
El tema fue analizado por decenas de periodistas, estudiantes, académicos, representantes de gremios, activistas, en el Congreso Internacional de Periodismo “Democracias vs Crimen Organizado”, realizado el 6 y 7 de mayo en Quito. El evento fue auspiciado por la Fundación Konrad Adenauer, la Embajada de Alemania y otros actores sociales de la academia, de los gremios de periodistas, entre otros.
¿Por qué debe preocuparnos a los ciudadanos las amenazas que se ciernen en contra del periodismo? Porque un periodismo en riesgo no puede trabajar en libertad y esto deviene en una sociedad sin información, sin libertad, sin democracia.
Esto no se puede permitir, por ello, dentro del congreso se hicieron propuestas para evitar sucumbir ante el miedo, las narrativas del crimen y la indolencia del Estado.
Una de ellas, vino del periodista y ex vicepresidente de Colombia, Francisco Santos. Para él, es importante que los periodistas estén atentos y protesten, militen en la causa de la defensa de la libertad de expresión. En este sentido pidió que se vuelva caro tanto para el poder institucional, el Gobierno, como para los actores irregulares (crimen organizado) atentar contra la vida de un periodista.
“Hay que subirle el costo a la muerte de un periodista”, comentó mientras pedía a los periodistas ser activistas, salir a las calles, protestar, hacer bulla. En definitiva no permitir que se normalicen estos ataques.
Un mensaje similar dieron los periodistas Gonzalo Ruiz y Thalía Flores, quienes destacaron el trabajo de denuncia del periodista y candidato presidencial, Fernando Villavicencio, asesinado por el crimen organizado. Ruiz pidió no perder la memoria: “la sociedad no lo debe olvidar”, aseguró.
La mayor preocupación del periodista: el crimen organizado

La Fundación Periodistas sin Cadenas, que promueve el periodismo de investigación y defiende la libertad de expresión, emitió un informe en estos días sobre la situación de los periodistas. El documento se elaboró con base a encuestas a periodistas.
Uno de los primeros hallazgos de esta investigación es que el 43,6% de los trabajadores de la prensa que respondieron a la encuesta realizada, identificaron a la violencia y a la inseguridad, causada principalmente por el crimen organizado, como el primer factor amenazante contra el oficio en 2024.
Lamentablemente, como medida de protección se autocensuran en la cobertura de temas relacionados con sicariatos, lavado de dinero y homicidios. Los periodistas encuestados dicen que evitan mencionar los nombres de las bandas que se disputan territorios; no firman las notas que redactan y acuden a las coberturas sin credenciales ni logos del medio de comunicación para evitar ser identificados.
Es que el crimen organizado ataca a los periodistas por varios frentes, desde hace algunos años. Así, el asesinato de tres miembros de un equipo periodístico de El Comercio, en manos del Frente Oliver Sinisterra, fue un primer golpe para el Ecuador, que no había vivido ningún caso de este tipo.
Pero luego, el 9 de agosto del 2023, vino el asesinato del periodista, y candidato presidencial, Fernando Villavicencio. Justamente Villavicencio se había constituido en la voz más potente en contra del crimen organizado y las relaciones con el sector político, la minería ilegal y la justicia.
¿Qué dicen las cifras del 2024?
El 2024 inició con un hecho que asombró por su temeridad. Un grupo de delincuencia organizada amenazó en vivo a periodistas de TC Televisión, causando terror al grupo de trabajadores. Este hecho desató una respuesta del Gobierno al declarar la guerra interna.
En 2024, los datos emitidos por el Consejo de Comunicación, presidido por Jeannine Cruz, dan fe de cómo se concretan las amenazas a periodistas a través de amenazas y demandas. Este organismo detectó hasta 2024, 232 alertas en contra de periodistas y dentro de estas, 68 amenazas del crimen organizado. Además, como parte del mecanismo de protección a periodistas, han llevado 26 denuncias y acompañado 19 comparecencias.
Pero además, Ricardo Pascumal, secretario ejecutivo del Consejo mencionó datos estremecedores sobre la incidencia del crimen organizado en el periodismo y al menos cinco formas de relacionamiento detectadas.
1) Se ha hallado que periodistas presuntamente pueden formar parte del crimen organizado.
2) También se han levantado casos en los cuales se les obliga a ser parte.
3) Se han presentado casos en los cuales grupos de delincuentes obligan a los periodistas y medios a difundir contenidos dirigidos a otros grupos enemigos.
4) Delincuentes se hacen pasar por periodistas, utilizando las insignias, cubos de micrófonos de medios. También se ha sabido que los criminales suelen usar insignias o uniformes de las instituciones de la fuerza pública (policías y militares)
5) Personas enjuiciadas por delincuencia organizada, presentan demandas a periodistas. Uno de los casos mencionados fue el de Xavier Jordán.
El ciberacoso de Jordán
Xavier Jordán, actualmente prófugo de la justicia ecuatoriana y vinculado al caso Metástasis, ha presentado demandas por difamación y “ciberacoso” en una corte de Miami, Estados Unidos, en contra de los periodistas ecuatorianos Christian Zurita, Fernando Villavicencio (+). También en contra de Tamia y Amanda Villavicencio, hijas del periodista y ex candidato presidencial asesinado, quienes ahora son directoras del medio La Fuente-Periodismo de Investigación.
Además, Jordán ha iniciado acciones legales en Ecuador contra varios medios de comunicación. Entre los demandados se encuentran Ecuavisa, Diario Expreso, Revista Vistazo, TC Televisión, y Teleamazonas. También en contra de la periodista Karen Minda.
De acuerdo con el Consejo de Comunicación, en estas demandas, Jordán solicita indemnizaciones de cinco millones de dólares, alegando que las publicaciones en las que se menciona su nombre, desde 2022, son difamatorias.
De acuerdo con el Consejo, estas acciones han sido interpretadas como parte de un patrón de intimidación dirigido a periodistas que investigan o informan sobre su presunta participación en casos de corrupción y otras actividades ilícitas.
Este tipo de conductas, además de constituir un riesgo individual para las personas afectadas, atentan contra el ejercicio pleno de la libertad de prensa y el derecho a la información en el Ecuador”, dice el Consejo.
El caso de los chats no periciados que difundieron Schettini y Porras
Otro caso citado por el Consejo y que atenta contra el periodismo es la revelación de chats no periciados de Fernando Villavicencio, que pone en riesgo a las fuentes de investigación y a los propios periodistas. Esta publicación ocurrió a finales del 2024, de la mano de ciertos actores políticos (Priscila Schettini y Angélica Porras) y medios de comunicación afines (por ejemplo, La Posta).
Dicha divulgación según el Consejo generó preocupaciones sobre la seguridad e integridad de las fuentes de investigación periodística, así como de los propios periodistas mencionados.
Así el Consejo debió tomar contacto directo y brindar asesoría jurídica a los periodistas afectados.
Adicionalmente, Periodistas sin Cadenas dice claramente que Angélica Porras, excandidata a la Corte Constitucional, y Priscila Schettini, asambleísta electa por el movimiento Revolución Ciudadana, difundieron en X un link con acceso a 8.959 chats de Whatsapp de supuestas conversaciones entre Villavicencio y periodistas ecuatorianos e internacionales.
Explican que Villavicencio tenía cercanía con la prensa porque antes de ser candidato presidencial fue presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional. “Allí se convirtió en una fuente para los periodistas, sobre todo en casos de corrupción, crimen organizado y narcopolítica”.
De los 150 periodistas que aparecen en las conversaciones, la MAPP identificó a al menos 30 que cubrían temas relacionados con el crimen organizado, la corrupción y la política, que con la filtración vieron afectados sus derechos a la privacidad y expuesta su seguridad. Además, el contenido filtrado fue usado por actores políticos que intentaron deslegitimar su trabajo.
Precarización: Se hacen notas por un dólar

