Simular se define como hacer parecer que existe u ocurre una cosa que no existe o no ocurre. El negocio real nunca fue de Petrochina u otras empresas estatales, cada cargamento de crudo, en el mismo puerto de Esmeraldas, era endosado a las empresas intermediarias del grupo Gunvor. Una fórmula de corrupción que empezó a ser revelada por nuestro medio desde hace una década y que acaba de ser confirmada hace poco por la justicia de los Estados Unidos.
La campanada de la justicia gringa
Estados Unidos sigue desmantelando la red de corrupción del correísmo en Petroecuador. Quince personas, entre funcionarios, contratistas y lobistas, han reconocido ante la justicia de ese país, que recibieron y/o entregaron sobornos para lograr contratos con la petrolera ecuatoriana. Las confesiones superan ya $60 millones de dólares.
El último en declararse culpable de sobornar a funcionarios de Petroecuador es el vicepresidente de Gunvor, Raymond Kohut, quien reconoció que entregó $22 millones en coimas para que Petroecuador le entregase el crudo a dos empresas asiáticas con las que Gunvor tenía acuerdos para comercializar y vender los productos petroleros ecuatorianos.
Gracias al millonario esquema de sobornos, el crudo ecuatoriano entregado a Petrochina, Unipec y Petrotailandia terminó en manos de Gunvor, a través de las intermediarias Taurus Petroleum, Core Petroleum, Ursa Shipping, Gunvor S.A. y Castor Petroleum. Compañías relacionadas con el empresario Enrique Cadena Marín, a quien este medio ha identificado como el “consultor 2” (ciudadano de Ecuador y España) tanto en los esquemas de sobornos de Vitol-Oman Trading, Core Petroleum y Gunvor.
La denuncia del agente del FBI, James Kelley, señala que Gunvor “ayudó a obtener financiamiento por aproximadamente $5.400 millones en préstamos respaldados con petróleo de las entidades estatales a Petroecuador de conformidad con los contratos”.
Y que el esquema de pagos irregulares surgió con el primer contrato de compraventa de crudo, que se firmó en 2009 con Petrochina, para garantizar el préstamo de $1.000 millones que China le entregó al Ecuador.
Las líneas de crédito pagadas con petróleo se basaron en convenios de alianzas estratégicas y en el decreto 466, firmado por Rafael Correa Delgado.
Si bien el primer contrato de préstamo se firmó con Petrochina, fue la empresa Gunvor la que negoció y pagó la coima para que Petroecuador le diera el contrato.
Ese esquema se repitió tantas veces y solo quedó en evidencia cuando se descubrió la trama del caso Vitol, que en 2016 pagó las coimas por el contrato adjudicado a Oman Trading International Limited.
Quiere decir que fueron las intermediarias las que realmente controlaron los contratos de préstamos soberanos, garantizados con petróleo. Algo que, expertos consultados llaman simulación contractual.
En septiembre de 2020, el Consorcio Internacional de Periodistas – ICIJ, con información obtenida de la Unidad de Inteligencia Financiera Estadounidense (FinCEN), reveló que la empresa Fairgate Trading Corp., de propiedad de Enrique Cadena Marín, recibió $10,2 millones de la intermediaria Core Petroleum, firma vinculada a Taurus Petroleum, Castor Petroleum, Ursa Shipping y Gunvor. Core al igual que sus relacionadas revende el crudo ecuatoriano.
En Ecuador Core Petroleum está representada por el abogado Daniel Pino, que también es patrocinador jurídico de Enrique Cadena. Además, Pino figura como representante de Oman Trading, pantalla de Vitol.
A los contratos con Petrochina le siguieron otros con Unipec Asia Co. Ltd. (Sinopec), PTT Petrotailandia Public Company Limited, Oman Trading International Limited. Aunque los contratos comerciales suscriben las empresas estatales, los contratos de fletamento de buques con Flopec lo realizan las intermediarias.
