“Esta es una pequeña victoria que no alivia el dolor de una familia, de una patria atropellada por los grupos narcopolíticos pero que ojalá sirva como un precedente para que esta tragedia no se repita”, comentó Amanda Villavicencio para este medio.
Carlos Angulo, conocido como #ElInvisible, y Laura Castillo, alias #LaFlaca, han sido condenados a 34 años y 8 meses de prisión cada uno. Además, Angulo deberá pagar una multa de 100 mil dólares y Castillo la misma cantidad como reparación por su participación en el crimen. Erick Párraga, Víctor Flores y Alexandra Chimbo, cómplices en el magnicidio, recibieron penas de 12 años de prisión y multas de 33 mil dólares cada uno.
Durante el juicio, los acusados presentaron diversos alegatos en su defensa, tratando de minimizar su participación en el crimen y cuestionando la validez de las pruebas en su contra. Sin embargo, el tribunal consideró contundentes las pruebas presentadas por la fiscalía, que incluían testimonios de testigos clave y evidencia forense.
La severidad de estas sentencias refleja la gravedad del crimen cometido. Fernando Villavicencio, un hombre que dedicó su vida a la lucha por la verdad y la justicia, fue asesinado de manera vil.
Su muerte no solo significó una pérdida irreparable para su familia, sino también un golpe para toda la sociedad ecuatoriana que lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Sin embargo, la justicia aún tiene un largo camino por recorrer. La familia Villavicencio ha manifestado su compromiso inquebrantable de continuar la lucha hasta desmantelar toda la estructura de los responsables, cómplices, financistas y autores intelectuales del asesinato. «Hoy hemos dado un primer paso en un proceso de lucha que nos queda por delante», expresaron Tamia y Amanda Villavicencio. «No descansaremos hasta dar con toda la estructura de los responsables».
El camino hacia la justicia no ha estado exento de obstáculos. El proceso judicial ha revelado múltiples falencias, desde omisiones en la investigación policial hasta complicaciones en la protección de testigos clave.
La familia también recordó las numerosas omisiones y fallos del sistema que contribuyeron a este trágico desenlace. Desde las peticiones de refuerzos ignoradas por la Policía, los siete sicarios asesinados bajo la custodia del SNAI, hasta los funcionarios del ECU-911 que entregaron la localización de Fernando a sus asesinos.
La responsabilidad del CNE en la entrega de los autos para los candidatos también fue mencionada. «La lista es larga, pero sobre todo, no nos olvidaremos nunca de quienes lo persiguieron durante más de 15 años y que formaron ese oscuro matrimonio narcopolítico para acabar con su vida», comentó Tamia Villavicencio.
Este caso debe convertirse en un ejemplo paradigmático para Ecuador. No solo se trata de buscar justicia para Fernando Villavicencio, sino de sentar las bases para que crímenes de esta magnitud no queden impunes en el futuro.
«Somos enfáticas al decir que no existe justicia que nos devuelva a nuestro padre», declararon sus hijas. «Esta lucha la llevamos porque sabemos que eso es lo que él haría, pero esta lucha es sobre todo para que a ninguno de ustedes les pase lo mismo. Si permitimos la impunidad en este caso tan importante, nadie en el Ecuador estará a salvo». Expresaron las hijas de Fernando Villavicencio.
Es imperativo que el país fortalezca sus instituciones democráticas y judiciales para garantizar la seguridad de sus ciudadanos y proteger la integridad de quienes luchan por un país más justo.