nadie explica por qué no se incluyó su reparación en el proyecto de rehabilitación de REE, si el objetivo era eliminar el azufre.

En este punto, la duda salta a las teas de la Refinería: si uno de los problemas estructurales de la Refinería ha sido la alta concentración de azufre en la operación de la planta y en los combustibles, lo que ha obligado a importar enormes volúmenes de naftas para mejorar su calidad, ¿por qué durante los nueve años de la Revolución Ciudadana, no se rehabilitó la planta de azufre construida por Técnicas Reunidas, o se construyó una nueva? Cuando se plantea el ¿por qué? las autoridades de la Refinería, se cruzan miradas con ceros a la derecha, no salen palabras, pero la respuesta está ahí: si funcionara la planta de azufre se acabaría el negocio de los importadores.

CONTRATO ADJUDICADO A EMPRESA SIN EXPERIENCIA

Si alguien sabe la historia de la planta de azufre es justamente Diego Tapia: fue él parte del equipo de profesionales de Petroecuador que junto a Beicip Franlap (Francia), a inicio de la década de 1990, elaboró la ingeniería básica y conceptual de esa Unidad y de las plantas CCR, HDT, HDS, Tratamiento de Sosa Gastada, y otras construidas por la firma española Técnicas Reunidas. La unidad de Sosa Gastada, de igual forma, enfrentó graves fallas operativas hasta que se incendió y salió de funcionamiento.

En mayo de 2015, el gerente de Refinación Carlos Pareja Yannuzzelli, suscribió un contrato de USD 14 millones, con Javier Baquerizo Zambrano, representante de la empresa ecuatoriana Oil Services & Solutions OSS, para el montaje de la nueva planta de Sosa Cáustica Gastada, la obra debe entrar en operación en julio de 2016, sin embargo Focus conoció que al momento el proyecto tiene un avance de apenas el 25%.

La construcción y montaje de una unidad operativa como la de Sosa Gastada, exige alta calificación técnica de la contratista, vale recordar que Técnicas Reunidas fue cuestionada justamente por esa deficiencia. De acuerdo con información revisada por Focus, la compañía Oil Services & Solutions OSS, no cuenta con experiencia en actividades de esta naturaleza.

Oil Servicies & Solutions OSS, registra en la Superintendencia de Compañías, como accionista a Jaime Alberto Baquerizo Escobar y a Javier Antonio Baquerizo Zambrano, como representante legal.

En la segunda entrega revisaremos más de 120 contratos adjudicados en Refinería Esmeraldas a empresas extranjeras y nacionales, muchos endosados a un grupo de empresas no calificadas, cuyos lobistas se escudan en varios membretes empresariales.

Caso similar ocurre con la Isomerizadora, una planta relativamente nueva que desde hace seis años se encuentra fuera de operación, según las autoridades por falta de carga y problemas de mantenimiento. Esta unidad operativa es una de las pocas con capacidad de producir gasolina libre de azufre. Pero, al igual que la planta de azufre, tampoco fue incorporada en el proyecto de rehabilitación de la Refinería.

Consultamos a Diego Tapia las razones y responde con una sonrisa: se está diseñando un plan de nuevas inversiones, aproximadamente por USD 300 millones adicionales, para rehabilitar la Unidad de Azufre, la Isomerizadora y CCR, nos dice. Insistimos en la pregunta: ¿Por qué no se rehabilitó la planta de azufre, si dinero hubo hasta para financiar USD 200 millones en capacitación en el extranjero, o para construir un hotel de USD 5 millones, repavimentación y pileta de luces en USD 48 millones, etc, etc? La respuesta está en el aplauso de los importadores.

EL AZUFRE SE DESCARGA AL AMBIENTE

Actualmente, con una carga de 110 mil barriles día, en conjunto las unidades de la refinería generan aproximadamente 3000 kilogramos-hora de azufre, es decir 3 toneladas-hora, equivalente a 72 toneladas-día. Si consideramos que la única planta en operación procesa aproximadamente 600 kg/h, el remanente de 2.400 kg/h (57 toneladas día de H2S), se envía a la tea de la Refinería, la cual no tiene la temperatura suficiente (650 o 1200 grados) para quemar o transformar el H2S.

En consecuencia, este gas letal para la salud es descargado al ambiente en enormes cantidades. De acuerdo con estudios internacionales, bastarían 20 o 50 partes por millón (ppm) en el aire para causar un malestar agudo que conlleve a la asfixia y a la muerte por sobreexposición al H2S.

EL CORAZÓN DE LA REFINERÍA NO FUNCIONA BIEN

Desde julio de 2015, Focus presentó una serie de reportajes sobre la Refinería de Esmeraldas. En una entrega de enero de 2016, alertamos sobre fallas en la Unidad FCC, la cual señalamos estaba operando al 83% y no al 102% como había afirmado el Vicepresidente Jorge Glas. Una de las fallas denunciadas con el apoyo de videos, fue al menos que un equipo nuevo era sometido a descargas de agua utilizando el sistema contraincendios, para evitar su recalentamiento. Un procedimiento cuestionado por técnicos independientes.