En el caso de Petrochina, toda la documentación referida a los cargamentos del crudo se entrega a Petrochina International América, firma creada en Panamá y domiciliada en Houston, Texas.
Los documentos judiciales explican que Raymond Kohut no montó el esquema de sobornos, solo. Le ayudaron dos “consultores” que, a través de dos empresas gestionaron, cobraron y repartieron las coimas a tres funcionarios de Petroecuador. El mismo esquema que usó Javier Aguilar de Vitol, hecho público en diciembre de 2020.
Las investigaciones de Periodismo de Investigación PI encaminan nuevamente a ratificar que los consultores 1 y 2 en ambos casos (Vitol y Gunvor) son los mismos empresarios: Antonio Peré (consultor 1, un ciudadano de Ecuador, Estados Unidos y España) y Enrique Cadena Marín (consultor 2, ciudadano de Ecuador y España), identificado como agente de Gunvor.
Kohut y los consultores “ofrecieron, prometieron y pagaron sobornos” a funcionarios ecuatorianos a cambio de que ayuden a Gunvor y a otros, a “obtener y retener negocios con Petroecuador”.
De los funcionarios sobornados, la denuncia de Kelley dice que uno ocupó un cargo alto en Petroecuador entre 2010 y mayo de 2017. Dados los hechos y las fechas todo conduce al exgerente de Comercio Internacional Nilsen Arias Sandoval, que ocupó ese cargo entre 2010-2017. Arias también aparece en el esquema de sobornos de Vitol como alias “gordo”.
El funcionario 2 “tuvo responsabilidades en el sector energético” entre 2018 y marzo de 2020 en el Gobierno. Fuentes de PI señalan que se trataría del exministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, José Agusto Briones.
De mayo de 2017 a mayo de 2018, José Agusto fue asesor del entonces ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez. Luego fue nombrado Secretario Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) y a finales de 2018, secretario de la Presidencia.
En noviembre de 2019, se posesionó como ministro de Energía y Recursos Naturales, cargo al que renunció en marzo de 2020. José Agusto Briones es parte de otra trama de sobornos conocida como Las Torres, causa por la que se encuentra detenido.
Uno de los operadores políticos de Enrique Cadena Marín, en el gobierno de Lenín Moreno, fue el exconsultor presidencial Santiago Cuesta Caputi, quien reconoció ser compadre del “zar petrolero”.
La relación de Cadena y Cuesta se confirmó en al menos una transferencia bancaria de 2012, por $200 mil. El poder de Cadena se hizo presente en la campaña electoral del binomio Moreno – Glas en 2017, con varios compromisos económicos.
El funcionario 3, según los documentos judiciales, reemplazó al “alto funcionario 1” a partir de 2017 en Petroecuador. Este medio le consultó a Mauricio Samaniego, quien también ocupó la gerencia de comercio internacional. Le preguntamos si estuvo involucrado en el sistema de sobornos.
Respondió que esos contratos fueron firmados años antes de que ocupe cargos en Petroecuador, que al no haber sido parte de acuerdos del pasado no había razón para que su nombre sea involucrado en el caso: “yo no reemplacé a Nilsen Arias en la gerencia de comercio internacional, yo reemplacé a Jorge Cisneros y nunca supe de Gunvor, si se quiere certezas soliciten los nombres a la justicia”, dijo.
Samaniego ocupó el cargo de gerente de comercio internacional entre diciembre de 2017 y noviembre de 2020.
La única negociación directa realizada por Gunvor, fue en 2020, asociada a la firma Sycar, durante el gobierno de Lenín Moreno, cuando obtuvo de forma discrecional una autorización para importar gas natural, un acuerdo comercial cuestionado por varios sectores.
El esquema
En el caso Gunvor, los consultores crearon empresas en Panamá e Islas Vírgenes para gestionar, ocultar y realizar los pagos irregulares.
