Estas esferas fueron retratadas de manera pedagógica y con crudeza por Fernando en tres momentos importantes entre mayo del 2022, hasta el último momento de su vida, el 9 de agosto del 2023. Las investigaciones que Fernando hizo, ahora han cruzado al lado de lo judicial transmutándose en los casos Metástasis, Purga y León de Troya-Encuentro en la Fiscalía.
En todos estos casos se repite un patrón: la toma de las instituciones de justicia, ministerios y empresas y negocios estatales, de la mano de estructuras partidistas: el correísmo, morenismo y lassismo, por parte de las mafias. ¿Qué mafias? los carteles del narco, la mafia albanesa y la de los puertos. Ya lo había dicho Fernando: “no existe narco sin poder político.
A todos ellos Fernando los señaló y los incomodó. Entre todos ellos podrían estar los autores intelectuales del crimen de Fernando, aunque por el momento no se conoce cuál es el camino que está tomando la Fiscalía para llegar a dar con ellos. Más bien se conoce que las investigaciones han sido clasificadas como con “doble reserva”, una figura jurídica que aparentemente no existe, pero que sí genera dudas sobre los motivos del hermetismo.
Esferas que se entrecruzan, actores que se repiten
En primera instancia, está la publicación de la foto de la denominada ‘narcopiscina’, en mayo del 2022, en la que confluyen claramente los poderes vinculados al correísmo, los negociados en hospitales, y en empresas eléctricas.
Los representantes de estos sectores no quedaron conformes con que su alianza haya sido expuesta en una piscina del exceso, como diría Fernando. Acto seguido, como lo indican los chats de Metástasis, estos personajes planificaron cómo silenciar a Fernando con la ayuda del narcotraficante Leandro Norero. El plan incluía dañar la honra del entonces asambleísta, sacarlo de la Asamblea gracias a denuncias que fueron presentadas por ‘cuadros del correísmo’.
¿Qué ha sido de la vida de los célebres tetones o Los Tetas, como de los conoce coloquialmente? Xavier Jordán (negociados en hospitales, y Metástasis) Ronny Aleaga (ex latin King) y Leonardo Cortázar (negociados en las eléctricas) son también apuntados por la mira de la justicia, aunque sin resultados pues están fuera del país.
La segunda esfera señalada con el dedo acusador de Fernando fue la de los puertos: la puerta grande de salida de la droga en Ecuador. Esta guerra casi invisibilizada hasta ahora, se dio cuando Fernando anunció que se haría una investigación sobre varias off shore: Yeten Services, Fundación Ingersa Internacional y Fundación Ingersa Internacional LLC. Luego habló de otras empresas relacionadas con los puertos como Hans Managment Limited, Rapallo Investments, Venevest, Rapallo Trust.
En seguida en un imprudente comunicado de Jaime Nebot Saadi -a quien el presidente de la Comisión de Fiscalización, ni siquiera había mencionado- amenazaba a Fernando por haberse metido con su familia, y que eso le daba la absoluta libertad de proceder: “en la forma que yo crea conveniente”. Así Nebot delataba su enojo por la línea de investigación que había emprendido Fernando Villavicencio.
La investigación la inició a raíz de los allanamientos que se hicieron a José Joaquín Franco (abogado de Nebot), en su casa y oficina, como parte del caso Las Torres. Pocas semanas después, Fernando Villavicencio puso en conocimiento de Fiscalía una investigación sobre un posible plan para silenciarlo, en modo sicariato por parte de cinco asambleístas: cuatro del correísmo, y uno más del Partido Social Cristiano: el temible Pablo Muentes, hombre de confianza de Nebot, ahora procesado por el Caso Purga y recluido en la cárcel de La Roca.
Fernando también enfrentó al lassismo cuando desde la Comisión de Fiscalización inició una investigación que buscaba profundizar casos de corrupción que se estaban dando en las empresas públicas, durante la administración de Guillermo Lasso.
En agosto de 2022, justamente un año antes del asesinato, comenzó a investigar los presuntos actos de corrupción e irregularidades de las empresas públicas bajo el control de la EMCO. La Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO) se había convertido en una suerte de botín apetecido por las mafias y los grupos económicos para lucrar de lo público. No en vano, esta empresa reinaba, decidía, en las principales empresas del sector estratégico como Petroecuador, las eléctricas, entre otros. El zar de esas empresas, en el tiempo de Lasso era el ahora prófugo y bajo trámite de extradición, Hernán Luque Lecaro.
El informe de dicha investigación, realizada por Fernando en conjunto con el Frente Parlamentario Anticorrupción, señalaba presuntos hechos de corrupción que se habían generado, a partir de la contratación pública en las empresas a cargo de EMCO, mediante compañías y consorcios de papel, donde venía operando una estructura de delincuencia organizada desde la época del expresidente Rafael Correa Delgado, Lenin Moreno Garcés y el gobierno de Guillermo Lasso. En los tres gobiernos está como denominador común Leonardo Cortázar, conocido también como “el hombre de la piscina”.
El informe también develó el posicionamiento de grupos de delincuencia transnacional cuyos tentáculos alcanzarían a miembros de la Policía Nacional y personas relacionadas con funcionarios públicos del gobierno del presidente Guillermo Lasso Mendoza. Finalmente, ponía en evidencia los presuntos nexos de familiares por afinidad del primer mandatario que en conjunto con funcionarios públicos habrían acordado la designación de cargos públicos en la función ejecutiva.
En medio de dicha investigación, en enero del 2023, fueron revelados unos audios por el portal La Posta, que confirmaron la venta de cargos públicos a altísimos precios.
El 31 de enero de 2023 a las 14:15, el entonces asambleísta Fernando Villavicencio sostuvo una reunión en Carondelet con el presidente Guillermo Lasso. Ahí le informo al primer mandatario su preocupación y alerta respecto de los vínculos y actividades que vendrían sosteniendo sus familiares por afinidad y amigos cercanos respecto del manejo de varias instituciones en el sector eléctrico y de designaciones de altos funcionarios bajo el supuesto tráfico de influencia con la venia y participación del Danilo Carrera Drouet (cuñado de Lasso) y Rubén Cherres Faggioni, quien estaría presuntamente relacionado y asociado con ciudadanos de nacionalidad albanesa, bajo investigación policial. Esta era el famoso caso “León de Troya”, que más tarde fue archivado. Villavicencio también supo que Lasso conoció de toda esta información desde julio del 2021. Esto habría sido informado por la excomandante Tannya Varela y el Coronel José Luis Erazo.
A pesar de ser esferas distintas, todas se entrelazan entre sí, sobre todo porque los actores que intervienen se repiten entre unas y otras. En especial vuelven a sonar los nombres de Ronny Aleaga y Leonardo Cortázar en las tramas de la corrupción.
Desde cada una de las esferas, se han generado narrativas distintas sobre el asesinato de Fernando Villavicencio. Unos y otros se apuntan con el dedo, queriendo lavarse la cara. Las autoridades deben investigar a profundidad y celeridad el caso, para brindar justicia y verdad a la familia y al país.