TRAFIGURA Y ANCAP PERJUDICARON A ECUADOR EN USD 206 MILLONES



TRAFIGURA Y ANCAP PERJUDICARON A ECUADOR EN USD 206 MILLONES

Fernando Villavicencio Valencia25 agosto, 201821min
Fernando Villavicencio Valencia25 agosto, 201821min
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En 2011, el entonces legislador Cléver Jiménez y el periodista Fernando Villavicencio, remitieron una misiva al presidente de Uruguay, José Mujica y al senado de ese país, denunciando la existencia de ilícitos en la firma y ejecución de los contratos de intercambio de crudo por derivados suscritos entre Petroecuador y Ancap. Varios legisladores uruguayos asumieron la fiscalización del tema y en algunas publicaciones destacaron la referida denuncia, además hacían referencia al libro “Ecuador Made in China”, publicado en 2013, el cual incorpora un capítulo dedicado al polémico caso. Siete años después, la Fiscalía de Uruguay da la razón nuevamente a Jiménez y Vllavicencio, señalando la existencia de un millonario perjuicio de $ 200 millones al estado ecuatoriano.

En marzo de 2018 la fiscalía de Uruguay hizo algo que la justicia de Ecuador olvidó durante ocho años: investigar un delito de intermediación petrolera entre la empresa estatal uruguaya Ancap que se asoció ilegalmente con la firma holandesa Trafigura para generar un perjuicio al Estado ecuatoriano superior a los USD 200 millones.

En el fallo del órgano de justicia se establece: “No interesa que la petrolera estatal ecuatoriana (Petroecuador) estuviera en conocimiento de la participación de Trafigura, o que no hubiera formulado reparos a la intermediación de ésta; lo que se debe analizar es la regularidad de la decisión del Directorio (de Ancap) de otorgar libremente a Trafigura participación en un negocio multimillonario, que rondó en una cantidad superior a los USD 4.900.000.000 (cuatro mil novecientos millones de dólares), con una ganancia para Trafigura estimada en USD200.000.000  (doscientos millones de dólares)”, aseguró en su dictamen la Fiscalía de Uruguay Especializada en Crimen Organizado, el pasado lunes, 19 de marzo; al referirse a  los contratos firmados, en 2010, por Petroecuador y Ancap para la compraventa de crudo y productos refinados.

Luis Pacheco, fiscal que investiga el caso, señaló que Raúl Sendic, ex vicepresidente de Uruguay y ex presidente de Ancap, cometió el delito de abuso de funciones al contratar, sin licitación, a la empresa holandesa Trafigura, para que realizara intermediaciones en negocios de compra de petróleo entre Ancap y Ecuador; y solicitó su enjuiciamiento en calidad de “autor responsable de reiterados delitos de peculado en reiteración real, con dos delitos de abuso de funciones en casos no previstos especialmente por la ley”.

Las negociaciones de ANCAP con Petroecuador

Las negociaciones con Ecuador se dieron entre los años 2010 y 2011 y consistían en que Ancap le compraba crudo a Petroecuador a precios preferenciales y, a cambio, la estatal uruguaya le vendía productos refinados (gasoil).  El propósito era el intercambio directo de crudo y la eliminación de los intermediarios.  Después se conoció que Ancap contrató como intermediaria (trading) a la empresa holandesa Trafigura, una empresa que había estado envuelta en escándalos de corrupción en negocios petroleros con países de la región. El mismo ex presidente Rafael Correa la tildó de “mafiosa” y “corrupta”.

La fiscalía uruguaya señaló que hubo irregularidades en la contratación de Trafigura y que  desde el inicio del contrato  “Ancap operó con la empresa Trafigura, la cual -como intermediaria- adquiría el crudo a Petroecuador, y como contrapartida le vendía gas oil”, explicó que no se contrató a Trafigura para compra o venta de petróleo crudo o derivados, sino que se la seleccionó sin llamado para una actividad de “trading”, introduciéndola en el contrato firmado con Petroecuador: “Ancap no compra ni vende petróleo ni gasoil a Trafigura., sino que la coloca en el contrato celebrado con Petroecuador; una posición extremadamente ventajosa para Trafigura, que no es seleccionada en procesos competitivos ni en Uruguay ni en Ecuador, y es elegida para realizar operaciones millonarias”.

