El 1 de marzo de 2020, en el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), en Samborondón, el gobernador del Guayas, Pedro Pablo Duart dijo que el virus era una “gripe severa” y nadie iba a morir por eso, Ocles y Zambrano estuvieron de acuerdo en que las ciudades no debían parar sus actividades (eso incluía los multitudinarios partidos de fútbol), Zambrano, además, estaba “alarmada” por el uso de mascarillas y Andramuño aseguró que el sistema de salud estaba preparado para enfrentar la emergencia. Al final, el partido de fútbol se jugó con público. A esta decisión poco acertada, se sumaron otras que agravaron la emergencia. El virus avanzó rápidamente y el sistema de salud colapsó. Murieron más de 10 mil personas solo en Guayaquil