Se trata de un nuevo modelo de financiamiento, más democrático, de una obra de infraestructura, para que la ciudadanía pueda ser dueña de la energía que produce el país.
La propuesta bajo el slogan: ¡Sé parte del cambio! Juntos podemos iluminar el futuro de Ecuador, fue socializada el 27 de noviembre pasado, justamente ante profesionales del ramo, en el Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha.
Es un anhelo democrático que se podría hacer realidad. Un país en el que los ciudadanos puedan ser copropietarios de la mayor central hidroeléctrica de Ecuador. De esta manera, no solo inviertan en energía limpia y sostenible, sino también obtengan rendimientos económicos atractivos.
La propuesta para ejecutar el Proyecto Hidroeléctrico Santiago (PH Santiago) busca el compromiso de los ciudadanos para asegurar un futuro energético sólido para el país. Esta no es solo una respuesta a la creciente demanda de energía, sino también una oportunidad para fortalecer la economía.
Los profesionales han empezado una etapa de socialización ante la sociedad civil, la banca, y también quieren llegar al Gobierno, que es el que debe dar el aval para que esta se pueda concretar.
¿Qué es el Proyecto Hidroeléctrico Santiago?
El Proyecto Hidroeléctrico Santiago es una mega obra, que ya consta entre los proyectos hidroeléctricos del país, destinados a consolidar la matriz energética de Ecuador. Santiago, ubicada en la provincia de Morona Santiago, tiene:
- Potencia instalada: 3.600 MW, suficiente para satisfacer una gran parte de la demanda energética nacional.
- Producción anual: 15.050 GWh, que representa un aporte clave a la independencia energética del país.
- Interconexión regional: Existe la posibilidad de que una vez que se construya la línea de transmisión de 500 kV que conectará Ecuador con Perú, se pueda exportar excedentes energéticos.
Ciudadanos inversionistas
¿Cuánto se podría invertir? ¿Cuál sería el rendimiento? ¿Cómo funciona?
- Aporte Individual: Se busca que 1.5 millones de personas inviertan $2.000 cada una. Esta cifra ha sido cuidadosamente calculada para ser accesible y justa: no empobrece a nadie, pero permite una participación masiva.
- Rendimiento atractivo: Los inversionistas recibirán un rendimiento anual del 12%, a partir de la puesta en operación, además de formar parte de una de las mayores iniciativas de desarrollo del país.
- Financiamiento Complementario: A través de la banca y cooperativas nacionales, se gestionará un financiamiento para que los socios completen los $3.000 millones para la ejecución del proyecto.
Un modelo de economía popular y solidaria
El Proyecto Hidroeléctrico Santiago no es solo una obra de infraestructura; es un modelo de economía popular y solidaria, alineado con el Art. 316 de la Constitución de Ecuador. Esto garantiza:
- Inclusión Ciudadana: Cada aportante se convierte en copropietario del proyecto.
- Sostenibilidad: Energía limpia y renovable que reducirá la dependencia de combustibles fósiles.
- Impacto Económico Positivo: Creación de empleos, reducción de costos energéticos y generación de ingresos a través de la exportación de energía.
La propuesta busca empoderar a los ecuatorianos y generar beneficios tanto económicos como ambientales para el país.
Si bien es un proyecto se ubica en la vertiente oriental, también está en una cuenca hidrográfica de 22.273 km2, donde confluyen los ríos Namangoza y Zamora. Así cuenta con caudales confiables, durante todo el año y se complementa con aguas provenientes de otras cuencas.
¿Qué necesitamos para hacerlo realidad?
El éxito del Proyecto Hidroeléctrico Santiago, propuesta ciudadana que está en etapa de socialización, depende de pasos clave:
- Apoyo gubernamental: Aceptación y respaldo del gobierno para facilitar los permisos y normativas necesarias.
- Participación ciudadana: Que los ecuatorianos se sumen a esta oportunidad de inversión transformadora.
- Infraestructura de Financiamiento: Bancos y cooperativas que ofrezcan condiciones favorables para respaldar el proyecto.
- Seguridad Jurídica: Conformación de una fiducia administrativa para garantizar transparencia y confianza a los inversionistas.
El Proyecto Hidroeléctrico Santiago merece nuestro apoyo y felicitación pues, más que un proyecto energético; es un movimiento hacia la autosuficiencia, la sostenibilidad y el empoderamiento ciudadano.