La llegada, la candidatura
Nosotros llegamos aquí, desde Ginebra, a un escenario absolutamente adverso de campaña. Ni el presidente ni su equipo inmediato, que éramos tres personas, no teníamos ningún tipo de apoyo logístico o financiero, incluso dos meses después de la Convención que proclamó a Lenin como candidato a presidente. Esto no es una queja, pero evalúen si existió o no acá un partido político que respalde el proceso de la Revolución Ciudadana. Operamos sin ningún tipo de apoyo y eso lo puede decir Doris Solís, quien vino casi llorando a decirme que no tenemos nada, qué vamos a hacer. Pero quizá eso era lo menos, porque uno busca como operar.
…Perdimos la segunda vuelta
La situación del país era lamentable, el país estaba polarizado, había una división terrible. Perdimos la primera vuelta y perdimos la segunda vuelta también, eso no fue ganado. Casi perdemos las elecciones.
Desde el principio debimos manejarnos con dos enfoques políticos totalmente diferentes en el discurso. Primero, analíticamente, nos dijeron que íbamos ganando las elecciones con 15 puntos de diferencia, eso nos aseguró el equipo político de Vinicio (Alvarado), tanto así que hasta ahora él tiene mucha vergüenza conmigo, porque repitieron hasta el último momento que nosotros ganábamos con 15 puntos de diferencia, tanto en la primera y la segunda vuelta. Tuvimos que tomar decisiones políticas fuertes, como formar equipos propios de análisis. Contratamos estudios y encuestas que nos decían que habíamos perdido las elecciones.
Y no entendemos todavía la obsesión de decir que teníamos seguro el triunfo electoral. No nos gusta pensar lo peor, como algunos que han dicho que se quiso que perdiéramos las elecciones, porque en un escenario de crisis económica y situación política tan polarizada y adversa, era más fácil perder las elecciones, estar en la oposición y gobernar desde el Estado, con el control de las instituciones del Estado, con el control de la Asamblea, menos el Ejecutivo. Eso nos dijeron, pero nosotros no pensábamos eso. En medio de ese escenario, nos decían que por inercia íbamos a ganar las elecciones, casi perdemos y tuvimos que hacer un esfuerzo grande para ganar la segunda vuelta.
Moreno aceptó la imposición de Rafael: Glas
Hicimos un proceso de diálogo político en la segunda vuelta que nos permitiera desarmar los ataques al frente más débil que teníamos y sabíamos, desde Ginebra, era el compañero Jorge Glas. El compañero Rafael insistió que él tenía que ser el candidato. Y el presidente Moreno aceptó esa imposición, sabiendo que los estudios y encuestas decían que con Jorge Glas nosotros íbamos a perder las elecciones. Pero por compañerismo y absoluta lealtad a Rafael, le dijo “Rafael, yo por lealtad y compañerismo acepto que Jorge sea mi candidato, con todos los riesgos que eso implica”. Ahora nos damos cuenta que para eso momento ya todo se sabía, la lista de Odebrecht, todo ese problema, etc, lo cual es una cosa terrible. Los diálogos con otros partidos nosotros los hicimos para neutralizar los ataques a Jorge Glas y jugar con el discurso de que nuestro enemigo común era la derecha representada por Lasso. Es decir, preferimos que ustedes sean nuestra oposición y no Lasso. Con esa estrategia y sin pedir nada a cambio, algunos partidos se abstuvieron de hacer campaña por Lasso y de atacar a Jorge. Y lo logramos, ganamos con las justas.
Correa no quiso a Patiño de Secretario de AP…
En ese escenario de polarización que ganamos, en los diálogos de transición, nosotros le planteamos a Rafael Correa un equipo mínimo, que ustedes saben siempre fueron el equipo mínimo de confianza de Correa, Vinicio Alvarado, Alexis Mera y Javier Ponce. Ni siquiera Ricardo (Patiño) era parte de eso, porque Correa nunca quiso siquiera que fuera el secretario del Movimiento. Tuvimos una pelea terrible con él por eso.
