Tres días antes de remitida la petición (7 de junio de 2016), el delegado de la ONU y entonces pre candidato presidencial por el movimiento Alianza PAIS, Lenín Moreno, recibió en su residencia de Ginebra, al intermediario de Petrochina.
El tema de la reunión no solo fue el apoyo a los damnificados del terremoto, también se incluyó el impulso a la campaña electoral del binomio presidencial Moreno-Glas. Cadena llegó a Suiza de la mano de su “compadre” Santiago Cuesta Caputi, actual consejero presidencial de Moreno.
El encuentro con Cadena Marín fue confirmado por el Presidente de la República en diálogo con el periodista Fernando Villavicencio.
Para esa fecha ya había estallado el escándalo Panama Papers, la mayor filtración de información de la historia, y en Ecuador, diario El Universo había publicado en grandes titulares que Enrique Cadena recibía comisiones de al menos 1 dólar por cada barril de petróleo que el gobierno de Rafael Correa entregaba sin licitación a Petrochina, como mecanismo de pago de los créditos concedidos por la banca asiática. Desde 2009 a 2024, el gobierno de Alianza PAIS comprometió 1204 millones de barriles como cobertura de pago de $18.170 millones de deuda china y tailandesa.
Los acercamientos entre Lenín Moreno y Enrique Cadena -de acuerdo con documentos revisados, empiezan a inicios de 2016, cuando Lenín ya se perfilaba como candidato a la Presidencia de la República y parte de la pre campaña era impulsar un plan de vivienda popular para los damnificados del terremoto de abril de 2016. El contacto fue Santiago Cuesta Caputi.
Según la información, Cuesta insistió a Moreno reciba en Ginebra a tres visitantes, “fanáticos suyos que quieren apoyar la causa”. En abril de 2016, Cuesta le dijo a Moreno que los donantes eran Mauro Toscanini, Enrique Cadena Marín y Fernando Zambrano.
A Toscanini lo presentó como rector de la Universidad Católica, a Cadena como el que desarrolló «el sistema de envío de filmaciones al x mayor incluidos celulares no inteligentes» y de Zambrano dijo que era un «constructor de vivienda «, «todos somos amigos», aseguró.
Casi un mes después, el 9 de mayo de 2016, Santiago Cuesta envió a Lenín Moreno un listado preliminar de donantes para la construcción de casas en Manabí. La lista incluyó a Santiago Salem, Fernando Zambrano, Peter Graetzer, Xavier Gómez, Mauro Toscanini, Jorge Vallejo, Otto Sonnenholzner, Patricio Coello, Napoleón Santamaría y Kepler Verduga. “Te ruego les hagas llegar tu carta de solicitud, tan pronto ellos hagan sus depósitos te informaré para que los llames por teléfono”, dice Cuesta. “Todos estos donarán como mínimo $5.000″ e insiste que tiene “tres donantes que quieren ser anónimos y un donante grande en USA”, con el que después acordará cómo y cuándo donará. Consultamos con altos ex funcionarios del morenismo y todos coinciden que el donante grande de USA, fue Enrique Cadena.
Para junio de 2016 la cita presencial entre Moreno y Cadena estaba asegurada. Las ilustres visitas llegaron el 7 de junio a Ginebra. En un mensaje, Santiago Cuesta le dice a Lenín: “salimos 9:35 am ya en aeropuerto tipo 12 a 12 15 estaremos en tu casa con Mauro. Luego a la 1 va Enrique y después tú decides”.
Luego del encuentro en Ginebra, la relación entre Moreno y Cadena quedó encaminada, tanto así que tres dìas después, el 10 de junio de 2016, Moreno, en calidad de enviado especial del Secretario General de la Naciones Unidas sobre discapacidad y accesibilidad, envió la solicitud a Cadena para la construcción de 185 viviendas, «deseamos someter a su consideración la primera fase del proyecto de construcción de emergencia de viviendas accesibles para personas con discapacidad, víctimas del terremoto del Ecuador», dice el documento. Pedirle a Cadena dinero para financiar viviendas para las víctimas del terremoto es como pedirle a Satanás que construya una iglesia.
