Con lo que costó el plan de mejores prácticas para los trabajadores de la Refinería de Esmeraldas, se pudo haber construido 50 escuelas del milenio, repavimentar 500 kilómetros de vías o edificar 79 centros de salud tipo C, los más completos del país. USD 200 millones fueron destinados para capacitar personal y enseñar inglés.
Alex Bravo, ex gerente de Petroecuador, responsable del proyecto de rehabilitación de la Refinería Esmeraldas, ahora en prisión, acusado de tráfico de influencias.
En diciembre de 2015, durante la inauguración de la repotenciada Refinería Esmeraldas, el ex gerente de Petroecuador, Alex Bravo Panchano, ahora preso por corrupción, dijo: “Estamos enfocados en que el personal aprenda el idioma (inglés). El pensamiento, el conocimiento, es uno de los componentes en el que se ha invertido 200 millones de dólares en el personal de Refinería Esmeraldas (…) La refinería cambió y la revolución ciudadana triunfó, con este cambio aseguramos el cambio de la matriz productiva”, concluyó Bravo, antes de sellar un abrazo con el vicepresidente Jorge Glas.
Luego de escuchar a Alex Bravo muchos pensaron que se trataba de un error, de aquellos ya comunes con los ceros de los más altos funcionarios del correísmo. Pero los 200 millones de dólares en capacitación y aprendizaje del inglés, eran más ciertos que los Panamá Papers.
El vicepresidente Jorge Glas, durante la sabatina 477 defendió la rehabilitación de la Refinería Esmeraldas y el trabajo de la firma KBC.
La respuesta de Glas fue igual de sentida, llena de agradecimientos y loas a las autoridades de la refinería. Pero su intervención en la sabatina 477 de mayo de 2016, fue la que magnificó la grandeza del proyecto refinador. “Es una repotenciación que nos llena de orgullo por el desafío técnico, el desafío de nuestros trabajadores. Cero accidentes. Esto es un récord mundial indudablemente en este tipo de proyectos, que genera riqueza para todos los ecuatorianos y que garantiza la operación de la Refinería…”.
Con esto quiso zanjar cualquier duda sobre la mega obra, empañada por el escándalo de Álex Bravo, quien llevó adelante el proyecto. Pero aunque Glas pretenda hacer creer que la repotenciación de la Refinería de Esmeraldas no tuvo errores y es “un ejemplo para el mundo”, hay realidades que no se pueden tapar con un dedo.
El joven ingeniero Julio Garrido, fue víctima de un grave incidente en una línea de slop. De acuerdo con las normas de seguridad industrial, él no debía hacer ese trabajo, sino un técnico experimentado.
En primer lugar, es falso que no se hayan presentado accidentes. Uno de esos es el que sufrió el joven ingeniero Julio Garrido, quien tiene quemaduras en el 40% de su cuerpo, por un incidente ocurrido el pasado 17 de enero que lo mantiene hospitalizado en Houston, mientras realizaba trabajos de mantenimiento, un caso que está documentado en todos los medios de comunicación impresos del país.
Julio Garrido fue trasladado desde Esmeraldas hasta Quito en ambulancia por vía terrestre y luego a Houston, donde permanece hospitalizado.
CORREA, TAMBIÉN ORGULLOSO
El presidente Rafael Correa no escatimó palabras para destacar la “maravilla“ de proyecto que se concretó en Esmeraldas. Dirigiéndose a los trabajadores de la planta, en un evento de preinauguración en agosto de 2015, subrayó que en su gobierno se acabó con la tercerización laboral, ganando dentro de la sala fervorosos aplausos.
No así en las afueras, donde laboraban aún centenares de obreros sujetos a tercerización y precarización laboral, a través de compañías creadas por la propia firma coreana SKE&C y otras multinacionales y nacionales, contratistas de la Refinería Esmeraldas.
Sin embargo, donde son más notorias las fisuras de la verdad oficial, es en los evidentes sobrecostos de la obra, principalmente durante la gestión del exgerente Alex Bravo y del ex ministro Carlos Pareja. Un ejemplo de esto es el Plan de Mejores Prácticas, que llevó a cabo la multinacional KBC Advanced Technologies Inc, con sede en Houston, Texas.
