Amanda Villavicencio 12 diciembre, 20244min
Los intentos de silenciarnos, la persecución y el acoso son pan de cada día para quienes luchamos y levantamos la voz en contra de las mafias. Es duro, sí, pero lejos de callarnos, nos hacen dar cuenta que tenemos una misión inclaudicable: seguir luchando contra la impunidad, que es la raíz del mal.