Vive en un cuarto de 19 metros cuadrados con un baño exterior y un área pequeña adaptada para cocina. A los pocos meses de estar asilado, la Secretaría de Inteligencia (Senain) puso en marcha el “operativo hotel” direccionado a vigilar a Assange. Herramientas de video y audio, protocolos de seguridad extrema y otros parámetros de vigilancia sugieren una falta de confianza de Ecuador hacia su protegido. ¿Qué hay detrás de este nuevo episodio de espionaje?
Julián Paul Assange nacido en Queensland – Australia, el 3 de julio de 1971, periodista, programador y creador de Wikileaks, sin acceso a la luz solar ni al aire fresco, ha mostrado en algunas ocasiones síntomas de desesperación.
“El señor Assange durante sus sueños tiende a gritar y hablar de forma incoherente (atribuidas a pesadillas nocturnas)” relata un informe de la Senain, basado en los reportes diarios internos que generaban sobre el denominado “huésped”. Estar en la mira de los organismos de inteligencia de los Estados Unidos, Suecia o Gran Bretaña, era previsible, pero resultaba improbable que el propio organismo de inteligencia del país que le dio protección -al que en algún momento consideró “insignificante“- ahora lo esté espiando.
Las dudas de Viteri
La información de este reportaje es parte de un amplio expediente documental en poder de la legisladora Cynthia Viteri. Ella exige al presidente Rafael Correa, respuestas a preguntas tales como: “dispuso usted o conocía sobre las actividades de la Senain realizadas en la Embajada en Londres”. Para Viteri, “las operaciones de la Secretaría de Inteligencia, al haber realizado espionaje a políticos opositores, dirigentes sociales, organizaciones gremiales y ciudadanos comunes, vulneran la Constitución de la República y su propia normativa, al haber utilizado recursos públicos para violar la privacidad de nuestras familias“, dice. De esta forma, se perdería el carácter de reservado de la información de la Senain.
El Operativo Hotel
El Operativo Hotel fue diseñado en tres fases por la Senain con tres objetivos concretos: generar condiciones adecuadas de habitabilidad para el “huésped”; retomar el control total de la Embajada para evitar una posible fuga de información y optimizar los procesos de seguridad en la casa diplomática.
La Fase I buscó garantizar las condiciones en las que se encontraba Assange en la Embajada y preparar un contingente por un posible ataque que podría obligar al “huésped” y su equipo de seguridad a evacuar ante un incendio provocado y el humo que este ocasionaría; incluso prepararse para una situación en la que la fuerza contraria podría usar agentes químicos ocultos forzando la salida del “huésped” por falta de oxígeno.
En esta etapa también se hicieron las adecuaciones técnicas al lugar, como la instalación de una ducha en el cuarto de baño, servicios de carpintería y pintura en las áreas que estarían a disposición de Assange. Además, un registro minucioso de las personas que trabajan en cada área de la Embajada y más aún de las que se encuentren cerca de él.
Un golpe de Estado a la sede, que no se dio
“Entendemos que el Sr. Huésped está acostumbrado a interactuar con el personal de la Embajada, especialmente con aquellos de los cuales mantiene mucha relación y complicidad”, revela el informe de la Senain. Tan controlado lo tendrían que parte de la estrategia del Operativo Hotel sería limitar el contacto que tiene con los funcionarios de la Embajada. Incluso habrían determinado que es muy importante que el idioma de quienes brindan seguridad dentro de la Embajada sea el español, para que pudieran comunicarse sin problema con los funcionarios y no exista más que una básica comunicación con el “huésped”.
Durante algunas ocasiones, una de las solicitudes del “huésped” habría sido la elección de su propio Servicio de Seguridad en el interior de la Embajada, llegando a proponer la participación de operadores de nacionalidad rusa. Para los agentes de la Senain dicha elección supondría, entre otros inconvenientes, la pérdida de control de la propia sede diplomática al dejar en manos del “huésped” el control de acceso y gestión de la información. En el informe afirmarían incluso que “sería como dar un golpe de Estado a la sede”.