CIFRAS DEL PLAN MÁS CARO DEL MUNDO
El 18 de diciembre del 2012, se firmó el contrato entre Petroecuador y KBC Advanced Technologies Inc, por 99’863.500 dólares, con un plazo de ejecución de 48 meses. El objeto es “prestar el servicio de implementación del ‘PLAN DE MEJORES PRÁCTICAS PARA EL PERSONAL TÉCNICO OPERATIVO DE LA REFINERÍA DE ESMERALDAS’”. Es decir, ni siquiera implicaba diseñar el referido Plan, sino solo poner en marcha uno ya elaborado.
De los contratos para capacitación que se encuentran en poder de Focus, Petroecuador ha pagado, solo a KBC, más de 149 millones de dólares.
Y aunque el contrato suscrito entre la petrolera estatal y la multinacional estadounidense no admite ajustes en el valor a cancelar, sí permite hacer contratos complementarios. Por tal motivo, el 21 de marzo del 2014 y el 28 de noviembre del mismo año, se firmaron dos nuevos documentos legales de ese tipo, por un total de 49’422.300 dólares. Hasta ahí, el PLAN DE MEJORES PRÁCTICAS ya costaba 149’285.800 dólares.
Hay más. El 18 de noviembre del 2013, Petroecuador suscribió un contrato con HSB Solomon Associates LLC, por 1’992.100 dólares, para “prestar el servicio de ‘SUPERVISIÓN Y VALIDACIÓN DE LA LÍNEA BASE DE BUENAS PRÁCTICAS Y BENCHMARKING EN REFINERÍA ESMERALDAS’”, que tiene como antecedentes el contrato y trabajos realizados por KBC Advanced Technologies Inc.
El Benchmarking es una técnica para buscar las mejores prácticas dentro de una empresa, lo que quiere decir que se trata de un servicio ligado directamente al Plan ya mencionado. En total, Petroecuador ha gastado 151’277.900 dólares en este proyecto.
GLAS Y SU DEFENSA A LAS TRANSNACIONALES
En su sabatina del 28 de mayo pasado, el vicepresidente Glas mostró un video que, entre otras cosas, exalta la experiencia y capacidad de KBC Advanced Technologies Inc, haciendo hincapié en que presta servicios en 25 refinerías alrededor del mundo. Sin embargo, aunque se trata de una empresa reconocida en el mundo petrolero, este portal no encontró registros sobre la información de la que habla el Gobierno, aunque sí sobre dudas de su accionar.
La Procuraduría de México abrió una investigación en abril del 2011, por la asignación sospechosa de un contrato a favor de la multinacional estadounidense, por 42 millones de dólares, por parte de Pemex, la petrolera estatal de ese país. Uno de los hechos que llamó la atención de las autoridades de control, fue la rapidez para concederse el contrato.
Según información recogida por diario El Universal, la propuesta de KBC Advanced Technologies Inc fue presentada el 27 de agosto del 2010 y firmada el mismo día, sin dar tiempo para revisar y analizar la misma. Asimismo, existía evidencia de que la empresa extranjera comenzó a operar antes de que se firmara y formalizara el contrato con el Estado mexicano, lo cual no solo era ilegal, sino también un indicio de que se trató de una contratación previamente direccionada.
EL PLAN MÁS CARO DEL MUNDO BAJO LA LUPA
Como se ha referido, según declaraciones del ex gerente de Petroecuador, Alex Bravo, la cifra gastada en capacitación y en el aprendizaje del idioma inglés, llega a 200 millones de dólares, Focus tiene en su poder al menos 4 contratos relacionados con la capacitación de los trabajadores de REE. Para confirmar esta cifra, una semana antes de la renuncia de Bravo, remitimos un conjunto de preguntas que nunca fueron respondidas.
