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La publicación de los chats periciados de Augusto Verduga, alias “Mónica Ertl” muestra cómo funcionaron los engranajes de una asociación ilícita entre los miembros del CPCCS (Consejo de Paticipación Ciudadana y Control Social) y las cabezas más altas de la Revolución Ciudadana: Correa, Arauz, Glas y Luisa González.
Las comunicaciones confirman lo que era vox populi: la Revolución Ciudadana no solo tenía operadores dentro del CPCCS, sino que usaban esa institución y otras como la Asamblea, el TCE y la justicia, para garantizar impunidad, asegurar espacios de poder y proteger su maquinaria política y financiera.
Así, los miembros de la Liga Azul junto con los principales dirigentes de la Revolución Ciudadana coordinaban estrategias, escritos, recusaciones, y hasta los discursos para tomarse las entidades clave como el CPCCS, la Superintendencia de Bancos, el Consejo de la Judicatura y hasta la Corte Constitucional. No les importaba caer en posibles delitos como fraude procesal o tráfico de influencias para mantener su poder.
Acrónimos y grupos bautizados con nombres opacos: ¿Qué ocultaban?
Los chats son la prueba de que la Liga Azul era cualquier cosa, menos una agrupación de “ciudadanos independientes”. En las comunicaciones reveladas por la Fiscalía, se evidencia cómo los consejeros del CPCCS actuaban bajo órdenes directas de la Revolución Ciudadana (RC) y coordinaban acciones con su bancada en la Asamblea Nacional.
Usar seudónimos para operar en las sombras no es nuevo en las estructuras político-delictivas que buscan mantenerse en el poder a cualquier costo; los nombres clave en esta trama dejan claro el nivel de organización y secretismo con el que se movía la cúpula correísta.
Destaca «Mónica Ertl», nombre que se presume usaba Augusto Verduga. Mónica Ertl fue una militante de la guerrilla boliviana, hija de un alemán que había sido el fotógrafo de Hitler. Fue conocida por su participación en el asesinato del cónsul alemán en represalia por la ejecución de Ernesto «Che» Guevara.
«Jerónimo» y «Ají con Mote» serían los alias del prófugo de la justicia, Rafael Correa.
También se presume que «AA» y «AN» correspondería a Andrés Arauz, el ex candidato presidencial, lo que refuerza la idea de que este esquema se articulaba desde las más altas esferas del correísmo.
Otros nombres que aparecen en los grupos son:
- “El Justiciero”(Eduardo Franco Loor)
- “Minerva” (Yadira Saltos)
- ”Pantera Negra”
- ”Anita”
- «Cónsul»
Pero también se buscaba ocultar los objetivos de los grupos, con nombres como “Jujitsu”, “Esperando a la Red”, “Buró 2.0”. Con esta red encubierta, el correísmo tejía su plan para capturar el Estado, distribuyendo puestos estratégicos y asegurando impunidad para su círculo cercano.
Un recorrido por los chats más icónicos de la liga azul
Un ejemplo de ello es la conversación que tiene Verduga (Mónica Erlt) con Andrés Arauz sobre una reunión clave con Soad Mansur, cercana colaboradora de Correa y ex miembro de la Junta Bancaria en el correato.
En realidad, los consejeros “ligados”, mantenían constante contacto con Rafael Correa a quien se lo nombra en los chats como Mashi, “Jerónimo”y “Ají con mote”. El equipo también recibía directrices de AA o AN. En uno de los chats se indica que “el Mashi”, le encargó el tema del CPCCS a AA.
Verduga también hablaba con la candidata presidencial de RC, Luisa González (Topacio). Además, se puede verificar en las conversaciones que con tal de asegurar gente afín al correísmo tenían la forzada estrategia de demorar el concurso de la Judicatura y sus ternas, y esperar a que Luisa supuestamente llegara al poder para que ella enviara la terna presidencial.
