Las promesas de Lasso en su primer discurso como presidente



Las promesas de Lasso en su primer discurso como presidente

EQUIPO RODRIGUEZ & BAUDOIN24 mayo, 20219min
EQUIPO RODRIGUEZ & BAUDOIN24 mayo, 20219min
261-I
Parafrasea a Roldós y promete agua, alcantarillado, salud infraestructura para el pueblo. Se compromete a vacunar a 9 millones en los primeros 100 de su Gobierno. Se dirige a las mujeres con especial énfasis. Invita a los empresarios a trabajar por el Ecuador y les dice que no trabajará para ellos.

Visiblemente emocionado, Guillermo Lasso, inició su primer discurso como Presidente de la República del Ecuador. Calificó a este como un día de renovación que liderará a los ecuatorianos a honrar, finalmente, a los héroes que entregaron su vida por la independencia. Dijo que desde hoy se respetará la independencia de poderes, la igualdad de oportunidades y el imperio de la Ley.

Se preguntó el por qué en un país con riquezas se vive en escasez. La respuesta es solo una, y siempre la misma:

Nuestros gobernantes nos han fallado, no supieron estar a la altura del sacrificio de nuestra gente”.

El fallo, dijo, fue por rencillas y haber cedido ante la tentación autoritaria del caudillaje. Al caudillo lo resumió como “un iluminado que actúa y piensa por todos, que tiene todas las preguntas y todas las respuestas, que nunca aceptó que este país nació como una República democrática y su destino es vivir para siempre como una República democrática”.

“Pero todo esto cambia este 24 de mayo”, con una nueva era de gobierno y un siglo de republicanismo aseveró que ha llegado el fin de la era de los caudillos.

Aseveró que no se estuvo a la altura del sacrificio de los próceres pues los datos demuestran que se recibe un país “con históricos niveles de desempleo”, incapaz de hacer en frente a una “pandemia brutal” que otros países han enfrentado de mejor manera y sin corrupción. Recibe un país donde “los culpables llenan sus bolsillos y los más humildes no pueden llenar sus estómagos”. Un país con lacerantes desigualdades entre el rural y el urbano, un país que le ha fallado a su juventud en creación de oportunidades y educación; que también olvidó a sus jubilados y “un país en el que ser mujer no es solo un factor de desventaja sino de peligro existencial”.

Añadió que la inequidad de salarios para las mujeres lastima el tejido social principal que es la familia.” Y cuando una mujer es agredida, las heridas las sufrimos todos, nos convierte en un país menos libre (…) y moralmente manchado”.

Sobre la salud, se comprometió a colocar 9 millones de vacunas en los primeros 100 días de su Gobierno. Pidió el apoyo del Consejo Nacional Electoral (CNE) con su capacidad logística para conseguir esta tarea y logró la aceptación de la presidenta de esa institución, Diana Atamaint.

La primera parte de su discurso mantuvo el énfasis sobre la necesidad de recuperar la democracia, el disentimiento y la diversidad. Fustigó las más de las dos décadas de persecuciones políticas y a quienes pensaban distinto. Hizo una emotiva referencia a la presidenta actual de la Asamblea, Guadalupe Llori, quien se sabe fue perseguida por el gobierno de Rafael Correa. Explicó que durante muchos años “nuestros predecesores se encargaron de cambiar nuestra historia de vida” y así también la reputación de muchos asambleístas y ciudadanos. “Como a usted señora presidenta de la Asamblea Nacional. ¿Quién hubiera dicho algún día que un ex banquero y una lidereza indígena proveniente de la Amazonía, llegarían a presidir al mismo tiempo estas dos instancias del Estado? Sin embargo, aquí estamos lo dos listos para servir y sobre todo ansiosos por trabajar en conjunto para el bien del país”. Para combatir el autoritarismo hay una sólo fórmula dijo y es “democracia y más democracia”.

Nosotros llevamos el espíritu del encuentro (…) somos tierra donde se unen hemisferios, climas y culturas, somos herederos de un encuentro de civilizaciones que cambió el curso de la historia y depositarios de saberes ancestrales”.

El encuentro es una promesa de equilibrio para el Presidente, pues deberá traducirse en un país prospero y equitativo con justicia social. Debe ser, también, un equilibrio entre la economía, la limpieza del aire, bosques y mares. Y así inició la referencia la sostenibilidad y la necesidad de seguir la agenda 2030.

Parafraseó varias veces al ex presidente Jaime Roldós Aguilera, pero la más emotiva quizá fue cuando hizo suyo el llamado de “agua para el pueblo”. Y Lasso añadió a ese pedido, infraestructura, alumbrado, escuelas y hospitales, igualdad de género, erradicación del hambre, la desnutrición infantil. Hizo varias veces el énfasis en la necesidad de luchar por un mejor futuro para las mujeres. “No nos desviaremos ni un milímetro del camino trazado, no cederemos porque eso sería hacer un daño mayor”.

Foto: Flickr Asamblea Nacional del Ecuador

También, este día, cambió la mirada del mundo sobre el Ecuador que solo al anuncio de los resultados electorales el riesgo país redujo en 500 puntos el riesgo país. Prometió un país inserto en el mundo. Lamentó que el país haya estado aislado del mundo pues “el encierro solo conduce a la decadencia”.
Y aunque el territorio es pequeño, explicó que el “talento de su gente es infinito”, por ello es necesario abrir las puertas al mundo donde existen las oportunidades para ese talento y sus productos. “En el mundo hay 7400 millones de habitantes, ahí está la gran oportunidad de Ecuador”. Y también, expuso, en el ahorro que existe en otros países para invertir en el país.

Con esta renovada confianza en el Ecuador, el Presidente Lasso, hizo un llamado especial de compromiso nacional a “quienes tienen la capacidad para emprender y crear empleo”. Los convocó a iniciar la reactivación económica y demostrar que sin acosos ni persecuciones se hallan listos “para poner sus recursos a la sociedad ecuatoriana y no al país al servicio de sus recursos”. Parafraseó a Kennedy y fue duro al decir que “mientras como país no podamos ayudar a los pobres, este Gobierno no podrá ayudar a los más ricos”.

Por último invocando a Roldós, una vez más, concluyó con este mensaje:

Mi poder en la Constitución y mi corazón en el pueblo ecuatoriano”.