En la Fase II de este operativo de vigilancia el objetivo sería al refuerzo de las medidas, protocolos y sistemas de seguridad destinados a garantizar un nivel acorde con lo delicado de la situación en la que se encuentra la Embajada y sus ocupantes, además la evaluación técnica y ocular para mejorar las capacidades de seguridad y la investigación de personal y detección de fugas de información.
En el informe se destaca que “Desde el punto de vista táctico el empleo de las dispositivos de visión y escucha, además de una herramienta para el control y vigilancia, desarrolla una función de contención de las fuerzas contrarias”.
Asilando a Julián pero desconfiando de Assange
En la Fase II no solo se implementarían sistemas de grabación de video y audio, sino también se restringiría la libertad de movimientos que tenía el “huésped”, especialmente la práctica habitual de entrada, salida y ocupación nocturnas en las oficinas y dependencias sensibles como son los despachos de la embajadora y el cónsul y que supondrían una falta grave de seguridad ante las posibilidades de filtración de información confidencial o reservada a las que Assange podría tener acceso y que deberían ser de uso restringido.
Estas medidas adoptadas como parte del Operativo Hotel dejan suponer el nivel de desconfianza que el régimen de Rafael Correa tiene en Julián Assange.
A continuación un fragmento del informe: “el Sr. Huésped es un invitado en la Embajada, no forma parte de su personal y no debe de participar o interferir en la actividad de la sede por lo que debe de ser alejado de las actividades que son responsabilidad exclusiva de la dirección de la misión diplomática de Ecuador en Londres”.
Parte de las actividades públicas en torno a la presencia de Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, fueron encomendadas a la abogada y periodista estadounidense – venezolana, Eva Golinger, a través de un contrato de servicios suscrito con la Cancillería.
Mal ambiente en la Embajada en Londres
El personal de la Embajada habría estado realmente preocupado por las actividades del refugiado, ya que en uno de los párrafos mencionan que “es necesario recuperar el control y administrar los protocolos necesarios para crear el estado de seguridad necesario que permitiera redirigir las actuaciones de forma positiva y correcta”.
Dentro de la Embajada ecuatoriana en Londres se vive un ambiente hostil y de preocupación, que incluso interrumpiría constantemente las actividades normales de la misión diplomática. El informe revela también que la personalidad de Julián estaría en constante roce con los operativos de seguridad quienes tienen que ejecutar las órdenes y procesos implementados.
Assange se desata y causa daños materiales
Una de las situaciones conflictivas que se ha dado entre el “huésped” y los miembros de la Embajada es parte de este informe.
“Sobre las 06:10 horas de la mañana del 4 de enero de 2013 el agente de guardia escucha un sonido que asocia a un golpe fuerte que proviene del interior de la habitación del Sr. Assange, el mismo reacciona con celeridad y acude a la habitación para ver qué es lo que sucede, llama a la puerta y pregunta al Sr. Assange si se encuentra bien, el mismo sale hasta la puerta de la habitación para comunicar que está bien, y según percibe el agente de guardia, este parece intentar ocultar del campo de visión del mismo el interior de la habitación, repitiendo que todo está ok y que no pasa nada (sin más explicación), cerrando la puerta de la habitación a continuación”.
Assange habría salido un par de veces más con dirección al baño, ocultando algo entre sus manos… “un agente abre la puerta y se percata al asomarse al interior de que hay un mueble partido y volcado en el centro de la habitación. Personal de seguridad informó a “BLANCO” sobre lo sucedido. Este ordenó no tocar nada de la habitación y dejar al Sr. Assange en el cuarto de baño, que no se le molestase pero que se le mantuviera controlado”. El informe se refiere en repetidas ocasiones a Blanco y Azul como miembros importantes para el desarrollo de este operativo.
Rafael Páez, ¿pintor o infiltrado?
El informe muestra que los niveles de vigilancia son muy altos con respecto a la gente que rodea al “huésped”, se refiere incluso a uno de los pintores que realizaba adecuaciones durante la Fase I de este operativo. Rafael Páez, habría trabajado anteriormente asuntos de carpintería, albañilería e instalaciones para la Fase II de Operación Hotel.
