Las presuntas diferencias entre hombres de negocios se esfumaron tras la celebración de millonarios créditos del Banco del Estado a gobiernos seccionales, para beneficiar obras -una gran parte de agua potable- adjudicadas a un selecto grupo de contratistas amigos de Correa y Moreno. La Corporación Andina de Fomento ofreció financiar estos créditos, pero a medio camino lo abandonó todo: las múltiples denuncias que surgieron desanimó al organismo multilateral, pero el gobierno siguió con los procesos, que ahora se concretan con fondos del presupuesto general del Estado. Hay nombres de los círculos altos del poder.