Y a ese equipo les planteamos los ejes estratégicos para arrancar la gestión del gobierno. Y los ejes estratégicos que le dijo Lenin en esa reunión a Rafael, fue “hermano, nosotros vamos a transitar alrededor de tres ejes estratégicos, y quiero que los conozcas y contamos con tu apoyo”. No le pidió ninguna autorización. Y gente como Vinicio Alvarado, Doris Solís, Ricardo Patiño, pensaban que Lenin tenía que pedirle autorización para gobernar a Correa.
No vamos a ceder en nada, pero tenemos que dialogar…
En esa reunión les planteamos tres cosas: una, el diálogo. No vamos a ceder en nada pero tenemos que dialogar, que se sientan escuchados. Y le dijimos, Rafael, como te vas, es una oportunidad para poder ampliar la base social y política del proyecto y poder acoger en nuestro seno a pueblos y nacionalidades, organizaciones de mujeres, partidos y movimientos políticos regionales, para que vengan con nosotros. Del diálogo les vamos a entregar algunas cosas, que de todas formas tenemos que corregir, porque sí hemos cometido errores, y de esa forma ganamos gobernabilidad, se acaba la estrategia del fraude, y preparamos el camino para tener una base social y política amplia de respaldo a la continuidad al proyecto político.
A Rafael le pagamos tres personas como asistentes en Bélgica…Más su seguridad
Inmediatamente, ahí Rafael y sus asesores dijeron que eso iba a significar retroceso, que eso era ceder, que parecía una traición. Con la primera estrategia, vino la primera diferencia. En el diálogo con la Conaie, tuvimos como respuesta un tuit muy grosero, muy feo, por parte del compañero Rafael, diciendo que eso era miserable y mediocre. No podíamos nosotros administrar el gobierno con odio y pasiones personales, independientemente del cariño y respaldo que podamos tener al compañero Rafael, que en Bruselas tiene tres personas pagadas por nosotros asistiéndolo y un equipo de seguridad pagado por nosotros. Y todavía todo su entorno funciona con el apoyo nuestro y se lo vamos a mantener. Él puede decir todo lo que quiera, pero Lenin ha dicho que él tiene ese derecho. Tenemos a tres personas en la embajada, apoyándolo a él como asistentes. Y con puestos diplomáticos, trabajando sólo para él. Para que sepan. Para que nos golpeen a nosotros. Suena paradójico.
Segunda estrategia: ¿Qué hicimos mal?
La segunda estrategia era hacer una evaluación autocrítica de aquello por lo que nos atacaron y que según las encuestas de dos años atrás, era en lo que estábamos fallando. Pero no rectificábamos solo por necedad. Entonces dijimos que vamos a emprender una evaluación autocrítica de los sectores más sensibles y por los cuales casi perdemos las elecciones.
Desafortunadamente, en algunos de estos sectores, a algunos ministros, al propio presidente Moreno, él lo ha aceptado, también se le fue la mano en sus expresiones, pero porque el compañero saliente comenzó a exagerar en la confrontación política y, claro, tuvo una respuesta absolutamente humana del otro lado. Pero esa fue la estrategia que dos semanas antes de la posesión, se le planteó al equipo saliente, que necesitamos evaluar la situación económica, sincerar las cifras, hacer una revisión del sector de Hidrocarburos, porque nunca antes se había hecho siquiera un inventario del sector.
Necesitábamos evaluar la obra pública, teníamos 200 proyectos parados desde el 2016, todo era un relajo absoluto. La evaluación autocrítica era necesaria si queríamos sobrevivir. Teníamos que utilizar los primeros 4 meses de este gobierno en realizar esta autoevaluación, ese era el plan.
Rafael sabía que todo lo que denunciaba Villavicencio era verdad
Y el tercer tema que le planteamos al presidente saliente, fue “hermano, tenemos que ir en serio en la lucha contra la corrupción”. Y eso significa simplemente abstenernos, nosotros tenemos que actuar en una posición pasiva como Ejecutivo. Como Ejecutivo lo único que vamos a hacer es crear un Frente de Lucha y Transparencia contra la corrupción, para hacerle contrapeso en esta etapa de transición política a la Comisión Anticorrupción. Porque había que frenarla, había ganado mucha legitimidad.