Incidencia en la Judicatura
No es un simple acuerdo político, es la confirmación de que no reconocen la independencia de poderes y operan como una organización estructurada para tomar el control del Estado desde dentro.
Se recomendaban carpetas para la Judicatura con perfiles de «correístas a morir».
La consigna era colocar fichas políticas en el poder judicial, garantizando que las decisiones legales favorecieran al correísmo y protegiendo a sus operadores de futuras investigaciones.
El papel de Arauz y la incidencia de Luisa González
De acuerdo al contexto de las conversaciones se entiende que AA o AN era Andrés Arauz, secretario de la Revolución Ciudadana. Hay innumerables chats, pero los más destacados son cuando los de la Liga Azul le felicitaron por el trabajo realizado para lograr una mayoría en el CPCCS y así avanzar en varios objetivos.
En el mismo tema, AN (Andrés Arauz) aseguró que Jorge Glas estaba muy emocionado por la salida de Guarderas del CPCCS. Y de paso, por la entrada de El Justiciero, Eduardo Franco.
Cuando lograron posesionar como vicepresidenta del ente a Yadira Saltos, cuyo acrónimo era Minerva, estaban muy complacidos. Ese día celebraban y hasta alababan la portada de El Expreso donde se podía ver a los consejeros de la Liga Azul felices, tras la sesión en la que lograron dar ese golpe de timón en el pleno.
Pero pocas horas después, las conversaciones cambiaron de ánimo. El día en que la Fiscalía hizo el operativo en el Consejo de Participación Ciudadana, Minerva advirtió que el Consejo estaba siendo allanado. Pero aseguraba que su secretaria iba a lanzar por atrás de la ventana «todo».
Ese mismo día, Verduga tuvo hablar con “Ají con mote”, es decir RC y darle la infausta noticia. Debió explicarle que sus teléfonos fueron incautados. Ahí RC le preguntó si había conversaciones “delicadas”, a lo que Verduga confirmó que conversaban sobre sus planes en Judicatura y CPCCS.
Tal vez por ello, Correa ya advirtió el 1 de febrero, en su cuenta de X y como para “curarse en salud” que se venía un ataque de la Fiscalía relacionado con Verduga, Glas y Fito.
Verduga “golpeado” por no ser candidato y sus conversaciones con Luisa
En una conversación con su hermano Abraham, con quien mantienen una relación incondicional, Augusto Verduga le confesaba que sí le golpeó no haber sido elegido como candidato presidencial e incluso se refería a Luisa González como “la rana René”.
Pese a ello con Luisa González hablaba de una manera muy cordial y hasta empalagosa: “me hace mucha ilusión reunirme contigo”.
Le pedía una cita, pero no quería ser visto con ella, ni con ningún otro. Luisa, por su parte (queriendo incidir en las decisiones del Consejo), un poco confundida, le pedía que tome en cuenta el nombramiento del funcionario que iría a la “Superintendencia de Bancos”. Verduga le aclaraba que el personaje al que ella se refería (Cabezas Klaere) iba a la Superintendencia de Compañías.
El crimen por un cheque que atormenta a Verduga
Pero también, los chats arrojan algunas pistas sobre un tema muy delicado; el horroroso crimen ocurrido en contra de un asesor de Augusto Verduga, Jimmy Ruiz. Ese asesinato se produjo el 5 de noviembre de 2024 en La Aurora, en Daule.
De noticias reportadas en esos días se conoce que Ruiz manejaba un vehículo rojo por la avenida León Febres Cordero, y que hombres en moto dispararon en contra del abogado de 37 años. “La víctima habría acudido a una plaza comercial de la zona para cobrar un cheque”, se lee en una nota publicada por El Comercio.
Justo sobre el tema habla Verduga con “Pantera Negra” (aún no se identifica) con quien lamenta no haberse olvidado de ese cheque. Siente una enorme culpa. Pantera Negra, le decía que pudieron matarles a todos, pero que Dios les dio una nueva oportunidad.