Lo curioso es que habría una segunda persona realizando estas actividades. A continuación un fragmento del informe que revela lo minucioso del proceso de vigilancia de Assange: “El otro es un conocido de Silvia Almeida, la contadora, (asisten a la misma iglesia, al parecer es bastante religioso. Los guardias de Seguridad Diplomática creen que es un poco fanático ya que se pasa todo el día con canciones religiosas y hablando de Dios). Lo peculiar es que ha comentado que había pertenecido a la guerrilla en El Salvador y había perdido tres hijos por esta guerra. Habrá que considerar saber un poco más sobre el mismo, así como también posiblemente saber un poco más sobre las vinculaciones religiosas de Silvia Almeida”.
Otro de los personajes de este informe sería José María Guijarro (Txema), Subsecretario de África, Asia y Oceanía, quien habría comentado que el “huésped” estaría presentando problemas de visión, a causa de que su campo de visión esta limitado a la distancia de la habitación o a la pantalla del computador. Se recomendó dejarle entrar por la noche al despacho de la embajadora para que pueda mirar por la ventana para aliviar este problema de visión.
El micrófono del Canciller
El 14 de junio de 2013, Ricardo Patiño, Canciller del Ecuador, denunció que se encontró un micrófono en el despacho de la embajadora Ana Albán. Se trataba de un dispositivo oculto en un enchufe, detrás de una librería.
El micrófono se alimentaba de la red eléctrica de la Embajada y poseía una tarjeta SIM de una compañía telefónica. Con una llamada se activaba el modo de escucha. Patiño expresó sospechas de que el aparato pertenece a la compañía Surveillance Group Limited, una compañía del Reino Unido, dedicada al espionaje.
El informe detalla que las cámaras y sistemas empleados para el desarrollo de la Fase II, fueron materiales de primera generación y excepcionales para el “control y vigilancia” de esta entidad diplomática.
Sin duda, uno de los párrafos del informe que más llama la atención se refiere directamente al espionaje de Julián Assange, dentro de la Embajada ecuatoriana. “Si finalmente el Gobierno de Ecuador decidiera la realización de este tipo de acciones (obtención de información de forma directa, espionaje) deberán de ser contemplados dentro de otros parámetros operacionales que eviten las potenciales repercusiones bajo las que podría verse sometida la Embajada al realizar dichas acciones desde su interior”.
El entrenador personal de Assange
Tanto el equipo de trabajo de Wikileaks como las personas de confianza de Assange tendrían que acoplarse a la restricción de movimientos y control del personal. Según este documento, la inteligencia dentro de la Embajada ha identificado a Benjamin Griffin de nacionalidad británica y ex militar del Ejército británico, miembro de las Fuerzas Especiales SAS, como el entrenador personal de boxeo de Assange, lo cual lleva a la Senain a suponer “una potencial amenaza por la información que este individuo pueda conocer y/o proporcionar a terceros, ya que no disponemos de la completa seguridad de que no continúe vinculado a dicho estamento militar británico”.
Como ejemplo de las recomendaciones que realiza Assange, existe una, particularmente llamativa. Solicita que su entrenador personal de boxeo, participe en la supervisión de la instalación de seguridad.
Assange Vs. Senain
Ante todas estas restricciones, el incómodo “huésped” habría solicitado la presencia de un auditor para la revisión de las instalaciones de seguridad; dicho asesor habría sido parte del equipo de Assange, ante lo cual la Senain muestra su inconformidad aduciendo que dicha acción implica la cesión de todas las claves y configuraciones de los sistemas. “Esto supondría una nueva violación grave del protocolo de seguridad, ya que no disponemos de garantías por parte del Sr. Huésped o su equipo de que esa información quede en manos de terceros o sea utilizada contraviniendo los intereses del Ecuador”, dice la Senain.
