Las centrales hidroeléctricas continúan sin poder generar suficiente energía y según los datos del Operador Nacional de Electricidad (Cenace) la mañana del 9 de noviembre, esta producción hidroeléctrica estaba en 55%. Cuando no hay estiaje la producción hidroeléctrica es del 90%.
Pero de este total de 55%, apenas el 28% estaba siendo entregado por la central Coca Codo Sinclair, que le costó a los ciudadanos $ 3.200 millones. Este valor fue financiado con deuda de China, que aún se sigue pagando.
El papel de Coca Codo Sinclair, ubicada en la provincia de Sucumbíos y Napo, en momentos en que una dura, pero estacional, sequía, ha sido objeto de debate en estos días.
Es que una vez que el embalse de Mazar, ha quedado casi al borde del colapso (este sábado se ubicó en 2.110 msnm); Coca Codo ha sido alabada, sobre todo por sectores del correísmo, como la gran salvadora de apagones era Coca Codo Sinclair. Pero ¿es así? ¿Cuál ha sido el verdadero comportamiento de Coca Codo en estos estiajes?
La generación de Coca Codo, un sube y baja
De acuerdo con los datos de Cenace, Coca Codo tiene picos altos y bajos de generación, no es constante. Por ejemplo, en el último feriado, produjo energía entre 320 MW hasta los 1.010 MW. En nigún caso llegó a los 1.500 MW que es la capacidad para la que fue diseñada.
Pero en octubre hubo momentos en los que generó 1.110 MW (13 y 14 de octubre), y también cayó a 346 MW, por ejemplo el 25 de octubre.
Sin embargo, no hay que olvidar que de manera inesperada, suele experimentar ciertos eventos de apagado total. Esto por sedimentos que la llevan a paralizarse de manera abrupta. Por ejemplo, esto pasó el 22 de mayo pasado, según información del entonces ministro de Energía, Roberto Luque.
Un manejo imprudente de los embalses
El último feriado de Difuntos fue extendido a cinco días por el Gobierno. En ese lapso, los ecuatorianos se sorprendieron porque a pesar de tener una crisis energética evidente con estiaje, sin suficiente energía térmica, sin venta desde Colombia, los apagones disminuyeron o se anularon.
El Gobierno explicó en días anteriores que Coca Codo podía tener alta producción porque, al ser una central “de pasada”, es decir “sin embalse”, debe aprovechar en ese momento el paso del agua. Si hay más agua, hay más producción. Así, también se cuidaba Mazar.
Sin embargo, los días del feriado se pudo mirar un comportamiento contrario a esta premisa en el manejo de embalses. Coca Codo generó 1.010 MW el 3 de noviembre, pero luego fue bajando. Así el 5 de noviembre registró bajas de hasta 320 MW. En cambio ese mismo día que Coca Codo bajó; Mazar fue incrementando su generación de 57 MW a 110 MW, es decir se consumió el embalse. Hoy, vivimos las consecuencias de ese manejo de embalses poco prudente.
Los riesgos que amenazan a Coca Codo: erosión regresiva, sedimentos, fisuras
En este punto, la pregunta que surge es ¿Por qué Coca Codo, una costosísima obra emblemática del correísmo, tiene tanta inestabilidad?
Hay varias razones: la primera es que no hay suficiente agua para que produzca al tope de su capacidad. Es decir que en tiempo de estiaje difícilmente podría ser una gran productora.
De acuerdo con Pedro Velasco, asambleísta que junto con Fernando Villavicencio, emitió un informe sobre Coca Codo, podría haber una razón técnica. Y es que si se le obliga a la central a llegar a los 1.500 MW, las más de 18.000 fisuras que tiene, podrían resentirse más y generar un colapso en los distribuidores y caracoles. Recuerda además que hay una amenaza latente: la erosión regresiva que está a 6,1 Km de las obras de captación. El tema fue claramente explicado por Fernando Villavicencio tras su visita.
Una visita histórica que deja lecciones
El actual asambleísta Pedro Velasco, miembro de la Comisión de Desarrollo Económico, conoció desde dentro, a la Central Coca Codo Sinclair. Recuerda que el 18 de junio del 2021 visitaron junto con Fernando Villavicencio la central hidroeléctrica que llegó a costarle al país $ 3.200 millones y que, supuestamente, iba a generar 1.500 MW.
