Cumbayá es mucho más que una parroquia cuyo origen se remonta a 1570, fecha de su fundación eclesiástica, hoy con urbanizaciones residenciales, restaurantes y centros comerciales. Junto con el movimiento citadino, pervive el pueblo ancestral (llactayo) de Pinsha, cuya propiedad ancestral sobre sus tierras es objeto de vulneración, debido a un acto jurídico surrealista con efectos hiperreales. Valga la paradoja.