COOPERACIÓN EFICAZ REVELA RUTA DEL DINERO DE BILL PHILLIPS “AZUL”



COOPERACIÓN EFICAZ REVELA RUTA DEL DINERO DE BILL PHILLIPS “AZUL”

Fernando Villavicencio Valencia11 abril, 201843min15316
Fernando Villavicencio Valencia11 abril, 201843min15316
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En la larga lista de intocables por la justicia aparece el dueño del grupo azul, el norteamericano William Phillips, amigo personal de Rafael Correa. ¿Cómo operaban las empresas de Bill Phillips en la trama de corrupción de Petroecuador? lo cuenta una de sus más cercanas colaboradoras, quien ahora paga en la cárcel de Latacunga una sentencia por cohecho.

William (Bill) Phillips Cooper, el estadounidense que peleó en Vietnam, dueño del holding empresarial Grupo Azul, amigo personal de Rafael Correa Delgado, no admitía el incumplimiento de una orden. Normalmente decía: “no me diga que no puede, no me diga que no hay solución, todo se puede y para todo hay solución, hasta para la muerte, si tiene fe”. En esos términos describe Sonia Calero Silva, a quien fue su jefe por 32 años. Esta referencia consta en el acuerdo de cooperación eficaz, suscrito en octubre de 2017, por la exgerente financiera de Azul con el fiscal Carlos Baca Mancheno, en el que se devela no solo el poderío económico de Phillips y la ruta del dinero, sino una arquitectura empresarial offshore, similar (salvando las diferencias) a la organizada por Odebrecht.

Desde la cárcel de Latacunga, donde guarda prisión por el delito de cohecho en el escándalo de corrupción de Petroecuador, Sonia Calero, a más de la cooperación eficaz, respondió un interrogatorio de la Fiscalía de Panamá, en el cual cuenta su participación en la trama de corrupción y deja al descubierto la forma cómo operó su jefe, William Phillips y el Grupo Azul: un tejido de empresas offshore, algunas utilizadas como bypass para realizar millonarias transferencias de dinero bajo la figura de “servicios y honorarios” y otras como W. Phillips S.A., creadas exclusivamente para facturar en dólares a las petroleras privadas a quienes prestaba sus servicios, entre otras, Worley Parsons. Esta firma (W. Phillips S. A.) fue constituida en Panamá, en Inglaterra y luego en las Islas Vírgenes Británicas. Un tiempo estuvo domiciliada en Ecuador, pero fue cerrada, ahora su denominación es V5A Ltda.

El Grupo Azul es una de las organizaciones privadas que más contratos obtuvo en los años de bonanza petrolera. Desde los primeros años del correísmo mantiene, junto a la firma australiana Worley Parsons International (WPI), un acuerdo que le permitió usar la imagen y así firmar grandes contratos con Petroecuador. Azul es una corporación que lleva la administración de un conjunto de empresas proveedoras de servicios en el área petrolera: desde provisiones alimenticias, pasando por ventas de maquinarias, consultorías, hasta fiscalización de proyectos. Entre sus empresas se cuentan: Urazul S.A, Azulec S.A., Caterazul S.A (antes Conazul, hoy Caterpremier S.A.), Tecnazul Cía. Ltda, Campetrol, Aurazul, Constrazul, Sierrazul, Impexazul, Cosami Construazul Joint Venture, Headsasa S.A, Sundoor, Ofparis S.A, Deltazul S.A, entre otras.

Es un secreto a voces que Azul labora bajo el membrete de WPI, empresa que hizo y deshizo en la política de inversión en la Refinería Estatal Esmeraldas (REE), Refinería del Pacífico (RDP), en la planta de gas natural de Bajo Alto y otros proyectos del régimen de Alianza PAIS. Nada se hacía o dejaba de hacer en las refinerías, sin la firma de Azul.

En efecto, nada se movía en los referidos proyectos estratégicos sin el visto bueno de WPI/Azul, y como constancia, en 2014 el gerente de Refinación de Petroecuador, Carlos Pareja Yannuzzelli, lo puso por escrito mediante memorando N 00159-REF-2014, con el que, ratificó las amplias facultades que WPI tenía desde un comienzo para escoger las empresas, evaluar sus propuestas, indicar los montos, sugerir contratos complementarios, obras, plazos, así como la fiscalización de las obras y contratos, todo esto con el aval de Rafael Correa, Jorge Glas, Rafael Poveda, Álex Bravo y el propio Pareja, como se desprende de un vasto archivo revisado por Focus.