En diálogo con La Fuente-Periodismo de Investigación, recuerda que fueron al sitio porque ya hubo alertas sobre sobre los riesgos a los que estaba expuesta esta obra millonaria. Por un lado las obras de captación están amenazadas por la erosión regresiva. Asegura Velasco que se pudo conocer que la central se construyó en un sitio que presentaba problemas de suelos, de geografía.
Luego llegaron hasta la casa de máquinas, una verdadera catedral… enorme. Pero con problemas de fisuras en el corazón de la misma, es decir en los distribuidores o caracoles. Cuenta que al entrar en esos caracoles se pudo constatar las grandes fisuras, más de 8.000 que estaban resaltadas con una suerte de marcador.
“Verificamos filtraciones, las fisuras las tenían señaladas con marcador y las tenían señaladas parecía un rompecabezas”, comenta. Ahora se conoce que se ha duplicado el número de fisuras.
Recuerda también que Marcelo Reinoso, un técnico de Celec fue quien confirmó como la erosión regresiva iba avanzando y que no pasarían más de cinco años para que el fenómeno destruyera la infraestructura. Actualmente está a 6,1 km de la captación. También les dijo que las supuestas soluciones en los caracoles no eran los adecuados.
Otro de los problemas que tiene al momento la central es el de los sedimentos. No los puede desfogar de manera adecuada, por lo que cuando llega material hacia ese sector, debe parar de manera inmediata. En ese momento se generan bajas de generación, que es compensada con otras fuentes, entre ellas la generación de la propia Mazar.
Tuvo problemas desde la misma concepción
Para Velasco, Coca Codo no es una obra extraordinaria que nos está salvando, como se quiere decir. Más bien para él tuvo defectos desde su misma concepción.
Recuerda que durante el gobierno de Correa se tenía la expectativa de que las hidroeléctricas iban a ser las principales generadoras y las térmicas solo iban a servir para casos de emergencia. Esto porque se quería ir dejando poco a poco los combustibles fósiles.
Sin embargo, en tiempo de estiaje es necesario tener alternativas para compensar. Para Velasco se podría buscar entre las opciones limpias están la energía eólica, geotermal, fotovoltaica.
Otro tema que llama la atención es que con un financiamiento tan alto de China, también haya sido obligatorio entregar la obra atada a una empresa china: Sinohydro, dice Velasco.
Sobre la producción de energía, que no llega a los niveles óptimos, Velasco explicó que su teoría es que si se le ponía a trabajar a tope: no hubiese aguantado y se hubiesen generado más fisuras. “Tengo el temor de que si superamos esos valores, o esos caudales, cualquier momento podría estar colapsando”.
En este sentido, también recuerda que los funcionarios de Contraloría han llegado a la conclusión que no debería recibirse la obra. Así, por ejemplo, en el Gobierno de Guillermo Lasso no se la llegó a recibir. Actualmente este activo fue recibida de manera provisional.
Para Velasco, el hecho de que en ciertos momentos llegue a producir 1.000 MW, no significa que sea una obra bien hecha. No podemos conformarnos con un “consuelo de bobos”. Explica que el país pagó una importante cantidad de recursos y que la obra debe estar a satisfacción.
¿Qué hacer?
Para el asambleísta Pedro Velasco, una de las soluciones inmediatas sería que Colombia nos venda energía, la otra es “pedir que siga lloviendo”. Pero hay otras opciones como utilizar energías más amigables. En todo caso, comenta que hay esperanza pues se ve como ciertas viviendas, pequeños negocios, están optando por usar energía solar, esto puede aliviar al sistema.
También comenta que se ha creado un mecanismo para impulsar la inversión privada en el proceso de transición de energía renovable.
Un anuncio que cae como balde de agua fría
Este sábado volvieron los apagones de hasta 12 horas. En un comunicado el Ministerio de Energía indicó que esto se debe a:
- Mantenimientos programados y de emergencia de las centrales Agoyán, San Francisco y otras plantas térmicas.
- A los nuevos mínimos históricos registrados en caudales
- El Ministerio dijo que la próxima semana se concluirán negociaciones con Colombia para venta de energía desde el sector privado. El presidente de la República ha mencionado que los apagones podrían estar resueltos en diciembre.
Al cierre de esta edición circulaba una comunicación de Cenace a través de redes. Era el requerimiento al Gobierno para que proceda a aplicar apagones de entre 12 y 14 horas. Una turbina de Mazar estaría «indisponible» por la reducción del embalse. Se le dejó bajar hasta niveles críticos.