Los jueces Edmundo Samaniego, María Suárez y Milton Maroto del Tribunal de Garantías Penales de Pichincha dijeron que era difícil comprobar la violación de Sara porque los hechos no se ajustaron a la doctrina penal o el perfil que denota al delito. Quienes cometen abusos sexuales buscan el anonimato, el no ser observados, el ocultarse, dijo el tribunal. Pero en el otro extremo hay centenas de experiencias que no cumplen esos requisitos y sin embargo son víctimas. Esta es la historia de una joven abusada que en derecho dejó de serlo porque no le creyeron.