“Se contempla como un elevado riesgo operacional la posibilidad requerida y expresada por parte del Sr. Huésped, así como por parte del Cónsul, sobre la monitorización y control sobre el sistema de video vigilancia y grabación de imágenes, ya que supone la pérdida y control de las mismas por parte del órgano de inteligencia de Salamanca, ya que posibilita la difusión sin control de imágenes que pudieran ser potencialmente contraproducentes para las acciones políticas de Ecuador (aunque inicialmente puedan favorecer la causa del Sr. Huésped)“, agrega el informe.
Se estima que al comienzo, la fama de Assange, y el impacto mundial del hecho, creó un ambiente especial de preferencias para el “Huésped“, situación que fue cambiando hasta el establecimiento de un código de normas internas de convivencia , así como la suspensión de algunos excesos”.
Sobre el consumo de bebidas, fiestas y pies descalzos
“Entendemos que el Sr. Huésped está acostumbrado a interactuar con el personal de la Embajada, especialmente con aquellos de los cuales mantiene mucha relación y complicidad.
Es comprensible que el mismo busque esa complicidad que manifiestan parte del personal de la Embajada con los agentes de seguridad, pero estos se deben a los parámetros de la misión la cual contempla el mantenimiento de un estricto protocolo de actuación con todo el personal ajeno a la Embajada (principalmente él y sus invitados), los cuales hasta el momento de nuestra incorporación disfrutaban de plena libertad de actuación en la misma (sin ningún tipo de restricciones) y cuyas actuaciones algunas de ellas completamente ajenas a las normas que deben de contemplarse en este tipo de instalaciones (consumo de bebidas alcohólicas en el recibidor de la Embajada durante horas de trabajo, andar sin calzado por la Embajada en horas de trabajo, reuniones festivas, uso de ropa inapropiada, otras..) pueden acarrear consecuencias nefastas contra la imagen de la Delegación Diplomática y su misión en Londres, así como hacia el mismo Sr. Huésped y su causa“, se dice.
El asilo de la desconfianza
Y obviamente, no podían faltar las desconfianzas del Gobierno ecuatoriano, respecto a los intereses específicos de Assange y Wikileaks: “Recordamos que la agenda o intereses del Sr. Huésped pueden ir paralelos, pero en algunas ocasiones puede que estas no confluyan e incluso sean contradictorias con la política del Ecuador“, señala uno de los documentos.
Sobre la Fase III se tiene poca información ya que únicamente se refiere a que “ésta será puesta en marcha contempla otras soluciones, que reforzarán la seguridad de la sede y sus usuarios”.
Normas para el «huésped»: consumo de bebidas alcohólicas con moderación
En agosto de 2012, la ex embajadora Ana Albán aprobó un protocolo especial de regulación de las actividades del “Huésped“:
- El horario de visitas será entre las 08H00 y las 19H00.
- Los visitantes necesitan entregar a la seguridad diplomática algún tipo de identificación con su fotografía.
- Las visitas de carnet rojo tendrán que ingresar todos los sistemas electrónicos que porten a la Seguridad Diplomática por la duración de su visita en la Embajada.
- Las visitas del “huésped” son responsabilidad del “huésped” y su equipo de trabajo y deberán asegurar que las visitas respeten las reglas y normas de la Embajada a todo tiempo.
- El consumo de bebidas alcohólicas es prohibido en la Embajada. En la habitación del “huésped” se permite con moderación, siempre y cuando no salga ninguna persona con una bebida de la habitación, el comportamiento sea profesional y adecuado para una Embajada.
- Grabaciones dentro de la Embajada son prohibidas sin el previo permiso de la Embajadora o la Secretaria Nacional de Comunicaciones.
- Bajo ninguna circunstancia puede ingresar ningún personal dentro del cuarto de control de la Embajada donde esta localizados los archivos reservados y secretos de la Embajada y los sistemas de seguridad aparte de la Embajadora y el equipo de seguridad diplomática.
- Las visitas tendrán que permanecer en el interior de la dependencia habilitada para el huésped, solo pudiendo salir de ella en caso de tener que ir al baño o abandonar las dependencias de la Embajada.