Los sobornos salían de las cuentas de Gunvor en Singapur a las cuentas bancarias de los consultores en Suiza, Panamá e Islas Caimán. Luego, las coimas eran transferidas a las cuentas de los funcionarios de Petroecuador. La mayoría de los pagos realizados por Gunvor se hicieron a través de cuentas bancarias en EE. UU, “en parte para ocultar las ganancias de los esquemas de sobornos”.
Para lavar las coimas simularon contratos de consultorías ficticias. Tal como lo hizo Vitol (y Odebrecht) en sus sistemas de sobornos, porque el dinero sucio debe justificarse de alguna forma.
Los consultores celebraron contratos falsos de consultorías con una subsidiaria de Gunvor en Singapur. Esos acuerdos establecían que Gunvor pagaría a las “empresas consultoras” una comisión por cada barril de petróleo que obtuviese.
El mismo mecanismo que usaron Enrique Cadena Marín y Jaime Baquerizo Escobar para cobrar las comisiones por “ayudar” en las negociaciones en la primera preventa de crudo firmada con Petrochina en 2009. Es así como el crudo que salió de Ecuador terminó en manos de Gunvor.
Contrato de Eston Trading
Solo en ese contrato Ecuador entregó más de 69 millones de barriles. La misma Contraloría General del Estado reconoció que el crudo ecuatoriano entregado a Petrochina tenía “libre destino”, no llegaba a China porque se revendía en otras partes del mundo y era cargado por Taurus Petroleum, cuyos propietarios Ben Pollner y Edward Pollner, también administraban Castor Petroleum y Gunvor S.A. de Panamá, esta última creada en 2007. Una de las cláusulas negociadas con los sobornos fue la introducción en los contratos de la cláusula de libre destino, violando la normativa de alianzas estratégicas.
A cambio de su gestión, Cadena y Baquerizo, a manera de comisión, recibieron $1 dólar por cada barril que Petroecuador entregó. Fue Castor Petroleum -otra intermediaria- quien pagó las comisiones a través de Waterway Petroleum Ltd., compañía que también es parte del grupo Gunvor.
Waterway Petroleum Ltd simuló contratos de asesorías en comercialización de crudo con Eston Trading Ltd., una compañía creada en Nevada, EE. UU. con dinero de Naparina Corp. S.A, de Enrique Cadena. Eston Trading a su vez contrató a Livinstong Financial Corp. para que sea su agente, a cambio de una comisión de $ 0,80 por barril. Es así como USD 0,20 fueron a la cuenta Eston Trading Ltd. y USD 0,80 a Livingston Financial.
La ruta peruana
Información de Petroperú nos permitió confirmar el perjuicio en la intermediación. El crudo ecuatoriano facturado por Petroecuador a Petrochina, Unipec y PTT y entregado en el puerto de Esmeraldas, presenta entre 3 y 5 dólares menos que el precio de facturación (precio de mercado) pagado por la estatal peruana a las intermediarias Gunvor, Core, Taurus y Castor.
Considerando una diferencia promedio de 3 dólares por barril y 1300 millones de barriles comprometidos, el perjuicio para Ecuador hasta el año 2024, llegaría a $4 mil millones.
Este medio ha publicado más de una docena de reportajes sobre la relación de Cadena con las intermediarias y funcionarios de Petroecuador. En un reportaje de septiembre de 2019, el portal hizo público un correo electrónico, de enero de 2011, en el que José Ordóñez (Cortisona), ejecutivo de Petroecuador, le comunicaba a José San Martín, empleado de Cadena, que habían “valores pendientes en el tema de Petrochina, puesto que inclusive no se canceló valor alguno en las fiestas navideñas.
Te solicito realizar las gestiones pendientes a fin de regularizar los pagos de manera continua”, se lee en la comunicación.
Otros correos a los que este medio ha tenido acceso dan cuenta de la relación comercial existente entre Cadena y los ejecutivos de Taurus Petroleum, Core Petroleum y Castor Petroleum.
En estos documentos se advierte que son los intermediarios quienes manejan la cadena de trading, coludidos con las empresas estatales que sirven de pantallas para evitar la licitación.