En diálogo con Focus el exgerente de la Refinería del Pacífico, Carlos Proaño, confirmó la relación entre Worley Parsons y Azul. Cuando él viajó a Houston a negociar los términos del contrato de gerenciamiento de RDP, el CEO de WPI le señaló que todo se tenía que acordar con Phillips, en Ecuador.

Worley Parsons tuvo en sus manos la fiscalización y el gerenciamiento de los mayores proyectos del correísmo en el sector petrolero (refinerías Esmeraldas y Pacífico), obras fallidas en las que se comprometieron USD 3.800 millones, hasta 2017. Para ejecutar esos trabajos WPI firmó contratos directos con Petroecuador por un monto superior a los USD 340 millones y simultáneamente subcontrató a Azul, para su ejecución. WPI/Azul también realizó los estudios de ingeniería para la construcción del acueducto La Esperanza en la Refinería del Pacífico, polémica obra construida por Odebrecht. Documentos privados revisados por Focus e informes de Contraloría, confirman que Azul pagaba máximo 5 mil dólares mensuales a cada fiscalizador, mientras WPI facturaba a Petroecuador hasta 60 mil dólares por el mismo trabajo.

La empresa de Phillips también fue el brazo ejecutor de la compañía extranjera KBC Advanced Technologies, beneficiada con varios contratos de capacitación en la Refinería Esmeraldas, por USD 150 millones, así como la realización de estudios para la Refinería del Pacífico, por un monto de USD 260 millones, asociada a SKE&C.

La negociación de los contratos de WPI y KBC con Petroecuador estuvo a cargo de ejecutivos de William Phillips, en particular bajo la responsabilidad de Yvonne Fabara Arias, quien se desempeñó como Directora Legal y Comercial del Grupo Azul hasta el año 2014, luego fue designada Secretaria Nacional de Hidrocarburos. El cónyuge de Fabara, Marcos Guayasamín, también firmó contratos con Refinería del Pacífico a través de su consultora Ejal. Mientras su hijo, Sebastián Guayasamín Fabara, representante de South Logic, es investigado por la UAFE. Desde agosto de 2017, Yvonnve Fabara, está acusada de peculado por la entrega del bloque petrolero Singue al consorcio DGC.

En 2010, Correa condecoró a Phillips Cooper con la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Caballero, por su “encomiable labor empresarial” y porque sus actividades empresariales “fortalecieron” y “dinamizaron” la economía del Ecuador. Meses más tarde el agradecimiento pasó a otro nivel, la esposa de Phillips, Mónica Hernández, fue designada asesora de Correa para el Plan Familia. Seis años después, tras las denuncias públicas la Fiscalía acusó a ejecutivos intermedios de sus empresas: Azulec, Tecnazul y Operadora BLC, de estar involucradas en actos de corrupción en Petroecuador.

La Contraloría del Estado emitió 24 informes con responsabilidades civiles y penales sobre el proyecto de repotenciación de la Refinería Esmeraldas y al menos dos informes referidos a la Refinería del Pacífico, vinculando a Worley Parsons, estos documentos establecen la responsabilidad de WP/Azul, pues Petroecuador estableció que toda contratación debía contar “con el visto bueno de la fiscalizadora, cualquier contratación que se realice fuera de esta instrucción, no tendrá validez”, decía el memorando de Carlos Pareja Yannuzzelli.

En 2016, se hizo público el escándalo de corrupción en Petroecuador. La Fiscalía inició procesos judiciales por peculado en contra de ocho personas, entre ellos Carlos Pareja Yannuzzelli, exministro de Hidrocarburos y exgerente de Petroecuador; Diego Tapia, exgerente de Refinación; Álex Bravo, exgerente general de Petroecuador; Jorge Vivar (contratista) y otros. En enero de 2017, acusó a Sonia Calero y Humberto Guarderas de Tecnazul, sin embargo, en octubre de 2017 se abstuvo de acusar a Raymond Falcon, apoderado de Worley Parsons por falta de pruebas, pese a que a esa fecha, la Fiscalía General del Estado ya había suscrito el acuerdo de cooperación eficaz, en el cual Sonia Calero, vinculaba a Worley Parsons con la empresa de William Phillips.

