Durante un período de 12 años, entre 2007 y 2018, se desconocen las circunstancias exactas de muerte de aproximadamente 7,379 ecuatorianos, lo que equivale a un promedio alarmante de 615 muertes por año, o 1.7 ecuatorianos cada día. Estas cifras revelan una posible violación sistemática de los derechos humanos y una situación de impunidad generalizada en Ecuador. Cada una de estas muertes violentas sin esclarecer representa potencialmente un crimen sin resolver y una violación flagrante del derecho fundamental a la vida. La acumulación de miles de estos casos socava el Estado de Derecho y pone en tela de juicio el cumplimiento del Estado de sus obligaciones internacionales en derechos humanos.