La investigación de Estados Unidos, basada en información proporcionada por dos testigos cooperantes, registros bancarios, llamadas telefónicas y reuniones grabadas, comunicaciones de WhatsApp y correo electrónico, revisión de contratos, acuerdos y otros documentos, señala que, hasta febrero de 2020, Kohut y sus conspiradores se reunieron en Estados Unidos para tratar el tema de los sobornos en Petroecuador.
¿Pero, cómo se conocieron Raymond Kohut y Enrique Cadena?
Kohut conoce bien cómo funcionan los negocios petroleros en Ecuador. Hace 20 años fue gerente de relaciones comunitarias del Consorcio OCP (integrado por Occidental Petroleum (Oxy), Alberta Energy Corp., Kerr McGee, AGIP-ENI, Perez Companc, Repsol-YPF, Techint) que construyó el oleoducto de crudos pesados.
Cuando estuvo vinculado a Oxy (que extraía crudo del bloque 15 en las provincias de Sucumbíos y Orellana) conoció a Carlos Cadena, este a su vez, le presentó a Enrique Cadena. En 2006, Oxy dejó el país porque el presidente Alfredo Palacio declaró la caducidad del contrato por violar la Ley de Hidrocarburos. Enseguida la compañía Taurus Petroleum, de la mano de Enrique Cadena, se adjudicó los cargamentos de crudo de los campos que estaban a cargo de Oxy. Kohut y Cadena empezaron a trabajar juntos comercializando el crudo ecuatoriano.
En enero de 2013, el libro “Ecuador, made in China”, de Fernando Villavicencio, reveló el millonario negocio que tenían las intermediarias con el crudo ecuatoriano. Identificó a Enrique Cadena, Raymond Kohut y varias empresas intermediarias como los dueños del negocio de la intermediación y reveló que Kohut, de Gunvor en Ecuador, estaba vinculado desde hace años a Castor Petroleum y Taurus Petroleum.
Para 2013 la fiscalía de New York investigaba las operaciones de Gunvor y recibió información de respaldo del libro Ecuador made in China.
En 2014 el gobierno de Obama emitió sanciones en contra de Gunvor Group.
En Ecuador los representantes de Gunvor son el estudio Bustamante & Bustamante, que además tiene relación con Taurus Petroleum, pues Bayardo Poveda, abogado de ese estudio, endosaba los conocimientos de embarque de Petroecuador – Petrochina a nombre de Taurus Petroleum. Bayardo Poveda es primo hermano de Rafael Poveda, exministro Coordinador de Sectores Estratégicos del régimen correísta. El referido estudio jurídico, también asesoró al exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado por corrupción.
Miles de documentos en poder de PI y de la Fiscalía de Ecuador, confirman las rutas del petróleo y del dinero. Los conocimientos de embarque (bill of lading) son endosados en representación de Petrochina América (off shore panameña) por el banco Paribas y en representación de Taurus Petroleum por Bayardo Poveda (Bustamante & Bustamante).
La refinería compradora del crudo deposita el dinero en la cuenta de la empresa intermediaria (Taurus) en el Paribas. A través de correo electrónico, Natasha Lecomt, operadora de Taurus, autoriza transferencia de la comisión, de la cuenta del Paribas a una cuenta de Enrique Cadena (Consultor) en el JP Morgan de EEUU. Y, de acuerdo con las investigaciones de la justicia norteamericana, de esos recursos, el consultor entregó los sobornos a los funcionarios del gobierno de Rafael Correa.
¿Quiénes ganaron en el negocio de la compraventa de crudo?
Todos, menos Petroecuador. La comercialización de crudo en Ecuador es un negocio lucrativo de las intermediarias que se esconden detrás de las fachadas de las empresas estatales con el fin de evitar los procesos de licitación.
Ganan las intermediarias que compran el crudo más barato y lo revenden en cualquier parte del mundo a precios mayores a los comprados a Petroecuador. Análisis comparativos de precios de los mismos buques facturados en Ecuador, difieren hasta en 5 dólares el barril, de los facturados en refinerías de Perú.