Conversaciones filtradas por el portal inapapers.org, no desmentidas por el gobierno, indican que para finales de junio de 2016, Cadena, a través de Cuesta, invitó a Moreno a un concierto de Plácido Domingo, en España. “Que ponga para las casas luego hablamos, es posible que quiera Carina, veamos (…) convéncele que sean veinte casas, utiliza tu facilidad de palabra (…) faltan 98 casas”, fueron las respuestas de Lenín.
Luego de la invitación a escuchar al tenor, el 15 de julio de 2016, Enrique Cadena envió un correo electrónico a Lenín Moreno, felicitándolo por liderar la intención de voto en las elecciones «Estimado Lenín, adjunto a la presente encontrará una encuesta elaborada por nuestro común amigo Santiago. Veo que su popularidad en intención de voto garantiza que el Ecuador estará en buenas manos. Felicitaciones». Cadena se refiere a una encuesta hecha por la empresa de Santiago Cuesta, CMS Encuestadora.
APORTES A LA CAMPAÑA MORENO – GLAS
Para septiembre de 2016, las facciones de Alianza PAIS ya habían curado pequeñas heridas y acordado el binomio presidencial Moreno – Glas, entonces era hora de aceitar la maquinaria electoral. El 8 de septiembre, Santiago Cuesta envió una comunicación a Lenín para indicarle quiénes eran los empresarios que querían conocerlo y apoyar económicamente su campaña. El compadre de Enrique Cadena había preparado un gran almuerzo en Ginebra para sumar ceros a la derecha.
«Este es el listado de los empresarios confirmados que irán al almuerzo, la principalcaracterística de este grupo es que no son contratistas del Estado y quieren conocerte y apoyar enla campaña”, dice Cuesta.
En la lista de 19 posibles aportantes constan, entre otros, Santiago Salem, dueño de Santa Priscila, Otto Sonnenholzner, a la fecha gerente General de TV Cable; Pablo Ortiz, dueño de INPROEL y Agustín Albán, rector y dueño de una Universidad en México con más de 30.000 estudiantes, «vive en México y desea contribuir en tu campaña», le dice Cuesta a Lenín.
Algunos de los nombres que figuran como posibles contribuyentes a la campaña de Moreno – Glas, terminaron siendo propuestos para cargos importantes en el gobierno: Mauro Toscanini fue designado ministro del Interior, Otto Sonenholzner, elegido Vicepresidente de una terna propuesta por Moreno, en la que se incluyó a Agustín Albán. La mano de Santiago Cuesta, fue clave en el armaje del tablero gubernamental.
EL DÍA QUE CUESTA SE DISPARÓ EN LA CABEZA
En la misma comunicación del 8 de septiembre de 2016, Cuesta indica a Lenín que el reconocido consultor Jordi Segarra también estará presente en el almuerzo en Ginebra, «por último en este viaje me acompañará JORDI SEGARRA, español, quien es uno de los mejores asesores de campaña del mundo con quien quiero que converses unos minutos y si estás de acuerdo puede ser tu Jefe de Campaña o formar parte del equipo. Sus honorarios están pagados por un donador anónimo por ahora, si decides aceptarlo. Mira su currículum en Internet y es uno de los 5 grandes del mundo. Viaja con su socio que manejó la campaña de Peña Nieto en México. Pídele a Eduardo Mangas que reserve un lugar para unas 25 a 26 personas yo asumo los gastos del almuerzo «, dice el correo electrónico.
En una entrevista del 13 de marzo de 2019, en el medio digital La Posta, Santiago Cuesta aseguró que fue él quien pagó la asesoría de Jordi Segarra y que efectivamente no constaba como gasto electoral. Cuesta se contradice: en un inicio dijo que los honorarios de Segarra fueron pagados por un donante anónimo, ahora que los pagó él.
UN MAGNATE HECHO EN REVOLUCIÓN
Enrique Cadena Marín, es un empresario ecuatoriano que antes de la revolución ciudadana experimentaba graves penurias económicas y un juicio por estafa seguido por su cuñado Arnoldo Brigman, por manejos dolosos de Qüin Cola, empresa que hasta la fecha mantiene una deuda con el Estado de $1.2 millones. Súbitamente, con el ascenso al poder de Alianza PAIS, tras consolidarse como intermediario petrolero, ingresó al registro de los hombres más ricos del Ecuador y también a formar parte de los grandes expedientes judiciales.
