El ecuatoriano-español Enrique Cadena Marín, “zar de la intermediación petrolera”, deberá presentarse ante la Justicia de EEUU para dar explicaciones sobre su participación en una trama de sobornos que involucra a ex funcionarios de Petroecuador.
En entrevista con La Fuente-Periodismo de Investigación, el jurista, catedrático y político, Andrés Páez, examina los motivos y mensaje que emite EEUU al haber retirado las visas a Correa y Glas. Delaciones de Carlos Pólit, su hijo y hasta de Nilsen Arias podrían aportar.
Si alguna industria en el mundo mueve dinero por miles de millones de dólares esta es la petrolera. Durante los 10 años del correísmo y también durante el leninismo, la estatal Petroecuador manejó la astronómica cifra de $143.569 millones en contratos de venta de crudo y derivados y de compra de combustibles para consumo interno.
Miles de documentos en manos de Periodismo de Investigación (convenios, contratos, minutas, mails, informes habilitantes, comisiones, intermediarios) relacionados con la contratación de deuda externa pagada con petróleo y obras estratégicas, negocios que superan los 100 mil millones de dólares, fueron calificados de confidenciales y reservados por exigencia del gobierno chino.
Nilsen Arias Sandoval, fue un brazo de titanio en la Gerencia de Comercio Internacional de Petroecuador. Durante siete años (2010 – 2017) permaneció a la orden del poder correísta, en ese tiempo por sus manos pasaron más de 100 mil millones de dólares en comercialización de petróleo y derivados, sin que nadie le fiscalice. Para cumplir los objetivos encomendados, conformó un equipo cerrado, identificado por su lealtad absoluta con Rafael Correa, Jorge Glas y Alexis Mera.