Ganan las empresas estatales y sus países. En el caso de Petrochina que, aunque no comercia directamente con el crudo ecuatoriano, gana porque tiene negocios a futuro. Entregando préstamos con altos intereses y garantizados, además, con crudo a precios inferiores a los del mercado.
Gana el gobierno chino que obliga a Ecuador a contratar con sus empresas, utilizando parte de los créditos (tramo B) para financiar obras con sobreprecios.
Conclusión:
Entre 2009 y 2020, los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, suscribieron líneas de crédito por más de 20 mil millones de dólares, garantizadas con la entrega de 1300 millones de barriles de petróleo y fuel oil, hasta el año 2024.
Dependiendo del precio del petróleo, se estima que durante ese período Ecuador entregó un volumen cinco veces superior al requerido para cubrir el monto de la deuda. Es decir, con un precio promedio de 60 dólares el barril, se requería apenas 350 millones de barriles para pagar la deuda total, pero se comprometió un volumen cinco veces superior.
Las empresas estatales y sus intermediarias manejaron $80 mil millones en negocios a futuro, lo que en buen romance significa que acabaron prestando a Ecuador su propio dinero con intereses usureros. Una auténtica estafa transnacional.
Los negocios con Petrotailandia ponen claridad sobre este mecanismo delictivo. El contrato de provisión de crudo con PTT no cuenta con un colateral financiero, es decir no hay banco que garantice el crédito. ¿Cómo así una empresa petrolera presta dinero con intereses?
En realidad los créditos salen de los propios intermediarios que utilizan el petróleo como garantía o de otras fuentes sospechosas. El contrato no lo firma la empresa pública de Tailandia, sino su trader privado de Singapur. Fuentes del sector confirmaron a PI que los contratos con PTT fueron negociados por Nilsen Arias, William Vásconez, Marco Calvopiña y Antonio Peré. Este último vinculado al caso Odebrecht por José Miguel Terán, quien reveló que la constructora brasileña entregó millones de dólares a Marco Calvopiña, a través de una off shore de Peré.
La participación de Antonio Peré como operador del correísmo fue confirmada por el exministro de Hidrocarburos Carlos Pérez, al revelar que Peré junto a William Phillips (Crupo Azul), -en representación de Jorge Glas- negociaron con él, cuando representó a Halliburton, un crédito de $1500 millones a cambio de la concesión del campo petrolero Sacha. Un negocio que finalmente no prosperó.
Durante los últimos 14 años, las negociaciones de deuda externa y negocios de los sectores estratégicos, especialmente con China y Tailandia, contaron con la asesoría de la firma norteamericana Hogan Lovells (HL). Este portal pudo establecer que en la actualidad HL gestiona créditos al sector público y privado de Ecuador y uno de sus operadores es el exsecretario de crédito público, William Vásconez.
El engaño revolucionario
En 2007, el flamante presidente Rafael Correa Delgado, condenaba la intermediación petrolera: “Regalábamos nuestros dineros a las transnacionales y a los intermediarios, ahora se acabó la intermediación de los crudos. Petroecuador es la única empresa de producción de crudo que yo conozco, que no vende al consumidor final, que es la refinería, sino al intermediario.”, decía.
El discurso aplaudido por millones le permitió al joven mandatario -autoproclamado izquierdista-, levantar un andamiaje jurídico y contractual dirigido a entregar directamente el petróleo ecuatoriano a empresas estatales de los “países amigos”. En boca de Correa, el crudo debía ser llevado a las refinerías públicas. Supuestamente, era la muerte de los intermediarios.
Nadie se imaginaba que ese discurso resultaría una estratagema orientada a ocultar a viejos y nuevos traders, utilizando como pantallas a empresas estatales de los «países amigos».
Así, en casi quince años de revolución ciudadana, se perpetró uno de los mayores negociados de la historia petrolera ecuatoriana, delito que ahora empieza a ser confirmado por la justicia de USA.