El altercado del 6 de septiembre de 2012
Uno de los acontecimientos irregulares con mayores detalles, es el registrado el 6 de septiembre de 2012, cuando Julián Assange habría ingresado sin autorización al cuarto de control donde, según el relato, se encontrarían los equipos de video y vigilancia.
El texto describe que el “huésped“ abandona su habitación e ingresa al sitio donde se archivan los materiales de video, cuyo acceso es prohibido, sin autorización del personal de seguridad, que en esta ocasión le habrían advertido que no podía hacerlo. También se destaca en la descripción que en ocasiones anteriores había intentado ingresar al despacho de la Embajadora en horas de la madrugada.
En esta ocasión, se lee, Assange logra entrar en el mismo y manipular el video grabador de las cámaras de seguridad. En ese momento un guardia de la seguridad de la Embajada sorprende al Huésped y le exige deje de manipular el sistema. Ese día, Assange recibía la visita del documentalista que realizaba un especial sobre su asilo.
Frente al pedido de la seguridad de que el “huésped“ se retire del sitio, se produce un altercado, mismo que es reconstruido en dos versiones:
Las tres versiones del altercado, la destrucción de equipos
Assange: “Manifiesta que, el agente le ordenaba que abandonase el cuarto de control y no entendía lo que le transmitía al dirigirse el mismo en inglés/castellano. El mismo golpea el monitor rompiendo el mismo en el acto y arrastró la mesa donde se encuentran los equipos sensibles, a continuación parece que el operador de seguridad lo agarra para expulsarlo de la sala, produciéndose una refriega entre los dos, la cual se traslada al pasillo interior de la Embajada donde se prolonga la discusión entre ambos por varios minutos y él empuja al agente de seguridad. regresando a la habitación y el agente a su puesto en la entrada“.
Seguridad: “El Huésped, incumpliendo las normas expuesta por el protocolo de seguridad previamente pactado entre la Embajada y su equipo, accede al cuarto de control de accesos para manipular y visualizar las imágenes de videovigilancia, el agente se lo hace saber y el mismo le realiza gestos amenazantes y de desprecio mientras manipula el sistema de grabación; el Sr. Huésped se levanta del asiento y propina un puñetazo al monitor del grabador, dejando este inutilizado, por lo que el agente entra en el recinto para reprocharle su actitud en la que había destruido equipos sensibles del Gobierno ecuatoriano e insistiendo en que abandone el recinto, momento en que el Sr. Huésped le agarra por la camisa y empuja al mismo, continuando dicha acción en el pasillo donde se prolonga varios minutos“.
¿Desequilibrio emocional?
Un tercer testimonio es de Rafael Rosero, camarógrafo de la Embajada, quien precisa que oyó un “golpe seco“ y una discusión en el pasillo de la cual era parte Assange, quien en palabras de Rosero, “se encontraba fuera de control y muy ofendido. Exhibiendo una clara intención de ofender verbalmente y provocar“. En el documento se establece que “los hechos producidos, suponen un factor de riesgo“.
“Consideramos que aún conociendo la delicada situación en la que se encuentra el Sr. Huésped y especialmente su posible estado de desequilibrio emocional que ello representa en ciertas ocasiones, no podemos permitir que se produzcan estos incidentes ni ataque contra el personal ni equipos que están bajo la custodia y responsabilidad de la embajada y que están a su servicio y/o al personal de la embajada. El huésped se encuentra sometido a mucha presión al encontrarse por su encierro y por la presión de más de veinte agentes británicos apostados en el exterior durante las 24h del día. Por lo que podría recomendarse apoyo psicológico para fortalecer su resistencia ante esta situación“, concluye el reporte.
Senain vigila a Scotland Yard
Según uno de los reportes de agosto de 2012, la Senain, advertía que la policía británica, Scotland Yard, consideraba la posibilidad que Julián Assange pudiera salir de la Embajada de Ecuador, “bajo consideraciones de inmunidad diplomática, mediante acciones de distracción o engaño“ (…) “Assange de ser arrestado bajo cualquier circunstancias, él sale con inmunidad diplomática, como valija diplomática. En valija diplomática (…vida) en un vehículo diplomático“. (traducción del inglés).