En la visita del miércoles 20 de enero de 2016, las autoridades de la Refinería, confirmaron la denuncia de Focus, pero cuestionaron que se utilice el término “falla”. “No existen fallas, se trata de un proceso normal de ajustes”, sostienen, y que no tiene nada de malo un “duchazo“ con agua fría a los equipos, dejan entender. Para eso, para corregir esos pequeños desajustes, se ha programado un paro de nueve días en la Unidad FCC, desde el cuatro de febrero para “calibrar“ algunos equipos, luego de lo cual la Unidad operará al 102 % como aseguró Glas, el día de la inauguración.

Nuestras fuentes son antiguos operadores, quienes conocen cada detalle de los equipos, algo que ni siquiera sus jefes entienden. Ellos ya han perdido el miedo. Hoy prefieren que los boten del trabajo a ser cómplices o morir en alguna tragedia, como tantas en las que sus compañeros resultaron víctimas. Por ahora, sus nombres quedan en reserva. Los técnicos hablan con Focus, tienen papeles y saben lo que dicen.

Entonces, descubrimos que las causas por las que la Unidad FCC trabaja máximo al 80% y por las que se vienen aplicando descargas de agua fría para evitar un peligroso incremento de la temperatura, se encuentran en las fallas de varios equipos, que “increíblemente“, dicen los operadores, son viejos. no fueron cambiados por la compañía SKE&C, durante la rehabilitación de la Refinería.

El representante de la fiscalizadora Worley Parsons (Azul) trabaja muy de cerca de las principales autoridades de Refinería Esmeraldas. En la foto junto a Cristian Cevallos, administrador del contrato de Tesca.

Uno de esos equipos es el intercambiador de superficie F-E8A que recibe de la turbina del compresor de gases húmedos (G-C1) vapor agotado (exhausto) a una temperatura de entre 150 y 200 grados centígrados.

Resulta que, el volumen de vapor agotado no alcanza a ser condensado porque los tubos internos del intercambiador están obsoletos, no alcanzan a “hacer un buen vacío“, en otras palabras, a condensar el vapor que se transformará en agua tratada a 100 grados centígrados. Y la razón es muy sencilla, este intercambiador F-E8A es un equipo viejo, no fue cambiado en la rehabilitación realizada por la compañía coreana SKE&C. Apenas le hicieron mantenimiento (overold), destacan los operadores.

Debido a esta falla, la Unidad FCC no puede subir carga a más del 80%, (95.000(kg/), el 100% equivale a 120.800 kg/h. En esas condiciones subir la carga sobre el 80% implicaría un riesgo de que se dispare el compresor de gases húmedos G-C1 (GASCOM-COMPRESOR-1), explican.

Igual ocurre con el intercambiador F-E8B, tampoco fue cambiado. Estos dos intercambiadores (8A y 8B) tienen un sistema de tubos internos, los cuales por su largo tiempo de trabajo presentan fallas. Durante el paro programado para el 4 de febrero, se busca limpiar estos tubos. A decir a los operadores lo recomendable es cambiarlos por otros nuevos; pero, este procedimiento exigiría mantener parada FCC, aproximadamente un mes; además, significa nuevos egresos económicos a Petroecuador para importar los equipos.

Este equipo clave de la Unidad FCC, opera desde la época de la compañía japonesa Chiyoda (hace 40 años), no fue cambiado en la rehabilitación. En la explicación técnica, Diego Tapia, aseguró que todos los equipos de FCC fueron cambiados.

Pero, fallas no solo abundan en los equipos obsoletos, también se presentan en los nuevos. El tambor de baja presión F-V10 (FRACCIONAMIENTO — RECIPIENTE — 10) es un equipo donde se acumulan los gases húmedos que van a la sección del G-C1. La falla en este equipo es que los aeroenfriadores nuevos, no tienen la capacidad técnicamente requerida para enfriar el sistema y así evitar un incremento de la temperatura, por ello se aplican las descargas de agua fría.

En la explicación ofrecida en el Búnker por el operador Henry Montaño, al revisar el tablero de mando se verificó que el día de nuestra visita, la Unidad FCC trabajaba al 75%, para él la razón de no subir la carga al 100%, era un pequeño desajuste en las bombas F-P12 (A y B). Sin embargo, nuestras fuentes en FCC, sostienen que estas bombas encargadas de succionar la gasolina del tambor F-V10 hacia la unidad de Gascom, también son viejas. Justo el día de la visita a la bomba F-P12A se le rompió el cubre-cople.

