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En estos días he escuchado y leído varios mensajes que hacen llamados a la paz, a la cordura, al perdón, a la valentía, a la solidaridad, a renovar y restaurar el civismo.
Entre ellos, el discurso pronunciado por el padre de Miguel Uribe durante el sepelio, el mensaje de su esposa, que no llaman a la venganza ni a mantener rencores, sino que hablan de reconciliación y de paz; el de Amanda Villavicencio, que al recordar los dos años del asesinato de su padre, Fernando Villavicencio, propuso la conformación de una agrupación Ecuador de Valientes, preguntando hay otra forma de hacer política, buscando la verdad, manteniendo la dignidad y comunidad, para desterrar las mafias, la delincuencia, que defienda la vida, la esperanza, sin negociarlas.
Hay un mensaje de Alex Rovira Celma que circula por las redes sociales que propone renovar la educación en Civismo, para propiciar el respeto, la honradez, la honestidad, la solidaridad, el cuidado y apoyo a los adultos mayores y a las personas con limitaciones en sus capacidades, pide también que la política sea para educar, para desterrar la violencia, para orientar y buscar el bien común, dejando de lado la grosería, el engaño, el insulto, la intolerancia.
Es hora de cambiar las tarimas con el ruido, el insulto y laagresividad, por las del arte, la palabra amable, el mensaje constructivo, el reconocimiento a los saberes y virtudes de los otros.
Sería magnífico que, en cada municipio, con sus autoridades a la cabeza, se ejecuten programas que,desde varias vertientes, establezcan métricas para conocer cuánto avanzamos en reducir la violencia, en disminuir la contaminación (aire, agua, ruido medioambiental, entre otros), en aumentar el número de personas que hagan labores cívicas y solidarias, en número de personas vulnerables atendidas en sus necesidades especiales (salud, educación, alimentación, albergue, vestido, tratamiento sicológico y otros). También cómo mejoramos en asuntos de: reforestación, toneladas de materiales reciclados, utilización de energías renovables en las instalaciones institucionales y eficiencia energética, mejoras en la movilidad eléctrica, peatonal y de tracción humana, kilómetros cuadrados de nuevos parques, en comedores estudiantiles para quienes tienen acceso a educación, pero carecen de recursos para alimentarse adecuadamente.
Autoridades de los Gobiernos Autónomos Descentralizados les lanzo el reto. ¿Quiénes deciden hacerlo?