Nueva ola migratoria: Crisis en Venezuela y su impacto en Ecuador



Nueva ola migratoria: Crisis en Venezuela y su impacto en Ecuador

Redacción La Fuente- Periodismo de Investigación3 octubre, 202421min2188
Redacción La Fuente- Periodismo de Investigación3 octubre, 202421min2188
VENEZUELA ECUADOR MIGRACION
La crisis en Venezuela ha generado una gran ola migratoria hacia Ecuador, donde la falta de documentación y la irregularidad exponen a los ciudadanos venezolanos a varios problemas, entre ellos la explotación laboral. Las cifras oficiales y estimaciones varían, y el reciente cierre de la embajada venezolana en Ecuador ha complicado aún más la situación. Aunque una amnistía migratoria ofrece alivio a algunos, la migración masiva continúa, subrayando la urgencia de soluciones en la región.

Han pasado casi dos meses de las cuestionadas elecciones en Venezuela. Y el panorama sigue inundado de persecución política, represión social y miles de ciudadanos venezolanos en situación de movilidad humana.

En Ecuador, según la Plataforma Regional Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), hasta el 31 de marzo de este año se registraron 444.778 venezolanas y venezolanos dentro del país.

Foto 1: Cifras claves, obtenidas de la Plataforma Regional Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V). Grupo de Trabajo para Refugiadas y Migrantes (GTRM).

Pero “no hay una cifra exacta”.

Betzabeth Jaramillo, politóloga y fundadora de la fundación “Yo te apoyo”, señala que las cifras de R4V ,validadas por ACNUR. No es igual a la que presenta la Cancillería del Ecuador. “La Cancillería cree que son cerca de 265 mil venezolanos en el país”, señala Jaramillo.

La Fuente – Periodismo de Investigación  se comunicó con la asesora del Subsecretario de Migración del Ministerio de Gobierno, para conocer el registro oficial por parte del Estado, pero no respondieron.

Para Jaramillo, una de las problemáticas que existen para que se dé esta brecha en el registro, es la cantidad de población que se encuentra de manera irregular. 

En el país existen al menos 55 pasos irregulares por la zona norte. “Como las fronteras del Ecuador son tan permeables (…) no hay una estadística clara, concreta y cierta de la población que se encuentra irregular”, indica Jaramillo.

Los estudios realizados por “Yo te apoyo” han proyectado que alrededor de un 30% de la población se encuentra en esta “zona oscura”. Si tomamos en cuenta este análisis, eso explicaría el número de ciudadanos venezolanos que la Cancillería no ha mapeado.

Los estudios promedian la cifras expuestas por organizaciones internacionales y los datos oficiales del Gobierno local. En ese caso, en Ecuador se encuentran de 300 a 365 mil ciudadanos venezolanos aproximadamente. 

Foto 2: Estadísticas aproximadas de la población venezolana en Ecuador. Fuente: GTRM

Nueva ola migratoria, la solución está en la raíz

Según estudios de la fundación “Yo te Apoyo”, a partir del nombramiento de Diosdado Cabello como ministro del Interior, la salida de venezolanas y venezolanos de este país ha sido masiva.

Se estima que en los próximos meses, alrededor de cuatro millones de personas saldrán de Venezuela con destino a los diferentes países de la región. A diferencia de la otra ola migratoria, este grupo de ciudadanos salen porque su vida corre peligro.

Jaramillo indica que los migrantes están saliendo por vías alternativas, debido a la represión que existe en las fronteras por parte de la dictadura.

“El mismo sistema venezolano configura que las personas solo puedan migrar de manera irregular, sin sellar su salida”, advierte Jaramillo.

Según la experta, las soluciones alrededor de este posible fenómeno no pueden estar aisladas de las posturas políticas de los países que reciben a los migrantes venezolanos.

Comenta que gobiernos como el de Chile y otros estados,  sugieren un cambio que no solo se enfoca en regularizar a la población en los países de acogida; sino, “de resolver el problema neurálgico que obliga a la población a migrar”.

Para los expertos,  si la situación en Venezuela mejora, el número de migrantes se reduciría. De hecho, cuatro meses antes de las votaciones el nivel de venezolanos en movilidad disminuyó tras la esperanza de poder regresar a su país.

Sin embargo, como es de conocimiento mundial, en Venezuela se instauró una dictadura.