BAJAN PRODUCCIÓN DE GASOLINA Y SUBEN LA DE DILUYENTE

Por increíble que parezca, es verdad. Uno de los objetivos de la rehabilitación fue incrementar la producción de gasolina y gas en FCC, pero se acabó generando más diluyente. Esto se confirma en la comunicación del 13 de enero de 2016, remitida por la Intendencia Técnica de Procesos, a través de la cual se emite la disposición: “Para disminuir el punto de corte entre la gasolina de FCC y del Aceite Cíclio Liviano (ACL) se incrementará la producción de ACL al transferir la fracción más pesada de la gasolina al ACL, reduciendo así la producción de gasolina BASE. El aceite cíclico liviano es enviado hacia la mezcla de fuel oil y se utiliza como dilyente. Cada metro cúbico de aceite cíclico liviano adicional, reduce la cantidad que se importa de diluyente (cutter stock). La reducción del punto de corte también disminuye el contenido de azufre y aromáticos de la nafta, lo que tiene efectos beneficios en la mezcla de gasolina“, se dice.

En la Unidad FCC logramos verificar que en ese instante, al menos uno de los equipos era bañado con agua fría, como lo había denunciado previamente Focus.

RECORRIDO POR LA REFINERÍA DE ESMERALDAS

Uno de los cambios de la actual administración de la Refinería es haber subido el grado API del crudo (Oriente) de 23,5 a 25, 5, aunque tiene un alto contenido de azufre (1,6%). El experto no deja de mencionar que REE es una planta de conversión mediana, la que será de alta conversión es la Refinería del Pacífico, explica; aunque, él es del criterio de que también en la planta de Esmeraldas se instale a futuro un proceso de esas características.

El crudo llega mezclado de la Amazonía (Lago Agrio) a través del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y es depositado en grandes tanques de almacenamiento, desde allí pasa a una plantas de desalado, para extraer la sal y evitar la corrosión de los equipos.

Luego el petróleo pasa a hornos a altas temperaturas, y de ahí a las plantas de Crudo 1 y 2, donde se obtienen los primeros resultados. Posteriormente en se envía a las plantas de Vacío 1 y 2 donde se obtiene diesel con 8000 ppm de azufre, gasóleo que es la materia prima para la Unidad FCC, y un 50% de residuo equivalente a 55.000 barriles por día, el cual debe ser mezclado con un diluyente importado, Cutter Stock, para obtener el Fuel Oil, a ser exportado o enviado a la planta térmica de Esmeraldas. Este combustible (Fuel Oil) contiene 23.000 ppm de azufre, es altamente contaminante.

Respecto al tratamiento del residuo, Focus publicó en su reporte de julio de 2015 que entre las propuestas formuladas para la Refinería del Pacífico, constaba la utilización de ese residuo de REE como parte de la materia prima de RDP; Tapia no comparte esta alternativa por la imposibilidad y los costos de transportarlo hasta la planta del Aromo (Manabí). Sin embargo, en su tesis de Maestría, Tapia dice que es viable llevar el resíduo a RDP.

SE IMPORTARÍA PETRÓLEO DE NIGERIA

La primera opción en la agenda de las autoridades es mejorar la dieta de la refinería, es decir la calidad del crudo. Tapia informa a Focus que al respecto se manejan dos alternativas, la una bombear crudo liviano de 28 grados API que existe en los campos maduros de Petroamazonas, una exigencia ya planteada a la estatal, y sobre lo cual esperan una respuesta. Y la otra opción es la importación de crudo de 28 grados API desde Nigeria, trámite que se encuentra avanzado, asegura.

El Oleoducto Transecuatoriano SOTE está en capacidad de transportar crudo de 28 grados API para abastecer tanto a la Refinería de Esmeraldas como a la Refinería La Libertad.

Según el Gerente de Refinación, de usarse el crudo de los campos ecuatorianos, de 28 grados API y 1,6 % e azufre, se obtendría un incremento del 10% de productos limpios: gasolinas, gas licuado, jet fuel y diesel; en cambio si se utiliza el petróleo de 28 grados y 0,24% de azufre, de Nigeria, se subiría el volumen entre un 12 y 14%. En resumen, la diferencia de utilizar el crudo ecuatoriano y el importado es entre 2 y 4% de productos limpios, un porcentaje no representativo.

Focus consultó con ex autoridades de la refinería, quienes no comparten el criterio de Tapia, según ellos, el cambio del API en el crudo, no mejorará el volumen de productos limpios, porque las unidades Crudo 1 y 2 no generan productos acabados, a lo sumo lo que provocaría es una reducción de un 3% del volumen de residuo. Ellos recuerdan que la refinería fue ampliada en 1997 para procesar crudos de 23 a 27 grados API. La decisión gubernamental de importar crudo para REE obedecería a la falta de crudo para pagar las deudas a China.

Lo sorprendente es que esta decisión que pudo aplicarse hace 20 años atrás no se lo hizo, por privilegiar la mezcla de los crudos que ha beneficiado a las compañías privadas extranjeras, quienes extraen un crudo pesado (16 y 20 grados API) el cual debe ser mezclado con el liviano de Petroecuador y Petroamazonas (28 y 30 grados API) para el transporte por el oleoducto una mezcla de 24 grados API. En este punto, las explicaciones del Gerente, también coincide con los análisis difundidos por Focus, en varias entregas.

Esta investigación fue escrita por Fernando Villavicencio Valencia y publicada en Focus el 02 de febrero de 2016.