De acuerdo con información de la Fiscalía, Calero hizo pagos a la empresa Girbra, de Álex Bravo, por USD 348.000 y a Capaya, de Carlos Pareja, por USD 149.000. Guarderas, por su parte, transfirió USD 456.194 a Girbra desde el Helm Bank de Panamá. Actualmente, Calero cumple una sentencia de cinco años en la cárcel de Latacunga por cohecho. Guarderas y Calero son los únicos imputados por la Fiscalía en el caso WP/Azul. La cooperación eficaz al tiempo de confirmar el pago de sobornos a Bravo y Pareja, establece que quien ordenó esas transferencias fue directamente el dueño de Azul, William Phillips, sin embargo hasta la fecha no ha sido imputado.

En una entrevista concedida a Canal Uno, el excontralor Carlos Pólit, hoy prófugo y procesado por corrupción, señaló que la Fiscalía no acusó a WP, “la empresa que dirigió los actos de corrupción más grandes de la historia del Ecuador que se dieron en la Refinería Esmeraldas”.

Fiscalía de Panamá interroga a gerente financiera de Azul

Como parte de la colaboración de la justicia panameña con Ecuador, el 13 de junio de 2017, la Fiscalía de Panamá dispuso que “se le reciba la declaración indagatoria, por el delito Contra el Orden Económico, específicamente Blanqueo de Capitales” a Sonia Calero. Ella respondió 56 preguntas, todas relacionadas con el caso Petroecuador. Calero relató que trabajó durante 32 años para el Grupo Azul, de propiedad de William Phillips, y que hasta noviembre de 2016, desempeñó el cargo de gerente financiera. “No conozco a las empresas beneficiarias de los giros ordenados por el Señor William Wallace Phillips Cooper, como empleada cumplí las órdenes, los procedimientos, obedecí las órdenes verbales y escritas”.

Calero continúa: “El Sr. William Phillips me ordenó que realice transferencias a empresas y personas desconocidas para mí, me entregaba por escrito los datos del beneficiario, la cuenta y el monto para la transferencia. Debo precisar que desconozco los trabajos o servicios prestados, a mí me entregaba el señor Phillips dos documentos: el uno con los datos del beneficiario de la transferencia y datos de la cuenta y el otro con su puño y letra con el valor de la transferencia. Las instrucciones para las transferencias me las entregaba en su oficina, frecuentemente estaba presente Humberto Guarderas Córdova”, dijo refiriéndose a los actos de corrupción por los que está acusada, y agregó que se enteró de Girbra, Escart S.A, Radoes S.A. y Capaya S.A. cuando Phillips le ordenó realizar los pagos, “las transferencias las realicé con la seguridad de cumplir mi trabajo y funciones, y jamás pensé que estaba cometiendo algún acto ilícito”, aseguró.

Sobre la relación de WP con el Grupo Azul, Calero señaló que Worley Parsons “fue cliente de la CONSULTORA TECNAZUL CÍA. LTDA. hasta cuando trabajé en AZULEC S.A., noviembre del 2016”.

Un informe de la Fiscalía de Panamá reveló que la compañía Operadora BLC S.A., realizó pagos por USD 1.1 millón a la empresa Girbra de Álex Bravo, desde una cuenta del UBS AG, de Zúrich. Los pagos fueron ordenados, según la Fiscalía por Sonia Calero y Humberto Guarderas. Ahora se sabe, según la exgerente Financiera de Azul que quien dio la orden superior fue Phillips.

