La joven Zumretay levanta la voz uigur alrededor del mundo



La joven Zumretay levanta la voz uigur alrededor del mundo

Redacción La Fuente - Periodismo de Investigación29 abril, 202514min
Redacción La Fuente - Periodismo de Investigación29 abril, 202514min
uigures china
Detenciones masivas, discriminación por religión y crencias, denuncias sobre desapariciones forzadas, tortura y centros de “re educación”… Esta es la normalidad en la que viven, en pleno 2025, aproximadamente 20 millones de habitantes de Xinjiang, territorio ubicado en la zona noroeste de China. Se trata de los uigures y esta es su historia, contada por una activista que llegó a Quito.

Esta gran región autónoma (antes la República de Turkestán), es rica en recursos naturales, como petróleo, gas natural, minerales. Además es conocida porque cumple un papel clave en la Ruta de la Seda. Aunque es parte de China desde 1949, tiene una cultura totalmente distinta.

Al limitar con países como Mongolia, Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Afganistán, Pakistán e India, esta región tiene una gran influencia de la religión musulmana. La lengua es uigur, un idioma túrquico.

Ese es justamente el punto de conflicto. Lejos de existir respeto por su cultura, la población es sometida a un acoso sistemático para buscar erradicarla. En estos días Xinjiang hace parte de los territorios víctima del fenómeno de la diáspora moderna. Además, su población interna sufre prácticas reñidas con los derechos humanos. Muchos hablan de genocidio.

Esta esta cruda realidad fue contada en Quito, esta semana, en palabras de Zumretay Arkin.

Ella, una joven activista de sonrisa amplia, cabello negro y ojos almendrados, recorre los países alrededor del mundo, dando a conocer la precaria situación de sus coterráneos uigures.

La historia de Zumretay Arkin, una voz necesaria

Arkin es la vicepresidenta del Congreso Mundial Uigur, pero también es el testimonio vivo de la persecución que vive la etnia. Zumretay lo cuenta en una conversación con La Fuente-Periodismo de Investigación. Era el año 2003, cuando debió salir de su tierra Xinjiang, con apenas 10 años de edad.

El afán del gobierno chino de controlar rigurosamente el extenso territorio que conforma el gigante asiático; y lo ocurrido en EEUU con las torres gemelas, fueron los detonantes de la fuerte presión en contra de las personas de esta etnia, a quienes se las acusa de terroristas y separatistas.

Por ello, su familia, conformada por cinco miembros, decidió mudarse a Canadá.

La situación de los uigures se agravó en 2009, pues se dieron protestas por parte de los pobladores, frente a la represión de Beijín. Hubo muertos.

En esa misma época, a sus 16 años, Zumretay regresó a la “región autónoma” para visitar al resto de su familia, y se encontró con un sitio invivible, un lugar en el cual se sentía una completa extraña.

Escuchó el clamor de los jóvenes de su tierra y conoció sobre el fuerte bloqueo del Gobierno chino.

Por eso, al volver a Canadá decidió ser una activista para enfrentar esta situación y apoyar a los jóvenes.

La represión a los uigures alcanzó niveles más graves pocos años después.

Amnistía Internacional advirtió que desde 2017:

China ha llevado a cabo una campaña sin precedentes de detenciones masivas de personas uigures, kazajas, uzbekas y de otros grupos étnicos predominantemente musulmanes en Xinjang”.

Entre la desaparición forzada y la «re educación»

En la región autónoma de Xinjiang el gobierno admite que existen campos de re educación para los uigures. Esta es una propaganda de los centros.

Los activistas uigures hablan de centros de concentración y de desaparición forzada.

Mientras que un informe del organismo indica que al menos un millón de personas han sido internadas en centros de “transformación mediante la educación” o de “formación profesional”, donde han soportado una serie de violaciones de derechos humanos.

También han mencionado que los hábitos religiosos y relaciones personales, son evaluados por el gobierno chino para determinar si deben ser internados en campos de “re educación”.

Todo ello, a su vez hizo que Arkin decida en 2019 mudarse de Canadá a Alemania para trabajar con Naciones Unidas a tiempo completo en el activismo.

Su participación en esta tarea también le significa no poder tener un contacto con su familia que habita en esa región, por más de seis años.

Arkin  confirma que existe falta de transparencia sobre cuál es el destino de sus compatriotas en los campos de concentración. Asegura que la justificación para la persecución es la postura religiosa de las personas.  Al ser consultada sobre a dónde creen que van esos desparecidos indica:

No sabemos qué ha pasado con estas personas. Identificamos que han sido forzadas a trabajar en actividades que estarían en contra de derechos humanos. Incluso, hablamos de trabajo sexual, en condiciones deplorables”, dice Zumretay.

