Doce años después vuelven a la palestra los casos de la "Narcovalija" y el "Operativo Resurgir" que exponen el surgimiento de un narcoestado en Ecuador bajo el gobierno de Rafael Correa, evidenciando un sistema de complicidad entre narcotráfico y altos funcionarios. Porque como ya sabemos, no existe narcotráfico sin poder político.
En ambos casos, figuras emblemáticas del correísmo, como Ricardo Patiño, José Serrano y Galo Chiriboga, aparecen vinculadas en patrones de encubrimiento que facilitaron el tráfico de cocaína a través de canales diplomáticos, demostrando que la maquinaria estatal no solo toleraba sino que protegía estas redes ilícitas.
Desde la cocaína líquida oculta en valijas diplomáticas hasta la estructura operativa del cártel de Sinaloa liderada en Ecuador por "El Ingeniero", estos episodios muestran un gobierno profundamente infiltrado y comprometido en el crimen organizado.