Sobre esta empresa (Operadora BLC S.A.), Calero señaló que Phillips ordenó crearla con el estudio panameño Galindo Arias y López. La cuenta de esa compañía fue abierta en el Balboa Bank de ese mismo país. “Los dineros a Girbra S.A. fueron realizados por orden del Señor William Wallace Phillips Cooper”; relató Calero a la Fiscalía. Adicionalmente, abrieron otra cuenta en el UBS de Suiza. Calero recuerda que Phillips le solicitó la apertura de una cuenta para la Operadora BLC, a Javier Ojeda, ejecutivo del UBS, “le dijo que es una empresa del Grupo Azul, que el tenedor de las acciones es William Phillips, el objetivo de la cuenta era el pago de bonos al personal clave del grupo (gerentes, jefes departamentales, superintendentes de proyectos, directores, ingenieros) con recursos del exterior que ya pagaron impuestos en Ecuador. Phillips era el tenedor de acciones de la empresa porque la Operadora tenía acciones al portador. Los firmantes de la cuenta fuimos Gustavo Freile León, director del Grupo Azul y Sonia Calero, gerente financiera. Phillips le dijo (a Ojeda) “yo tengo el certificado de acciones pero deseo que Sonia Calero conste como tenedora”.

Una vez abierta la cuenta, Phillips ordenó hacer un depósito inicial desde la cuenta de Banistmo Panamá. “Me manifestó que use el dinero de él que me había depositado en mi cuenta en Panamá. Cumplí la orden”. Calero señala que Phillips ordenaba indistintamente a Humberto Guarderas, Sebastián Tobar y Gustavo Freile el envío de transferencias a la cuenta del UBS de la Operadora BLC. “El dinero en la cuenta por orden de Phillips se mantenía en la cuenta por un tiempo” y continúa: “cuando la apertura de la cuenta fue aprobada el Señor Phillips me ordenó que transfiera desde la cuenta de Banistmo el depósito inicial de 40.000 USD. Varias veces me ordenó que le confirme la recepción de valores transferidos por Humberto Guarderas Córdova, Sebastián Tobar Carrión, Gustavo Freile León a la cuenta del UBS Suiza de Operadora BLC”, detalló.

Sobre los pagos que hizo a empresas de funcionarios de Petroecuador indicó que Phillips se apropió de la cuenta personal que ella tenía en ABN Amro Bank de Panamá (hoy Banistmo): “me ordenó hacer unos pagos personales suyos desde mi cuenta. Realicé los pagos requeridos. Posteriormente me informaba que ha transferido un valor y ordenaba que realice los giros a empresas y personas desconocidas” y prosigue: “el ejecutivo de la cuenta me llamaba para confirmar la recepción del valor en la cuenta y preguntar el motivo.

“El Señor William Phillips me ordenó que diga que correspondía al pago de un bono de eficiencia, en una ocasión me ordenó que diga que corresponde al pago de dividendos, el banco cuestionaba las transferencias en razón que la cuenta era personal no comercial”.

Aclaró que Phillips le pidió que abra una nueva cuenta personal en el Produbank Panamá. “Me dijo que abra la cuenta en Produbank con su dinero. Abrí la cuenta en Produbank con fondos del Banistmo y le entregué los datos de la cuenta. Realizó algunas transferencias como ordenante William Phillips S.A., en una ocasión el Produbank para ingresar los fondos en la cuenta solicitó una certificación del valor y motivo de la transferencia. Este certificado emitió y firmó Sebastián Tobar Carrión Gerente de Azulec. El motivo: bono de eficienciaPhillips envió algunas transferencias a la cuenta de Produbank desde la compañía W. Phillips S.A. del Deutsche Bank Alemania”. “Los oficiales de Banistmo y Produbank siempre requerían el motivo de las transferencias recibidas, el Sr. William Phillips me ordenó que responda “Pago de Bonos”, en una ocasión pidió la confirmación por escrito, la misma que fue entregada con la firma de Sebastián Tobar Carrión, Director Administrativo Financiero”.