El 2 de marzo de 2010, cuando llegó el primer buque con crudo ecuatoriano a la refinería “La Teja” de Uruguay, el entonces presidente Rafael Correa dijo que el propósito de esos acuerdos era el intercambio directo de crudo: “regalábamos nuestros dineros a las transnacionales y a los intermediarios. Hoy empezamos el intercambio directo de ese crudo hacia Uruguay que tiene capacidad de refinación. Ellos nos enviarán derivados, de tal forma que eliminamos esa intermediación», aseguró.

Cuatro meses después de las declaraciones de Correa, el 26 de agosto de 2010,  se oficializó el convenio para la intermediación, éste  establecía que “Ancap proveerá a Trafigura el crudo que reciba de Petroecuador y otros hidrocarburos exportables durante la vigencia del Convenio referido en la cláusula 1.1”, es decir, Ancap entregaba a Trafigura el crudo  comprado a Petroecuador, y la holandesa, a su vez, le suministraba los productos refinados que serían entregados a la estatal ecuatoriana.

Como lo explicaría, cuatro años después, German Riet, vicepresidente de Ancap a la fiscalía uruguaya: “Trafigura retiraba el crudo, lo vendía donde quiera y luego conseguía los refinados por el mundo para satisfacer las necesidades de Petroecuador”, el ejecutivo señaló que en el contrato no se estableció que el crudo debía ir a Uruguay para ser refinado.

Riet aclaró que Ecuador conocía la participación de Trafigura pues «hubo reuniones conjuntas de Petroecuador, Trafigura y Ancap acá, en Montevideo”, aseguró.

Contratos con cláusulas contradictorias

El 26 de enero de 2010, las dos naciones suscribieron el Convenio de Intercambio de Hidrocarburos 2010029; ese mismo día firmaron dos contratos (2010304 y 2010305) de compra venta  de crudo y productos refinados; el 16 de noviembre  de ese mismo año firmaron un contrato modificatorio.

Las cláusulas “Destino”  y “Volumen”  del Convenio de intercambio y de los contratos, diferían significativamente porque: de acuerdo con el Convenio de Intercambio, Petroecuador podía exportar hasta 36.000 barriles diarios, sin embargo en el contrato 2010304 se dispuso la entrega de hasta 100.000 barriles por día.

La normativa interna de Petroecuador dictaminaba que “la Subgerencia de Comercialización Internacional en la negociación con las Empresas Estatales, a más del diferencial que se establezca, estipulará en el contrato una cláusula por la que el lote de crudo a entregarse debe ser destinado exclusivamente a sus refinerías”, pese a esto, en el Convenio se estableció que Petroecuador entregaría el crudo “para ser refinado de preferencia en las refinerías de Ancap”.

De acuerdo con el reglamento de Petroecuador, los contratos se apartan de dos aspectos centrales: a) no establecieron el diferencial, el cual quedó en manos de un Comité de Negociación durante 11 meses; y, b) se desvió el crudo a la intermediación.

La subfacturación del crudo ecuatoriano se determina por la fijación de diferenciales y premios, por ser aplicados fuera de los parámetros de licitación internacional. En este caso, los premios adjudicados a Ancap nunca se los estableció siguiendo procedimientos licitatorios para monitorear la realidad del mercado, sino a través de “acuerdos mutuos”;  lo que provocó que éstos fueran inferiores a los establecidos por el mercado, del mismo modo, los diferenciales acordados sobre la mesa de los convenios interestatales difieren, en algunos casos, en dos dólares por barril, y en otros, hasta en ocho dólares, comparados con los diferenciales del mercado.

Los primeros indicios de irregularidades

En 2013, llegaron los primeros indicios de irregularidades en esas negociaciones: la Contraloría General del Estado en el informe DA3-0028-2012, señaló que Petroecuador aprobó la contratación directa con Ancap  en base a un memorando que no contenía un análisis técnico, económico o comercial  “que demuestre que la contratación directa con Ancap es conveniente para Petroecuador”. 

El organismo de control concluyó que “el crudo exportado, no tuvo como destino las instalaciones o refinerías de Ancap, según información obtenida de las facturas comerciales y conocimientos  de embarques emitidos por Petroecuador”, y detalló que solo el “3% del total de barriles exportados, tuvo como destino el puerto José Ignacio de Uruguay, país de domicilio de Ancap, mientras que el 97%  fue para destinos diferentes, en su mayor parte Estados Unidos”.

Las cifras auditadas por la Contraloría del Estado hasta noviembre de 2011, correspondieron a un volumen de 24.6 millones de barriles de crudo y 18.7 millones de barriles de derivados, comercializados por Ancap. Sin tomar en cuenta la cifras de los primeros meses de 2012.

