“Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad tal vez no merecemos existir” Con estas potentes palabras de Fernando Villavicencio se dio inicio a este homenaje ciudadano en el histórico escenario de la Sala Capitular del Convento de San Agustín, donde se firmó el acta de independencia en 1809.