La prefecta Paola Pabón también mantenía conversaciones con Verduga y le recomendaba tener mayor seguridad tras el crimen. Ella decía que temía por la seguridad de Verduga.
La Superintendencia de Bancos: el botín financiero
Uno de los puntos más alarmantes de las revelaciones es la lucha por la Superintendencia de Bancos, una institución clave en la fiscalización del sistema financiero y la detección de lavado de dinero.
En las comunicaciones presentadas por la Fiscalía, Verduga y su equipo dejan claro que su mayor interés era asegurar el control de esta entidad.
Sin la Súper de Bancos, Luisa gana y se seguirá lavando dinero en el sistema financiero, dinero del narco.”
Este mensaje fue descrito por el fiscal Wilson Toainga como la prueba de que la agrupación quería tomarse la Superintendencia, “clave en el tema del control o no del lavado de activos”. El mensaje textual no es concluyente. Lo que sí queda claro es que sabían que el sistema financiero estaba siendo utilizado para el lavado de dinero y buscaban incidir. El correísmo intentó posicionar a Raúl González como Superintendente de Bancos. Esto aunque meses antes ya se había nombrado a Roberto Romero von Buchwald. Para lograr su objetivo, los operadores de la Liga Azul incluso llegaron a negociar cargos a cambio de votos en la Asamblea. Asambleísta: “Te apoyo con el Super, pero necesito 4 carguitos de los 50.”
Esto no es solo tráfico de influencias, es la confirmación de un mercado negro del poder, donde los cargos públicos se intercambian como fichas de dominó para garantizar el control de las instituciones estratégicas.
Los medios y “expertos” de la Liga Azul: su caja de resonancia
Las comunicaciones de Verduga también revelan un aspecto clave del aparato correísta de propaganda: la red de medios que usan para amplificar su narrativa y atacar a sus opositores. Para no comprometerse directamente con ciertas declaraciones, los miembros de la Liga Azul indicaban en sus mensajes: “Hay que decirlo, pero usen nuestros medios. Pichincha, Alondra, Ecuador Inmediato, Ecuador EC”. En otros chats también mencionan a La Posta.
Esto confirma que estos medios no eran simplemente afines al correísmo, sino instrumentos activos en su estrategia de manipulación y desinformación, lo que revela la degradación del periodismo en estos medios y personajes que simplemente se han convertido en cajas de resonancia de estructuras políticas delincuenciales .Cada noticia falsa, cada campaña de victimización, cada ataque coordinado contra sus opositores no era una reacción espontánea, era parte de un plan estructurado de propaganda política.
Pero también hablan de los expertos, economistas, gente afín de manera ideológica para respaldarlos. Hablan por ejemplo de Pablo Dávalos, Pablo Iturralde, Chiriboga, entre otros.
El Caso Ligados pone sobre la mesa pruebas innegables de cómo el correísmo estructuró una red de asociación ilícita para tomar el control de las instituciones del Estado.
Pero esto no significa que la guerra por el poder haya terminado. A pesar de estar varios años “fuera del poder”, la RC5 continuó enquistada en todas las esferas políticas.
- Consejeros corruptos en el CPCCS que manipulan votaciones.
- Asambleístas corruptos que negocian cargos a cambio de favores.
- Superintendentes serviles que aceptan el puesto con un manual de instrucciones políticas.
- Funcionarios de bajo rango que callan y permiten que la podredumbre se mantenga.
El Caso Ligados es solo una muestra de cómo se mueve el poder en Ecuador. Y lo que hoy es un escándalo judicializado, mañana puede ser otra investigación archivada si el correísmo regresa al poder.
Porque la verdad es que estas revelaciones nos indignan a los mismos de siempre. Los “hijos del yugo de siempre”, los tuiteros de bien, los que llevamos años denunciando lo que otros solo ven cuando ya es demasiado tarde.