Phillips había dispuesto, como política de cobro, que los cheques recibidos de clientes por el pago de facturas “sean canjeados en el banco con cheques pagaderos en el exterior”, para ello, según Calero, los empleados de Azul debían viajar a Panamá a depositarlos en las cuentas de Azul en el ABN Amro Bank, “la orden era alternar el viaje entre los cuatro empleados: Susana Barahona, Isabel Mosquera, Sonia Calero, Holguer Gavilánez y Gustavo Freile León presidente de Azulec”, afirmó además que “por orden directa” de Phillips, viajó a Panamá con varias personas para abrir cuentas. Sobre la Consultora Tecnazul únicamente señaló que fue constituida en 1998 y sus accionistas eran los empleados: Pablo Reyes Villacís, Walkyria Vinueza Miño y Humberto Guarderas Córdova. Las acciones de esta empresa fueron transferidas en 2013 a Phillips y Urazul. Respecto a Azulec S.A., indicó que fue creada en el 2004 con Sebastián Tobar Carrión y Humberto Guarderas Córdova como accionistas. Después “transfirieron las acciones a William Phillips y URAZUL, conforme el procedimiento usual. Ese era el procedimiento que utilizaban para la constitución de las compañías”, recalcó.

Sobre la relación de Caterpremier con el Grupo Azul señaló que la empresa fue creada en Ecuador, en 1999, “conforme el procedimiento usual, accionistas Gustavo Freile León e Yvonne Fabara Arias, la transferencia de las acciones se dispuso en el año 2006 a Sebastián Tobar Carrión, gerente general y Sonia Calero Silva, gerente financiera y en el 2008 la transferencia a William Phillips y Urazul S.A.”.

El acuerdo de cooperación eficaz delata a Phillips

El 25 de octubre de 2017, Sonia Calero compareció ante el fiscal Carlos Baca “con el objeto de prestar cooperación eficaz”. “Es mi intención suministrar datos relevantes sobre lo que conozco de las actividades del Grupo Azul y del señor William Phillips Coopers”, le dijo Calero a Baca Mancheno.

El Grupo Azul manejaba el dinero en los bancos Citibank, Bolivariano, Pichincha, Internacional, Produbanco, Pacífico, Guayaquil, y en el extranjero con los bancos UBP Géneva-Suiza, UBS Frankfurt-Alemania, SYZ Suiza (antes Royal Bank Canada), UBS Alemania y Bolivariano Panamá. El departamento financiero del grupo comprendía tres áreas: “Contabilidad a cargo de Isabel Mosquera, Cuentas por Cobrar a cargo de María del Carmen Villamarín, Cuentas por Pagar a cargo de Maritza Tipán y Seguros a cargo de Eliezer Quishpe. Cuentas por Cobrar, encargada del pago a proveedores y subcontratistas y el Departamento de Recursos Humanos se ocupaba de pagos de sueldos, décimos, vacaciones, anticipos, utilidades, liquidaciones”, indicó Calero.

Las empresas del Grupo Azul: Azulec, Caterpremier, Impexazul, Tecnazul, Urazul, Sierra Azul, Ofparis y Headsasa, tenía cuentas bancarias separadas para el pago de personal y para el pago de proveedores y subcontratistas. Los pagos se realizaban mediante la emisión de cheques y a través de transferencias bancarias utilizando los sistemas Cash Management del Banco Pichincha y Produbanco, Pay-Link del Banco Internacional, Citi Direct del Citi Bank.

Calero explicó a la Fiscalía que cada empresa manejaba por separado sus negocios: “solicitaban por escrito que el pago de facturas se transfiera a la cuenta respectiva en un banco nacional. Dependiendo de la compañía que se tratara, se pedía que realicen los depósitos a las cuentas de los bancos locales: Citibank, Bolivariano, Pichincha, Internacional, Produbanco, Pacífico, Guayaquil. De la primera cuenta, en la que se recibían los pagos de los contratos, se transfería a las cuentas de nómina y proveedores de cada compañía”. Todos los movimientos y transacciones bancarias requerían dos firmas conjuntas, las personas autorizadas para firmar cheques y aprobar las transferencias bancarias eran dos: director Administrativo y Financiero, “Sebastián Tobar Carrión, en conjunto con Sonia Calero Silva, Gerente Financiero o con Isabel Mosquera Paredes Contadora, para el pago de proveedores. Para el pago al personal todos los anteriores más Doris Nájera Moreira, Gerente de Recursos Humanos”.