En 2014, se hizo público el tema en Uruguay gracias a una publicación del semanario online Búsqueda, que reveló que Ancap se asoció con Trafigura para intermediar el crudo ecuatoriano, poco después, Raúl Sendic, quien fuera presidente de Ancap en 2011 y candidato a la vicepresidencia de ese país, respondió a esa publicación diciendo que “Ecuador sabía exactamente hacia dónde iban cada uno de los embarques desde sus puertos hacia sus destinos”. 

German Riet, por su parte, dijo que  los ecuatorianos estaban al tanto de la incapacidad operativa de Ancap para proveer derivados: «cualquiera sabe que la refinería de Uruguay tiene 50.000 barriles de capacidad y que los 50.000 barriles se los consume Uruguay. Así que nadie podía engañarse de que Uruguay pudiera refinar para exportar a otros países más que cantidades muy pequeñas», explicó.  “Lo que nos interesaba era hacer trading, intercambio, cambio, comerciar con crudo y con refinados en el mundo, en países con empresas a donde nunca habíamos accedido. Y eso lo hacíamos ayudados por esa empresa comercializadora (Trafigura).

Lo que ganó o perdió Trafigura y lo que ganó o perdió Petroecuador es responsabilidad de ellos 

Esto fue lo que dijo Riet, cuando se le consultó sobre las ganancias de esas negociaciones.  Segùn Riet, Ancap cobró el “uno por mil“ del total comercializado por Trafigura. Según datos de la Fiscalía uruguaya, Trafigura tuvo una ganancia estimada de  USD 200 millones, Ancap de aproximadamente 6 millones, ¿y la ganancia de Petroecuador?

«El escándalo uruguayo», una publicación de 2014 en la revista digital Plan V, y ahora publicada en este medio, señala que Petroecuador “facturó sus crudos a precios inferiores a los del mercado, mientras que los combustibles fueron sobrevalorados” y, aunque Correa aseguró que la intermediación, no generó pérdidas al Ecuador, el país, según el portal, habría perdido una cifra monumental, al haber transferido a una compañía privada extranjera el manejo de 25 millones de barriles de su principal recurso natural.

La misma publicación indica que Trafigura tenía ya tres buques cargados con diesel zarpando a Ecuador, semanas antes de la firma de los contratos, señala además que en un memorando (253-PCO-GCI-CIC-2010) del 22 de enero de 2010, firmado por el jefe de operaciones de la Gerencia de Comercio Internacional, se dispone, de acuerdo “a un requerimiento verbal de la Unidad de Comercialización”, que un cargamento  de crudo destinado a la  estatal chilena Enap, sea entregado a Ancap.

Posteriormente se advirtió que los primeros cinco cargamentos de crudo oriente a favor de Ancap/Trafigura, así como varios cargamentos de combustibles de Ancap/Trafigura a Petroecuador, fueron autorizados el 12 de enero del 2010, a través de memorando 0121-GCI.2010, suscrito por Olimpia Valdivieso, de Petroecuador. Dichos cargamentos operaban desde la ventana del 24 de enero del 2010 en adelante.

Acuerdos llenos de Irregularidades

Por la justicia uruguaya, se conoce que de los acuerdos -llenos de irregularidades desde un inicio- entre Trafigura, Ancap y Ecuador resultó un negocio multimillonario,  en el que se manejó un monto superior a los USD 4.900 millones de dólares; que Trafigura se quedó con aproximadamente 200 millones  de dólares como ganancia y que Ancap recibió USD 6 millones.

La Fiscalía uruguaya, sin embargo señala que “si bien Ancap obtuvo un beneficio económico”,  las ganancias de Trafigura “fueron abrumadoramente superiores”,  y que la estatal uruguaya “pudo acceder a una operatoria comercial con petróleo crudo de Ecuador, sin enfrentar competencia alguna”, que le generara mayores beneficios.

Pero para la justicia ecuatoriana no existe más que un informe del año 2013, de la Contraloría General del Estado en el que los auditores del organismo de control se quejaron porque no pudieron llegar a conclusiones respecto a los resultados económicos del intercambio de crudo por derivados, porque Ancap no había entregado hasta la fecha de cierre del examen, las facturas.  “Apenas se cuenta con 3 actas del Comité de Intercambio, y unos cuantos correos electrónicos”, dijo el organismo.