Al término de 2023, menores ingresos y más gastos condujeron al déficit público a la exorbitante cifra de $5.747 millones, 4,8 por ciento del PIB. El gobierno acudió a desesperados arbitrios para financiar el déficit, el pago de amortizaciones y otros pasivos. Un fisco en soletas, que en 2024 tiene pocas probabilidades de salir de la sala de terapia intensiva.