De acuerdo con los contratos, Petroecuador gastó en total 151’277.900 dólares en su Plan de Mejores Prácticas. Como ya se dijo al inicio de esta nota, con ese mismo dinero se hubiese podido construir 50 Escuelas del Milenio, repavimentar 500 kilómetros de vías o edificar 79 centros de salud tipo C, el más completo y de mayor envergadura según el Ministerio de Salud. No obstante, si se divide la millonaria cifra desembolsada para el número de empleados que recibieron la capacitación, las proporciones son igual de escandalosas.
Según la nómina de trabajadores de la estatal Petroecuador, en Esmeraldas laboran 1256 personas. Si se divide el costo del Plan de Mejores Prácticas para esa cantidad de trabajadores, se obtiene que el Gobierno gastó un promedio de 120.444 dólares.
Aunque si se toma en cuenta que el contrato dice que el servicio fue dirigido solo para el personal técnico operativo, la cifra se pudiera duplicar, ya que se estaría hablando solo de unos 600 empleados.
Pero tomando como base el cálculo más favorable para Petroecuador, es decir, de 1256 empleados, se llega a comparaciones increíbles. Por ejemplo, si se trataba de capacitar a sus empleados, con ese mismo dinero se pudo pagar una maestría en Harvard o Yale a cada uno, desde sus secretarias hasta los gerentes. Y si no se quiere ir tan lejos, una maestría en la universidad más cara del país puede costar la cuarta parte de ese valor.
Es decir, se pudieron pagar cuatro maestrías para cada trabajador de la Refinería. Lógicamente, si este mismo cálculo se hace solo para 600 empleados, todo se duplica.
Con lo que se gastó en el Plan de Mejores Prácticas para la Refinería, se pudo solventar casi por dos años la Universidad Central de Quito, que da cabida a más de 50 mil estudiantes.
Siguiendo con la educación, la universidad pública más grande del Ecuador, la Central de Quito, tiene un presupuesto de alrededor de 87 millones de dólares para este 2016. Es decir, con lo que se gastó en el Plan de Mejores Prácticas para la Refinería, se pudo solventar casi por dos años a este centro de estudios, que da cabida a más de 50 mil estudiantes.
Y si se hace esta misma suposición con el principal centro de estudios de Esmeraldas, la Universidad Luis Vargas Torres, donde el presupuesto es de 21 millones de dólares para este año, se obtiene que con el exorbitante gasto incurrido por Petroecuador se pudo financiar durante más de siete años a este establecimiento de estudios superiores.
Los 200 millones de dólares destinados a capacitación es una cantidad descomunal para nuestra realidad, y para el contexto del Estado ecuatoriano. Si la real intención era capacitar y promover el talento humano de la refinería de Esmeraldas, esa cifra pudo haber alcanzado para lo siguiente:
En total, Petroecuador hubiera pagado 197 millones de dólares por la educación de tercero y cuarto nivel; y, la obtención de doctorados y PHDs para 600 trabajadores, con los más altos estándares internacionales, y en las mejores y más prestigiosas universidades del mundo.
Con esa cantidad de recursos la Refinería de Esmeraldas, se hubiera convertido en uno de los mejores y más importantes centros tecnológicos, académicos y de investigación científica del mundo, en el campo petrolero y de refinación, hubiera tenido más PHDs que todo el Ecuador.
PERO, ¿DE QUÉ MISMO SE TRATA EL PLAN DE MEJORES PRÁCTICAS?
En los sucesivos contratos suscritos entre Petroecuador y KBC Advanced Technologies Inc no existe información que describa en qué consiste el Plan de Mejores Prácticas (PMP). Sin embargo, hay un boletín informativo para los empleados de la petrolera que, aunque da ciertas luces sobre el tema, también constituye un enigma de la Revolución Ciudadana.
En un documento de ocho páginas, titulado PMP NOTICIAS, al inicio explica que cerca de 30 consultores de la empresa estadounidense visitaron la Refinería de Esmeraldas y entrevistaron trabajadores de todo nivel y área, para hacer un diagnóstico.