Sin identidad no hay papeles

El 23 de agosto, el presidente Daniel Noboa firmó el Decreto N. 370, el cuál establece una amnistía migratoria y un proceso extraordinario de regularización para personas de nacionalidad venezolana y su grupo familiar.

Foto 3: Decreto N.370, firmado el 23 de agosto del 2024.

Este proceso está destinado a aquellos que realizaron el Registro de Permanencia Migratoria a partir del Decreto Ejecutivo Nro. 436 de 1 de junio de 2022. Con el cual obtenían la visa VIRTE. Según la información vertida, con este nuevo proceso, se beneficiarán alrededor de 90 mil ciudadanos venezolanos. 

Esta cantidad se sumaría a los aproximadamente 165 mil migrantes, que han regularizado su situación en procesos anteriores. Esos son los cálculos con los que Cancillería mapeo a los 265 mil ciudadanos venezolanos que se encuentran en el país.

Sin embargo, hay un porcentaje que no logra calificar para estos procesos. Los indocumentados.

Varios migrantes venezolanos, que ingresaron a Ecuador, no cuentan con un pasaporte o cédula de ciudadanía. Debido al alto costo de estos documentos. El pasaporte venezolano tiene un valor de $336, cien veces más que su salario mínimo.

Según Jaramillo, “hay personas que les toma de 10 a 15 años reunir para pagar su primer pasaporte”. Además viven en una lotería, es decir que les pueden quitar el pasaporte cuándo quieran, sin ninguna respuesta.

“Venezuela viola el derecho a la identidad”, señala Jaramillo.

Pese a que los niños, niñas y adolescentes no caen en irregularidad migratoria. Como lo indica la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el artículo 2 de Ley Orgánica de Movilidad Humana del Ecuador. Varios de ellos no logran continuar, ni culminar sus estudios.

Al no poseer documentos, se les dificulta conseguir una cédula ecuatoriana y por ende pasar de año o graduarse.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) indica que la mayoría de personas en movilidad humana enfrentan gran impacto psicológico, cómo altos niveles de estrés, ansiedad, sensación de soledad y depresión.

«Si a esto se le añade la discriminación y xenofobia, rechazo y falta de oportunidades a las que muchas personas desplazadas por la fuerza se enfrentan al llegar a comunidades de acogida, se puede concluir que el impacto psicológico del desplazamiento forzado es significativo.», señala.

Explotación, una consecuencia de la irregularidad

En Ecuador, la hora de trabajo cuesta $2.88, siendo el salario mínimo $460.  Es decir, vivimos en una sociedad dónde tenemos una mano de obra barata; y aún así, se busca “economizar” más.

Esa base salarial es en “teoría” lo mínimo que necesita una persona para vivir dignamente. Se agrava, cuándo pensamos en una familia con dos niños y un salario que no llega a lo mínimo.

“La mayor cantidad de migrantes percibe un salario que va desde los 200 a los 425 dólares”, sostiene Jaramillo. Con este ingreso muchos de ellos sostienen a una familia de 4 personas. Para Jaramillo ahí viene otro reto, “¿cómo subsistir en Ecuador con menos de un salario básico?”

Esta es la realidad que enfrentan, sobre todo, aquellos que se encuentran de manera irregular.

Yulimer Machado es una mujer venezolana que llegó a Ecuador hace 7 años. Ella, al igual que su esposo, estuvieron en una empresa dónde trabajaban más de 10 horas al día por $380 dólares mensuales.

La respuesta: la falta de papeles y la necesidad de tener un ingreso.

El problema de no poder regularizarse, debido a los altos costos que esto sugiere y la falta de documentación, expone a los migrantes a caer en trata de personas o trata de migrantes. Y como resultado: explotación.

“La irregularidad migratoria es el peor estado que puede estar una persona, porque de ahí viene el hecho que seas desconocido. Por más que tú tengas derechos como ser humano, estos derechos no se reconocen”, indica Betzabeth Jaramillo, activista y politóloga.

La explotación laboral,  sumado a la crisis nacional, es una situación grave. Para Jaramillo, solucionar el tema de la irregularidad beneficiaría la economía del país. Es decir, el trabajo regularizado del migrante aportaría al Producto Interno Bruto (PIB) y combatiría este tipo de delitos.

Según los estudios realizados por “Yo te Apoyo”, la mayoría de migrantes envía a Venezuela entre 10-20 dólares mensuales. El salario mínimo en su país es de $3 dólares.