Y además, sabíamos que todas las denuncias que hizo la Comisión Anticorrupción y personajes tenebrosos como Villavicencio (Fernando), eran verdad. Estando en la transición comenzamos a recibir información y nuestros compañeros Rafael y otros sabían, siempre supieron, que todo lo que denunciaban la Comisión Anticorrupción y Villavicencio, era verdad,las denuncias eran ciertas. Debíamos tomar una decisión política y crear un mecanismo para contrarrestar a la Comisión. Por eso se hizo este Frente.
Si nosotros no hacíamos estos tres actos que ahora nos dicen que es traición, no sé ahorita donde estaríamos.
Rafael siempre lo ha sabido
La segunda acción que tomó el presidente y la mantiene hasta ahora, y se la dijimos a Rafael, él siempre lo ha sabido, son cinco medidas para asegurar la continuidad política e ideológica de la Revolución Ciudadana. La primera, mantener el equipo económico que ha estado formándose a lo largo del proceso político. Esa fue la primera medida, asegurar que el equipo económico continúe para asegurar coherencia económica bajo una nueva conducción política.
Segundo, el presidente decidió mantener un equipo político sólido y el buró político del presidente es de compañeros históricos de este proceso. Allí estaban Paola Pabón, Ricardo Patiño, Gabriela Rivadeneira, Miguel Carvajal, Augusto Barrera, Fernanda Espinosa, Rosana Alvarado, Fander Falconí. ¿Allí está la derecha? Analicemos el buró político del presidente Correa: Vinicio Alvarado, Alexis Mera, Javier Ponce, Doris Solís… De los compañeros que mencioné al inicio, ninguno estaba en el buró de Correa porque decía que eran izquierdistas infantiles. Fue un acuerdo con él y dijo, excelente, está bien.
La tercera medida política de continuidad fue mantener el equipo que ha crecido en la planificación pública. Para eso pedimos recomendación a quienes habían sido secretarios de Senplades. La cuarta medida fue asegurar que el equipo de Defensa, seguridad e Inteligencia, continuara siendo el mismo. Y allí están, continúan. Y le dimos un espacio a compañeros que han estado con nosotros 10 años y hasta se sentían marginados, que son los del Partido Socialista y se designó a su presidente como ministro de Defensa.
Y el quinto eje fue el de la política exterior. Continuidad política-ideológica, que esté en manos de gente nueva. Y allí nombró a María Fernanda Espinosa.
Corrupción: Ahora me acusan de ser de la CIA
No hemos aceptado defender institucionalmente a compañeros inmersos en actos de corrupción, lo que era una absoluta irresponsabilidad. Todos los días nos llaman presidentes, cancilleres de países hermanos, intelectuales europeos, periodistas destacados, y nos dicen que los compañeros Rafael y Gabriela se dedican con una central telefónica, a hacer llamadas a compañeros que viven en el exterior y les dicen que nosotros somos traidores, porque hemos traicionado a Correa y tenemos preso a Jorge Glas.
Y les dicen que estamos siguiendo el guión de una conspiración de la CIA. Me llaman sorprendidos, gente que me conoce mucho tiempo, diciendo que les han dicho que yo formo parte de esta conspiración de la CIA para meter preso a Glas y después a Correa. Todo esto carece de lógica. Nosotros entendemos esa relación de mejores amigos de la infancia de Rafael y Jorge, pero no por eso va a arrastrarnos a todos en un problema para destruir el partido político, que es lo que está intentando hacer.
El futuro
Lo más probable es que algunos compañeros decidan formar otro partido político y nosotros seguiremos con las siglas y la bandera de Alianza País, regresando a los orígenes de la Constitución de Montecristi.
Tal vez fui infidente y dije cosas que no debí decir, pero no importa. No pasa nada.