Antes de convertirse en uno de los brazos ejecutores del espionaje durante el régimen de Rafael Correa Delgado, el exsecretario de la Senain, Pablo Romero Quezada, debió pasar varias pruebas de confianza. La amistad con los hermanos Raúl y Ricardo Patiño Aroca, lo catapultó en 2007 al umbral del escenario de las grandes hazañas del correísmo. En 2008, Romero ya se estrenó en el mecanismo de los sobornos, un sistema criminal que luego se convertiría en una verdadera industria con el caso Arroz Verde. Según documentos revisados, en 2008, Gustavo Texeira, ejecutivo de Odebrecht, entregó a Pablo Romero, 600 mil dólares (que en clave llamaron llantas), cuando ocupaba un importante cargo en el proyecto Baba. Tras la extradición de Romero, Periodismo de Investigación actualiza esta investigación publicada en 2017.