Cadena es investigado en Ecuador por la operación fraudulenta y los negociados en las difuntas telefónicas Telecsa y Pacifictel, a cargo de ViaAdvisors Ecuador (Viadvi), empresa de papel vinculada a una red de compañías en las cuales figuraba Cadena Marín, sus hijos y Darwin Romero, actual gerente de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones – CNT.
Desde 2007, Cadena está vinculado al negocio de la intermediación petrolera, a través de traders relacionados con Petrochina, Unipec y Petrotailandia. La Contraloría General del Estado en su informe (DA3-0015-2012) identificó a Taurus Petroleum como empresa intermediaria del crudo adjudicado a China. Además de Taurus existen otras compañías relacionadas al cartel intermediario: Castor Petroleum, Ursa Shipping, Core Petroleum, Waterway, Gunvor S.A.
A raíz de la filtración de los Papeles de Panamá, la justicia global inició procesos penales en contra de los responsables de múltiples escándalos de corrupción. Hasta la fecha se han recuperado 1.200 millones de dólares en varios países del mundo, como efecto de esas operaciones judiciales, según reportes oficiales.
Richard Gaffey, fue el primer norteamericano procesado por evasión de impuestos, a raíz de las filtraciones, junto a Gaffey también es procesado el abogado panameño Ramses Owens, quien manejaba los negocios de fideicomisos en Mosack Fonseca y trabajó con Enrique Cadena Marín y Jaime Baquerizo Escobar. Según El Universo, Owens intervino en el caso de la comisión de $1 dólar por barril en la preventa de crudo a Petrochina, en la que Cadena y Baquerizo fueron intermediarios.
Castor Petroleum Ltd. fue la empresa que pagó, a través de Waterway Petroleum Ltd., una subsidiaria de Gunvor, la comisión de USD 1,00 por cada barril de petróleo a las empresas Eston Trading Limited (Nevada, EE. UU) y Livinstong Financial Corp (Dubai) de propiedad de Cadena y Baquerizo.
La filtración confirmó lo publicado por el portal Focus Ecuador en 2015, que reveló que Cadena estaba vinculado a varias empresas privadas intermediarias que revenden el crudo ecuatoriano adjudicado por Petroecuador a Petrochina, Unipec y Petrotailandia. La intermediación benefició a los traders en 2 y 4 dólares por barril, parte de ese dinero llegó directamente a las cuentas personales de Cadena, así lo indican las transferencias bancarias por varios millones de dólares a Naparina Corp, Breiton Capital & Shipping y Denarii Systems, realizadas por las intermediarias Taurus Petroleum, Ursa Shipping, Waterway, entre otras.
Cifras preliminares hablan de pérdidas para el Estado ecuatoriano del orden de $2000 millones hasta el año 2017, solo por intermediación; los perjuicios por intereses excesivos sumarían otro tanto.
En 2017, la Fiscalía abrió una indagación previa por el delito de peculado en contra del ex presidente Rafael Correa, Enrique Cadena y más de una veintena de ex funcionarios y ejecutivos de petroleras privadas. Han pasado cuatro fiscales generales y el caso aún no pasa a instrucción penal pese a exitir abundante evidencia. Una mano “poderosa” protege a Enrique Cadena y Jaime Baquerizo, actualmente prófugo en Perú, pues sólo así se explica que, a pesar de los datos de información bancaria, transferencias y los documentos de Panamá Papers, que en otros casos ha servido a la justicia ecuatroriana y norte americana para procesar a funcionarios y empresarios que cometieron actos de corrupción, en este caso la investigación no avance.
En 2017 tras recibir información de las perdidas ocasionadas por el pago de la deuda pública con petróleo descontado, el presidente Moreno se comprometió a disponer una investigación del caso y poner fin a la cadena de perdidas generadas por este modelo heredado de Correa. La mejor opción era suspender algunos contratos suscritos al margen de la ley e impulsar la recompra de la deuda a China y Tailandia para liberar el petróleo. El régimen recibió varias ofertas de recompra de la deuda, con interés del 3%, incluso la administración de Byron Ojeda alcanzó un acuerdo con Petrotailandia, pero el día del anuncio del pacto, fue derrocado por disposición de Lenín Moreno.