Asimismo, indica que entre el 9 y el 11 de abril del 2013, se hizo un taller con representantes gerenciales de la planta estatal, pero la foto que demuestra la realización del mismo, es de un grupo de nueve personas frente a un cartel que ofrece suites hoteleras en venta, de una reconocida empresa inmobiliaria.
“Jamás se ha requerido personal extranjero que apoye el arranque o el paro de la REE, porque es la gente de Refinería la que tiene el derecho y la responsabilidad de operar las válvulas, las bombas. Nadie más, así sea el más experto”.
En la segunda página del boletín hay una entrevista, pero no dice a quién fue realizada. Son siete preguntas que resumen de forma muy general el trabajo realizado por KBC Advanced Technologies Inc. Por ejemplo, cuando se pregunta cuáles son las debilidades y fortalezas que ha encontrado el contratista en su primera fase de evaluación de la Refinería, la respuesta es:
“Todos nuestros grupos en sus entrevistas para evaluación, tanto con personal de operaciones como administrativo, coincidieron en destacar como fortaleza la experiencia del personal y la tremenda motivación y deseo de hacer de EPP-Esmeraldas una refinería competitiva y un mejor sitio de trabajo”.
Al final del documento, el director de KBC Advanced Technologies Inc, Kevin Smith, escribe una carta a todos los empleados de la Refinería, señalando que luego de nueve meses trabajando en la planta, creyó necesario dar una “visión general del viaje en que estamos embarcados….”, al tiempo de explicar que el objetivo del PMP es que los trabajadores mejoren sus prácticas cotidianas laborales y su potencial como empleados, realizando ciertos ajustes con procesos más claros, mejores sistemas y herramientas de apoyo.
NO SE JUSTIFICA CONTRATO PARA ASESORAR ARRANQUE DE PLANTA
Un ex superintendente de la refinería consultado por Focus, cuyo nombre mantenemos en reserva, sostiene que no se justifica un contrato de 48 millones de dólares para la gestión del paro programado: “jamás se ha requerido personal extranjero que apoye el arranque o el paro de la REE, porque es la gente de Refinería la que tiene el derecho y la responsabilidad de operar las válvulas, las bombas. Nadie más, así sea el más experto. El extranjero no conoce la planta, ni tiene la capacidad legal para operarla” y añade: “es lo peor que han hecho, hay unos cuántos gringos mirando. A ellos les pagan por estar parados, viendo como los otros trabajan y diciendo alguna cosa que se les ocurre. Ni se les entiende”.
Recuerda que ni en el primer paro de la Refinería, ni en la ampliación a 90.000 barriles en 1987, y luego a 110.000 barriles en el año 95, donde se hicieron cambios mucho más críticos, necesitaron de personal extranjero para el paro de la planta, pues fueron ellos, los propios trabajadores de la planta quiénes llevaron a cabo esas actividades.
Las críticas suben de tono cuando se conoce que la mayoría de instructores contratados por KBC eran ex trabajadores de la refinería, algunos incluso despedidos durante el gobierno de Rafael Correa, y una cosa eran las remuneraciones pagadas a los instructores y otras diametralmente distintas las registradas en los contratos.
Este nuevo gasto en capacitación, no es el único. Durante el año 2010, el entonces ministro de Recursos No Renovables Wilson Pástor y el Contralmirante Luis Jaramillo, presidente de Petroecuador, contrataron con las firmas extranjeras: Wood Mckenzie, Petrobras, Deloitte & Touche y Ernst & Young, la realización de estudios, diseños y estrategias, orientadas a optimizar los procesos técnicos, definir estructuras organizacionales y capacitar a los trabajadores de Petroecuador y Petroamazonas en el manejo de nuevas tecnologías. Estos contratos de alto nivel, en los que se incluyó al sistema nacional de refinación, representaron al país un costo de 10 millones de dólares.
Con los 200 millones de dólares gastados en capacitación se pudo haber construido una moderna planta para el tratamiento del azufre, el cual se sigue descargando al ambiente, poniendo en riesgo la salud de los esmeraldeños.