Las transferencias se hacían como “servicios y honorarios”

Calero confiesa haber sido parte del entramado de corrupción y realizado transferencias a empresas y personas desconocidas por ella pero la orden venía de Phillips, quien le entregaba por escrito los datos del beneficiario, la cuenta y el monto para las transferencias. Las razones y los motivos también dice desconocer, aunque sí recuerda que para llenar los requisitos del banco, Phillips ordenaba incluir el concepto de “servicios y honorarios”. El dueño de Azul entregaba a la gerente financiera dos documentos: “el uno con datos del beneficiario de la transferencia y datos de la cuenta y el otro con su puño y letra con el valor de la transferencia, se lee en el expediente.

En el entramado financiero de Phillips, se incluye la apertura de otra cuenta de la Operadora BLC en el banco ANZ de Nueva Zelanda, a través del estudio jurídico Cone Marshal. Luego se registraron las firmas de Gustavo Freile y Sonia Calero, como titulares de la cuenta, simultáneamente William Phillips, ordenó que el estudio de Nueva Zelanda elimine las firmas de los abogados. Después de poco tiempo el banco ANZ cerró la cuenta de la compañía Operadora BLC y enviaron el saldo al UBS Suiza por orden de Phillips. Abrir cuentas de paso para realizar transferencias y luego cerrarlas, era parte del mecanismo de corrupción.

Phillips dispuso a Calero abrir otra cuenta offshore con la ayuda de Benjamín Teale, en el Balboa Bank de Panamá, a nombre de la compañía Operadora BLC, pero seguidamente la institución financiera fue intervenida por la Superintendencia de Bancos, bajo acusación de lavado de dinero y narcotráfico.

Una red de testaferros en el entramado empresarial

La primera empresa del Grupo Azul, W. Phillips S.A, fue creada en 1981, posteriormente constituyeron las compañías Caterpremier, Azulec, Impexazul, Tecnazul, Campetrol, Headsasa, Ofparis. “Los accionistas de estas empresas a la constitución eran empleados y Gerentes designados por el Sr. William Phillips. Empleados que fueron accionistas de empresas por orden de William Phillips: Gina Mantilla, Luis Gavilánez, Gonzalo Freile, Pablo Reyes, Wlkyria Vinueza. Era por orden del Sr. William Phillips que recibieran o devolvieran acciones, nadie podía negarse y no se recibía ninguna paga adicional ya que estas eran consideradas como funciones del personal clave”, revela Calero en la cooperación eficaz.

Calero indicó que por octubre de 2016, cuando fue llevada a Estados Unidos, Benjamín Teale, asesor de Phillips, le hizo firmar unos documentos en inglés alegando que eran para un estudio jurídico en Suiza. “Me indicó que era para que el banco no entregue ningún tipo de información de la cuenta bancaria de la operadora BLC, a nadie”. Un mes después fue trasladada a Florida donde afirma le hicieron firmar el formulario W-6 o W-8 a que firme como beneficiaria de la cuenta Operadora BLC de Suiza”. “El Sr. William Phillips no admitía el incumplimiento de una orden, decía “no me diga que no puede, no me diga que no hay solución, todo se puede y para todo hay solución, hasta para la muerte si tiene fé. Si no cumplíamos sus órdenes y disposiciones simplemente teníamos que renunciar a nuestras funciones y quedarnos sin trabajo”, concluyó.

 

La cooperación eficaz se convirtió en impudidad

Seis meses después de suscrito el acuerdo de cooperación eficaz con la exgerente financiera del Grupo Azul, un documento que señala pistas claras respecto a la existencia de una arquitectura empresarial y una telaraña financiera offshore marcada por la corrupción, se desconocen acciones judiciales impulsadas por el fiscal Carlos Baca Mancheno, para efectivizar el referido acuerdo de cooperación. En relación con el poderoso empresario William Phillips y otros altos ejecutivos de Azul involucrados por Sonia Calero, ni siquiera han sido llamados a declarar. ¿Cuáles son las razones? Al parecer, entre esos nombres a los que iban destinadas las millonarias transferencias bancarias, que Calero dice desconocer, pero que Phillips los escribía con su puño y letra, se encuentran altos jerarcas revolucionarios. ¿Recuerdan las palabras de Phillips? “… para todo hay solución, hasta para la muerte si tiene fe”. El dinero y la fe cuando se juntan pueden hacer milagros.