Las ventas spot llevadas a cabo por este gobierno, como un esfuerzo de aparentar transparencia, confirmaron la pérdida gigantezca que representa la venta del crudo sin licitación a Petrochina y Petrotailandia. A pesar de esa evidencia, el gobierno no ha realizado esfuerzo alguno para mitigar el daño y ajustar los precios de dichos contratos, actitud que acrecienta la sospecha ciudadana de intereses ocultos que permiten que los intermediarios se sigan enriqueciendo a costa del país.
SANTIAGO CUESTA ASUME EL CONTROL
El triunfo de Lenín Moreno alentaba el espíritu empresarial de Enrique Cadena, además de cuidarse de los procesos penales que se alzaban en su contra. El zar petrolero no solo requería amigos políticos en la periferia, sino en el corazón del poder. Tras la caída de Eduardo Mangas, había llegado el momento para que su “compadre” Santiago Cuesta, asuma el mando de los grandes negocios estratégicos del gobierno. En mayo de 2018, Lenín Moreno, nombró a Cuesta como su consejero con rango de ministro. Así, el “compadre” de Cadena Marín, asumía el control del petróleo, electricidad, telecomunicaciones, minería y otras áreas de la economía.
Una de las actividades que inició Cuesta con mucho empeño fue preparar los procesos de concesión y privatización de los sectores estratégicos, principalmente la Corporación Nacional de Telecomunicaciones – CNT, el sector eléctrico y mantener el modelo de comercialización internacional de petróleo con China y Tailandia, un mega negocio que había engordado las chequeras de los intermediarios durante la revolución ciudadana. En el aire se dejaba escuchar el mensaje: con la fortuna de la corrupción a privatizar las empresas públicas a precio de gallina enferma.
La oferta de privatización a la que este medio tuvo acceso, fue enviada por Santiago Cuesta a Lenín Moreno, en tiempos de campaña. Eduardo Mangas, exsecretario de la Presidencia de Moreno, confirmó que el plan de privatizaciones ya lo esgrimía Cuesta durante la campaña electoral. La oferta final fue remitida desde México en 2017, por Agustín Albán Maldonado, rector de Univer Milenium, a Santiago Cuesta y este la reenvió a Lenín Moreno. El documento se refiere a la recompra de 30 mil millones de dólares de deuda externa ecuatoriana a cambio de la privatización de empresas públicas.
En diciembre de 2018, Albán integró la terna vicepresidencial, de la que se eligió a Otto Sonneholzner. Agustín Albán Maldonado es hermano de Teodoro Albán, ejecutivo de Denarii Systems, empresa domiciliada en Miami – USA, de propiedad de Enrique Cadena Marín.
Después de la victoria electoral de Lenín Moreno, las negociaciones de la privatización y concesión de las empresas comenzaron. La primera delegación de “inversionistas” que trajo Cuesta a Ecuador, estuvo integrada por Paul Manafort, Benjamin Ng, Héctor Hoyos y Agustín Albán, la cual se reunió con el presidente Lenín Moreno y funcionarios del ministerio de Finanzas, en mayo y junio de 2017. La invitación a los inversionistas chinos fue remitida por Eduardo Mangas en junio de 2017 por disposición de Lenín Moreno.
Un reporte de la consultora Hogan Lovells, contratada por el ministerio de Finanzas para perfilar a los mega inversores, señala que las empresas que negociaban la compra de la deuda externa ecuatoriana eran empresas de papel creadas la víspera. El mismo esquema de negocio y con los mismos oferentes que pretendió implementarse en Puerto Rico, el cual fue observado por autoridades de los Estados Unidos, al tratarse de un sistema de posible blanqueo de dinero.
De acuerdo con las personas consultadas, queda claro que Santiago Cuesta es el nexo con empresarios e intermediarios de negocios con el Estado; por lo que resulta preocupante y sospechoso que Lenin Moreno le haya encargado el manejo de las privatizaciones y la injerencia directa en las empresas estatales, delegándole un rol similiar al que tenía Jorge Glas en el gobierno de Rafael Correa, incluso con una vinculación aún más directa con los personajes oscuros de las negociaciones petrolera y de telecomunicaciones.