Según Contraloría 396.7 millones de dólares perderá el país por la ejecución del contrato para la construcción del puerto. El organismo de control aseguró que en primera instancia el país no recibirá $185.5 millones por los derechos de concesión porque hubo cambios injustificados en los parámetros de cálculo de la retribución, fijados en la propuesta final de concesión de DP W orld Investments y en lo establecido en el contrato firmado el 6 de junio de 2016.
Los otros $211.1 millones de pérdida corresponden a valores fijados para la construcción del proyecto. Las cantidades variaron entre lo establecido en el Análisis de viabilidad económica financiera del proyecto, elaborado por la APG y los términos de referencia del contrato.
A esto se suma, que la estimación de los ingresos por retribución económica de los 50 años de concesión, tampoco coincidió con lo fijado en el modelo económico financiero base con el que se determinó la viabilidad del proyecto, y lo expuesto en los términos de referencia; lo que ocasionó “que se estimen beneficios en menos para el promotor público” por la cantidad antes mencionada.
La Autoridad Portuaria de Guayaquil y otras entidades gubernamentales, son señaladas por suscribir el contrato sin justificar esos cambios, que al final perjudicaron al Estado, según Contraloría, los funcionarios exigieron condiciones de inversión y retribución menores a lo inicialmente establecido en el modelo económico base.
Contraloría indicó que el proyecto no se ejecutó mediante concurso público como lo exigía la norma y estableció además que el Comité Interinstitucional de Asociaciones Público–Privadas, liderado por Vinicio Alvarado, aplicó los incentivos tributarios al proyecto sin pedir “los pliegos de bases económicas que contemple total o parcialmente la aplicación de incentivos”, “ocasionando un detrimento en la apreciación del pago de este impuesto (renta) en el modelo económico financiero de $317.875.000”.
Añade que el proyecto ejecutado a 50 años, conforme lo planteado por DP World Investmets, no es rentable, según los indicadores financieros calculados.
La Contraloría General del Estado en el examen especial que evidencia cometimiento de delitos penales, realizado entre el 1 de marzo de 2015 y el 28 de febrero de 2019, a los procesos precontractual y contractual del contrato de gestión delegada para el desarrollo, construcción, mantenimiento de instalaciones del puerto de Posorja, el dragado, construcción y mantenimiento de un canal de navegación de acceso hasta Posorja, más una carretera que Playas y Posorja vía El Morro, en la provincia del Guayas, establece que el Estado dejará de percibir $185.540.550 por cambios injustificados en los parámetros para el cálculo de las tarifas por derecho de concesión que DP World Investments (DPW) debe pagar a lo largo de 50 años, el tiempo que dura la concesión.
El organismo de control explica que el 29 de enero de 2016, DPW entregó a la Autoridad Portuaria de Guayaquil (APG) el proyecto final y propuso lo siguientes importes:
La Autoridad hizo algunos comentarios sobre lo propuesto, pero nada dijo sobre las tarifas, aun cuando esas cifras estaban por muy debajo de las fijadas en otras concesiones. En esa ocasión ambas partes estuvieron “de acuerdo”.
Sin embargo, cuatro meses después, el 27 de mayo de 2016, los hechos acordados cambiaron: en el Acta de Acuerdos y Negociaciones Técnicas y Económicas, suscrita por el entonces gerente de la APG, Jorge Vera, y en los términos de referencia, modificaron sin justificación las tarifas y favorecieron a DP World.
La Contraloría señala que en los documentos habilitantes del contrato no se mencionó porqué variaron las cifras por retribución que debía recibir la APG. Tampoco hubo los análisis correspondientes que justificaran si el cambio era pertinente a los intereses de la APG, lo que significó una disminución en el monto que DP World Investments debe pagar a la entidad delegante por el derecho de concesión.$ 185.540.550 millones perderá el Estado por este motivo.