5 marzo, 202519min
El debate sobre la firma del contrato para la entrega de Sacha a un consorcio llamado Sinopetrol, de opaca procedencia, se intensificó en las últimas horas. Un aparente error en el registro de teléfonos (que coincidían) de dos empresas (El Ordeño y Amodaimi) en la Superintendencia de Compañías, desató el escándalo en redes sociales. La primera es una empresa lechera con cientos de accionistas, y la segunda es parte del consorcio al que se le adjudicó Sacha.