Activistas de DDHH piden libertad para los uigures.

Explica que entre los desaparecidos están personas con liderazgo, en negocios, de la academia, activistas. Todos ellos desaparecieron sin explicaciones.

Ella asegura vehementemente que es el gobierno central chino, el polit buró, el que emite las instrucciones para esta política en contra de los derechos humanos para desaparecer a estas personas. “Existen evidencias documentadas”, dice.

Ser musulmán es ser terrorista y con eso está fichado y procede la decisión de desaparecerlo del panorama”, sostiene.

La situación de los uigures en el mundo es compleja. En marzo pasado se conoció la noticia de que 40 uigures, que habían huido y se habían radicado en Tailandia, fueron deportados nuevamente a China. Un caso similar se conoció en Arabia Saudí.

Sobre el tema, las voces de activistas de derechos humanos en el mundo piden a los países no devolver a uigures a China, pues las posibilidades de que sean sometidos a tratos contrarios a los derechos humanos son altas.

¿Presiones en Ecuador?

Zumretay Arkin, en la Universidad San Francisco de Quito

Esta semana Zumretay Arkin estuvo en Quito (Ecuador), participando de un evento llamado China-América Latina: Perspectivas y Debates, organizado por Flacso, Programa de Estudios de Corea y el Este de Asia, Fundación Andrés Bello y la Universidad San Francisco.

Sin embargo su ponencia pasó un tanto desapercibida, pues a último momento la Embajada de China había hecho un reclamo a los organizadores, sobre la inconveniencia de esta ponencia. Así, el evento se llevó en un conversatorio más privado, o una suerte de taller, por fuera del evento central.

Zumretay vive como muchos de sus coterráneos situaciones complejas, por estar fuera del lugar donde nació, pero además enfrenta una serie de presiones.

Lo ocurrido en Ecuador es visto por Parsifal D’Sola como parte de “tensiones que merecen ser discutidas abiertamente”.  Explicó que más allá del legítimo derecho de cualquier país de buscar darse a conocer en el mundo, en los últimos años se han documentado casos en los que instituciones académicas en América Latina y del Caribe han sido objeto de presiones diplomáticas por parte de representantes del gobierno chino.

Estas presiones buscan condicionar contenidos académicos, vetar ponentes, o censurar debates sobre temas considerados sensibles para Beijín. Entre ellos están, por ejemplo, el tema del Tibet, Taiwan, los derechos humanos.

En la misma organización de este foro, dijo, “hubo presiones diplomáticas, que buscaron excluir voces académicas por su origen y las implicaciones políticas por su presencia”.

Para Parsifal D’Sola, director ejecutivo de la Fundación Andrés Bello, este tipo de episodios generan alertas. Es preocupante cuando la academia empieza a negociar su autonomía para evitar incomodar a un poder externo. Aclaró que no se trata de un tema confrontacional en contra de China, pues más bien siempre se promueve el mayor conocimiento académico. Pero este no se puede hacer sometiéndose a presiones.

Destacó que normalmente hay una crítica fuerte a temas como la criminalización de migrantes, intervencionismo de EEUU en países de la región y del mundo. Por ello, no ve cuál podría ser el motivo para no tratar temas como represión contra minorías, coerción económica, en China. En este sentido, consideró que una misma vara crítica se debe aplicar a las dos potencias mundiales.

Michelle Bachelet y un informe que confirma el horror

En junio del 2023, Michelle Bachelet, ex presidenta chilena y alta comisionada de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos renunció a su cargo.

Pero ese mismo día publicó un estremecedor informe sobre la etnia uigur que estaba listo desde el 2021. En él confirman las denuncias de varios años.

Las denuncias de patrones de tortura o malos tratos, incluidos los tratamientos médicos forzados y las condiciones adversas de detención, son creíbles, al igual que las denuncias de incidentes individuales de violencia sexual y de género”, indicaba la investigación publicada por la Oficina de la Alta comisionada Bachelet.

La Oficina habla de las detenciones arbitrarias contra los uigures y otras personas. Además indicaba que en el contexto de “las restricciones y la privación más general de los derechos fundamentales, disfrutados individual y colectivamente, pueden constituir crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad”.

La historia de Zumretay Arkin nos hace relexionar sobre lo poco que conocemos el mundo y admirar la valentía de quienes se atreven a desafiar los tratos injustos, por más grande que sea el causante.