La preocupación de los espías ecuatorianos era que esto provocaría el inminente arresto del “huésped“, bajo cualquier circunstancia. Los agentes ecuatorianos lograron captar detalles precisos de las actividades de la policía londinense, como se aprecia en la instantánea. (24 de agosto de 2012, a las 14:18)
Opciones para sacarlo de la Embajada
Entre las líneas del espionaje ecuatoriano se advierte que durante los primeros meses de permanencia de Assange en Londres, el Gobierno ecuatoriano pretendía nombrarlo representante ante la ONU, para facilitar la salida de la Embajada y su traslado a Ecuador. La iniciativa, sin embargo, no fue validada.
Otra opción era sacar a Assange disfrazado: “tratar de atravesar los techos hacia el helipuerto cercano o perderse entre la gente en la tienda Harrods«. El reporte da cuenta que la policía se encuentra en todas partes: en el hall, las escaleras, y las salidas de los ascensores, en todas las vías que “podrían permitir a Assange tomar un auto diplomático“. Entre la variedad de opciones barajadas para sacar al “huésped“ figuraba también la de utilizar un vehículo especial, como ocurrió en el caso de Mordechai Louk, espía israelí de origen marroquí que trabajaba para la inteligencia egipcia en Roma. Esta alternativa también fue descartada, al detectarse que la policía británica está equipada con “tecnología de avanzada para detectar calor corporal y evitar esta opción”.
La situación de la salud de Assange figuraba en las estrategias de Ecuador e Inglaterra. De las actividades de inteligencia realizadas por la Senain a Scotland Yard, se puede colegir la posibilidad de que Inglaterra habría pretendido usar el pretexto de la salud de Assange, para una intervención en la Embajada o que Assange salga de la misma.
Similar interés se delata del otro lado: “Londres estaría analizando la posibilidad de que el Estado ecuatoriano use la salud de Assange para sacarlo de la Embajada, además, de que a través de Australia, se infiltre un médico a su favor al interior de la Embajada”.
El reporte señala que la noche del 28 de agosto de 2012, la seguridad de la Embajada ecuatoriana tuvo que sacar a un policía británico que había ingresado sin autorización, en el departamento ubicado encima de la sede ecuatoriana. En el informe se puede leer: “A las 13:45 hora de Londres (7:45, hora de Ecuador), dos policías de alto nivel se encontraban en la entrada del edificio hablando con el jefe de turno del Scotland Yard.
Los autos diplomáticos están protegidos por inmunidad, según el mismo título que los edificios diplomáticos por la Convención de Viena (Art. 22-3). Sin embargo, Scotland Yard ha posicionado a los policías hasta el interior del edificio de la Embajada ecuatoriana en Londres (que no es de uso exclusivo de la misma)“.
La moneda en la ventana
Una anécdota relatada en los reportes, es la registrada la madrugada del 4 de septiembre de 2012, el momento que se produjo el relevo de la guardia policial de Scotland Yard, que se encuentra en el callejón situado en la zona de la ventana del huésped, donde se sitúan dos furgonetas policiales empleadas para el traslado de la policía.
Durante el cambio de guardia, los agentes se encontraban en tono festivo y realizando bromas entre ellos, sobre la situación del “huésped”, de pronto uno de ellos introdujo la mano en el bolsillo, tomó una moneda y la lanzó a la ventana del huésped, la cual golpeó en una de las ventanas. Según el reporte, este incidente alteró al “huésped”, “el cual quiere utilizar las imágenes para difundirlas por la red como un intento de agresión, de la Scotland Yard. El abogado de la Embajada habría recomendado evitar la denuncia, por cuanto podría ser utilizado en contra de la Embajada, y por cuanto pondría en evidencia el equipo de cámaras especiales que monitorean a la policía londinense.
Según estimaciones de la policía británica Scotland Yard, la vigilancia al hacker le representa a las finanzas londinenses una suma aproximada de 65 mil euros diarios, unos 71 millones de euros durante los tres años de asilo. La cifra incluye los costos de 54 agentes diarios, además de vehículos que cuidan las entradas y salidas todo el tiempo.
