Miles de desapariciones en México y en Ecuador revelan el rostro más cruel del crimen organizado, en estos países. De la mano de las horrorosas prácticas como trata de personas, tráfico de órganos, prostitución, reclutamiento forzado, e incluso campos de exterminio, las bandas y cárteles buscan consolidar y expandir su mercado criminal.

Mientras en México se habla de una cifra oficIal de desaparecidos de al menos 120.000 personas, en Ecuador el Ministerio del Interior registra 4.447 casos sin resolver. Sin embargo, en ambos países se sospecha de un subregistro incalculable. Sin cifras, sin cuerpos, y sin políticas claras para combatir el origen del mal, ambos países se hunden en la impunidad.


Las «cifras de la impunidad»

Al analizar las «cifras de la impunidad» se revelan las grietas del sistema estadístico y la manipulación de datos en México y Ecuador, así como las preguntas clave sobre por qué desaparece la gente.



En el capítulo «Sin cuerpo no hay delito» se expone la alianza perversa entre crimen organizado y Estado, la existencia de centros de exterminio, y la lucha solitaria de los colectivos de búsqueda.

Finalmente, exploraremos las soluciones concretas que plantean los expertos: Atacar las finanzas de los criminales, blindar la justicia, fortalecer la legislación, fomentar las colaboración internacional, y desmantelar la propaganda criminal.



Con este trabajo buscamos no solo documentar la tragedia, sino también -de la mano de expertos- delinear un mapa para enfrentarla. Para la impunidad no es un destino: es una construcción sostenida por el miedo, el poder y la complicidad.

Pero también es una estructura que se puede desmontar. Enfrentarla exige voluntad política, verdad y justicia. Y sobre todo escuchar a quienes han buscado incansablemente a sus seres queridos, incluso cuando el Estado los abandonó. Esta investigación es para ellas, para ellos, y para todos los que se niegan a acostumbrarse a vivir entre fantasmas.


Testimonios