ACNUR indica que «Las principales barreras que encuentran las personas venezolanas están relacionadas a la documentación y su integración socioeconómica. A menudo obligados a salir de su país sin documentación o con documentos de identidad vencidos, se les dificulta regularizar su estatus en el país. El no tener una visa, a su vez, les complica obtener un empleo digno o emprender y los pone en riesgo de sufrir vulneraciones a sus derechos laborales

Sin embajada, una dictadura que va más allá de las fronteras

El 16 de abril de 2024, durante la cumbre de Jefes de Estado de la CELAC, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, anunció el cierre de su embajada en Ecuador.

La decisión, del auto electo presidente, se dio tras la captura de Jorge Glas en la embajada de México.

Pero ¿qué implicaciones tiene el cierre de la embajada para los migrantes venezolanos?

Para Betzabeth Jaramillo, agravó la situación de los migrantes. “Quienes ya no tenían documentos, no tienen alternativa. No tienen manera de obtener documentación. Volver a Venezuela no es una opción para las personas que han huido”.

Según la experta, el cierre de la embajada dificulta el trabajo que realizan los gobiernos de los países que reciben esta ola migratoria.

“Ecuador está haciendo lo que puede para regularizar, en la medida de que sus propias leyes lo permiten. No pueden hacer el papel de un país soberano como Venezuela, y dar identidad”.

Por otro lado, se encuentran los ciudadanos que han logrado regularizar su estancia pero cuentan con pasaportes caducados. En ese caso, o viajan a países vecinos para renovar, lo que implica gastos desde $600 en adelante, o quedarse inhabilitados en Ecuador porque si salen no pueden regresar.

Pero eso no es todo. El gobierno de Venezuela ya había atacado antes contra su población migrante. Antes del cierre del consulado, eliminaron el derecho a votar. Alrededor de 444 mil ciudadanos venezolanos no tuvieron acceso a su derecho al voto en Ecuador.

Una oportunidad de vida

Oriana, Sharon, Raquel y Yulimer, son cuatro mujeres venezolanas que salieron de su país por el mismo motivo: construir una vida mejor.

Sharon, actualmente tiene 17 años, al igual que muchos adolescentes en su país, no conocen nada diferente al chavismo. Al preguntarle cómo era su vida allá, coincide con Oriana, Raquel y Yulimer, la falta de luz, comida y seguridad era algo “normal”.

Para Sharon, una de las cosas que más le sorprendieron al llegar a Ecuador fue que “nunca se vaya la luz y tener internet”, responde con una sonrisa.

Por su parte Oriana, Raquel y Yamilé, recuerdan a su país como un paraíso antes de la llegada del chavismo.

“Vivíamos en un paraíso, éramos felices y no lo sabíamos” coinciden las tres.

Actualmente, el paraíso ya no es el mismo. Las tres indican que todo lo que sale en redes sociales es real: los cortes de luz extendidos, privación de la libertad de expresión, encarcelamientos forzosos y arbitrarios.

Yamilé señala que la situación en las fronteras es cada vez peor.

«Las personas buscan salir de Venezuela por vías alternas«, ya que en los puntos fronterizos existen escuadrones de militares que, además de solicitar dinero para permitir la salida, también registran los dispositivos móviles de quienes intentan migrar. Y, en el caso de encontrar algún material en contra el gobierno, «los arrestan».

«Te cobran para salir. Y para entrar es peor.»

Regresar a su país, así sea de visita, cada vez se vuelve más difícil, señala Yamilé. Al entrar, los militares retienen los dólares que los migrantes llevan a su país y cobran por cada maleta o artículo que llevan.

«En cada alcabala (registro militar), si dices que traes dólares te quitan todo.(…) Así tengas todos tus papeles bien, ellos buscan alguna excusa para quitarte o robarte algo».

En Venezuela, la moneda de transacción ya no es el bolívar. Ahora, es el dólar. Yamilé indica que debido a esta necesidad, se ha desarrollado un mercado negro en el país, con el fin de poder realizar el cambio.

Como ellas, alrededor de ocho millones de venezolanos han salido del país huyendo de la falta de trabajo y la inseguridad. Con la esperanza de poder volver y estar junto a su familia.

Pero hay una luz de esperanza. Según el análisis político de Betzabeth Jaramillo, la situación en Venezuela va a mejorar, ya que el régimen de Maduro quedó expuesto ante el mundo tras las últimas elecciones.