Las disputas entre Suecia y Ecuador
El tiempo que Suecia tenía para realizar el interrogatorio a Assange sobre uno de los supuestos delitos de índole sexual ha prescrito este pasado 13 de agosto. Este 18 del mes en curso prescribiría también el plazo para el segundo interrogatorio.
El pasado 31 de julio de 2015, el gobierno de Ecuador fue informado por parte del embajador británico en Quito, sobre los altos costos que representa la vigilancia de la Embajada ecuatoriana en Londres, razón por la que habrían solicitado al gobierno de Suecia el establecimiento de negociaciones con Ecuador, para buscar una salida.
La primera semana de agosto de 2015, el gobierno de Suecia informó a la Embajada de Ecuador en Londres, al menos tres asuntos relativos a la actual condición de Julian Assange.
El primer punto expuesto por la justicia sueca establece que ese país no está obligado a reconocer el asilo diplomático; además, hizo saber a Ecuador que no existe ningún riesgo de extradición de Assange a Estados Unidos; y que una vez en Suecia, Assange tendría el derecho de solicitar asilo una vez ingresado al país.
¿Hay miedo de las revelaciones que pueda hacer Assange?
Días después de comunicado estos temas, el Ministerio de Justicia sueco a través de una de sus voceras, hizo públicas varias observaciones referidas a supuestas condiciones presentadas por el gobierno de Ecuador para receptar la declaración judicial a Assange en la Embajada, señalando que las mismas “van en contra del derecho sueco”; y, reiterando que “si él (Assange) quiere asilo, tiene que venir a Suecia”.
De forma simultánea, un agente de la Fiscalía de Suecia que viajó a Londres a receptar el testimonio de Assange, denunció que funcionarios de la Embajada ecuatoriana, impidieron el paso de los peritos.
De lo que se conoce, las autoridades de Ecuador habrían aceptado abrir una negociación con Suecia para que la Fiscalía recepte la declaración de Assange, pero condicionado a la presencia de delegados de Ecuador durante el interrogatorio, lo cual no fue aceptado por las autoridades suecas. ¿Por qué el gobierno ecuatoriano insiste en estar presente en el interrogatorio, tiene acaso temor de algunas revelaciones que pueda hacer su huésped? Ecuador persiste en su petición de que Suecia reconozca la condición de asilado de Julian Assange, un tema que para ellos no está en discusión.
Los preparativos se estaban llevando a cabo, sin embargo, en el último momento habría llegado otra persona a realizar el interrogatorio y por políticas de seguridad no se pudo ejecutar.
La respuesta de Julian Assange es textual: “Esta tarde, la fiscal sueca Marianne Ny ha cancelado la cita ya previamente acordada para tomar mi declaración hoy. Propusimos las fechas y Ny las aceptó. La fiscal Ny hizo creer a mis abogados que la cita estaba procediendo. Mis abogados habían ya comprado boletos y yo había asumido ya costes…” “…Este comportamiento parece temerario, y es difícil imaginar que el mismo fuera algo más que un mero ejercicio de relaciones públicas. Resulta imposible mantener la confianza en esta fiscal bajo estas circunstancias”…
Los plazos vencieron en tres de los cuatro procesos judiciales abiertos en contra de Assange. Queda pendiente la mayor acusación, por presunta violación que fenece el 2020. Sin embargo, se abrió una posibilidad de establecer diálogos entre autoridades de Suecia y Ecuador a finales de agosto, las que podrían darse en Estocolmo. Al final de esta historia de espías, muchos cabos se han atado: los costos políticos, judiciales y económicos del caso Assange, incomodan a muchos, la pregunta es: ¿por qué Ecuador puso trabas a la petición de la justicia sueca, si de esa forma podía viabilizar una salida negociada? ¿Pesó más la solidaridad con Assange, o hay algún temor del gobierno de Correa? ¿Algo se esconde tras la máscara de Guy Fawkes?