Pero la inseguridad también viene de las condiciones en las que trabajan los periodistas. Durante el evento varios periodistas y comunicadores expresaron su malestar por no tener las condiciones de seguridad para dirigirse a sectores peligrosos. A veces ni siquiera tienen para el pasaje. Algunos aseguraron que los periodistas, sobre todo en provincias, ganan hasta $ 1 por nota.
Justamente, Yalilé Loaiza, representante de Fundamedios en el Congreso, también hizo señalamientos acerca de la precarización laboral y cómo periodistas que deben acudir a realizar trabajos peligrosos en sitios remotos no tienen garantías, y ni siquiera se les cubre el pasaje. Además, señaló que no puede ser que no haya garantía para los mecanismos de reubicación de los periodistas. Esto por falta de cumplimiento de los pagos de Ley por parte del Gobierno.
La débil sostenibilidad de los medios
Parte de la precariedad laboral es la falta de sostenibilidad de los nuevos medios de comunicación. Según los datos que maneja la Fundación Periodistas sin Cadenas, con base a su encuesta, el 35,6% del total de los encuestados afirma que tiene un medio propio, pero de ellos, el 40,9% sostiene al medio de comunicación con sus propios ahorros y el 31,8% lo hace con pauta publicitaria. Un 9,1% lo hace con donaciones y subvenciones y el mismo porcentaje, un 9,1%, se apoya en donaciones, subvenciones y en ahorros.
La otra cara en el tema del financiamiento es la creación indiscriminada de medios o portales digitales, que no guardan las mínimas reglas deontológicas del periodismo, y que claramente están financiados de manera dudosa.
Por ejemplo, hay otras plataformas funcionales al crimen organizado y que ayudan a viralizar el mensaje de los grupos ilegales.
Incluso se ha visto que el propio Gobierno ha caído en esta práctica al tener importantes rubros para publicidad, pero que va dirigida a plataformas digitales (no medios de comunicación) en los que trabajan solamente generadores de contenidos, sin crítica para su benefactor.
En contraposición, el Estado, y a su tiempo cada Gobierno no cumplen con medidas básicas para la protección a periodistas. Por ejemplo, no se entregan los recursos que por ley están destinados para el programa de protección a periodistas, que es un programa del Consejo de Comunicación.
Sobre el tema del financiamiento se comentó, dentro del evento, que podría abrirse una puerta en favor de los medios, si el Gobierno permitiera que existan exenciones de impuestos para quienes hagan donaciones para financiar a medios de comunicación.
‘Escribir es la victoria’

Mientras tanto, la conclusión general del evento fue que el periodismo no puede desmayar en su propósito de seguir poniendo luz en los oscuros recovecos de la corrupción. Así, los gobiernos, la ciudadanía pueden conocer los problemas, y tomar decisiones que estén acorde a la realidad.
El periodismo es un actor importante en una sociedad democrática en la cual las voces ciudadanas se respeten y la corrupción y la impunidad sean cortadas de raíz.
Ya lo decía Fernando Villavicencio, quien frente a la persecución del gobierno correísta, continuó con sus investigaciones y desnudó la corrupción de esta organización y sus vínculos con la delincuencia organizada: “Escribir es la victoria”.