Son las 5 de la tarde y mientras caminas por las calles de Quito se observa una gran cantidad de generadores que se toman la avenida. Cada uno cerca de alguna tienda, local o emprendimiento. El sonido, parecido al motor de un tractor, se convirtió en algo “normal” para los quiteños y quiteñas.
Pero eso no es lo peor: ese ruido constante, mezclado entre la gente y el tráfico, y vuelve insoportable con el olor a monóxido de carbono. Similar al que expulsan los buses y vehículos en general.
Al principio, esos sonidos y olores se percibían más frecuentemente en grandes edificios o centros comerciales. Sin embargo, ahora, se los escucha en todos lados, como un monstruo ruidoso que contamina invisiblemente la ciudad.
Gabu Córdova, emprendedora de un local de zapatos, indica que a raíz de los apagones “los ingresos disminuyeron en un 30%”, paralizando su planta y reduciendo sus ventas. Debido a esto, tomó la decisión de adquirir un generador a gasolina.
Todo un círculo vicioso
El cambio climático producto de gases contaminantes, las fuertes sequías (sobre todo en la Amazonía), agravada por el fenómeno de El Niño y la falta de mantenimiento en el sistema eléctrico ponen al límite la situación energética del país.
Desde octubre del 2023, Ecuador atraviesa una fuerte crisis energética, que se agravó en el 2024. Los cortes de luz que en un principio iban de 2 a 4 horas al día, se han extendido a 14 horas diarias. La ciudadanía, urgida de energía, opta por comprar generadores, en su mayoría, a diésel. Así, está “solución inmediata” deteriora la calidad del aire, la calidad de vida de la gente e incluso aporta más gases contaminantes. Todo un círculo vicioso.
El estudio “Impacto del uso de generadores a diésel, en la calidad del aire en Quito, Ecuador, durante la crisis eléctrica nacional” liderado por la Universidad de las Américas y publicado en la revista Atmosphere de Suiza, revela el impacto negativo que tiene el uso masivo de generadores a diésel en Quito y en todo el Ecuador.
El estudio indica que, durante la crisis eléctrica, los niveles de dióxido de azufre (SO2) aumentaron un 180% y el monóxido de carbono (CO) se incrementó en un 43%. Estos contaminantes, directamente relacionados con la quema de combustibles fósiles, especialmente del diésel.
Además, demuestra un incremento en la concentración de partículas finas (PM2.5) del 20%, contaminación peligrosa para la salud respiratoria. Y reporta, una disminución del 6% en los niveles de ozono (O3), como resultado del aumento de otros contaminantes.
La investigación sobre el comportamiento diario de la contaminación se realizó en dos periodos. El primero del 27 de octubre de 2023 al 18 de diciembre de 2023 y del 16 al 30 de abril de 2024.
Durante este periodo se registraron los primeros recortes de luz que llegaron hasta 8 horas diarias.
Sin embargo, actualmente estos cortes han incrementado a 14 horas diarias, lo que produjo un evidente aumento en el uso de generadores a diésel. Seguramente, los datos de contaminación empeorarán en una nueva medición.
El equipo que lideró el estudio sugiere que “la dependencia de los generadores a diésel durante emergencias energéticas puede agravar problemas de salud en la población, especialmente en ciudades a gran altitud como Quito”. Entre las enfermedades que esto puede generar está el asma, bronquitis crónica y aumentar el riesgo de ataques cardiovasculares.
Mareos, tos y somnolencia
En un recorrido hecho por La Fuente- Periodismo de Investigación, Mishell Casa, odontóloga, nos cuenta que debido a los cortes colocaron un generador en su consultorio.
Como el sitio es pequeño, tuvieron que colocarlo en un lugar con poca ventilación, lo que provoca que “el humo prácticamente se encierre en todo el local”.
Esto, les provocó “mareos, dolor de cabeza, somnolencia y tos constante”.
“Definitivamente no se puede respirar durante el periodo que el generador está prendido, ya que todo huele a gasolina”, señala Mishell. Pese al malestar, indica que no tienen otra opción pues no pueden dejar de producir. Pasan más de 6 horas expuestos a esta contaminación.
Por su parte, Gabu Códova indica que a raíz de los apagones y uso de los generadores ha notado que “nos estamos enfermando de las vías respiratorias muchísimo más seguido y con muchísima más facilidad”. Considera que tiene que ver con la contaminación que generan.
Rasa Zalakeviciute, líder del grupo de investigadores de la UDLA señala que “los contaminantes pueden permanecer muchas horas en el aire afectando a la salud ambiental y salud humana, un gran problema en zonas pobladas.”
Como una solución alternativa, Zalakeviciute, sugiere que“con energías limpias como paneles solares, podemos reducir nuestra dependencia a combustibles fósiles”.
Sin embargo, para muchos emprendedores adquirir estas otras opciones resulta complicado. Córdova, quien desconocía del estudio realizado por la UDLA, nos cuenta que le gustaría utilizar soluciones más amigables con el medio ambiente como “paneles solares” pero afirma que “como emprendedores es complicado (adquirirlos) porque son muy caros”.
El uso prolongado de los generadores y su afectación
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire causa aproximadamente 6,7 millones de muertes prematuras cada año. El 88% de esas muertes ocurren en países de bajo y mediano ingreso, debido a la disminución de las regulaciones de la calidad del aire.
El estudio publicado por la UDLA demuestra que la contaminación tóxica del aire se origina principalmente en:
La combustión de combustibles fósiles, como transporte y la producción de energía.
Además, “Diversos estudios, en particular los de los países en desarrollo, han documentado los efectos negativos del uso de generadores en la calidad del aire. Esto se debe principalmente a tecnologías obsoletas y a diésel de baja calidad.”
- El aumento de las concentraciones de dióxido de azufre se debe al uso de diésel con azufre en los generadores.
- El incremento de monóxido de carbono (CO) y dióxido de nitrógeno es otro efecto, asociado a la combustión de motores diésel.
- Además, el alto índice de CO, “un subproducto de la combustión incompleta, sugiere que muchos de estos generadores pueden no estar funcionando de manera óptima. Así se produce una ineficiente combustión y mayores emisiones.”
- Aumento de partículas finas (peligroso para la salud respiratoria) refleja el efecto combinado: emisiones de generadores y el tráfico vehicular, exacerbado por los semáforos sin energía.
- Los datos sugieren que el uso extendido de generadores a diésel, durante la crisis de 2024, agravó significativamente la contaminación del aire en Quito.
Decisiones gubernamentales vs. energías limpias
Ecuador es un país donde el 91% de su energía depende de las hidroeléctricas. Sin embargo, esta energía limpia necesita de un suministro de agua fiable, que se ve cada vez más amenazado por la evolución negativa de las condiciones climáticas.
Además, según el reporte de la NASA “Extreme Weather and Climate Change”, se espera que el cambio climático aumente la frecuencia y la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos como sequías, fuertes lluvias, inundaciones, ciclones e incendios forestales.
Pese a esto, el Gobierno se enfoca en planes económicos cero amigables con el medio ambiente.
El 3 de octubre el presidente Daniel Noboa, a través del Decreto Presidencial N. 411, dispuso al Servicio de Rentas Internas y al Servicio Nacional de Aduana del Ecuador la implementación de la tarifa 0% del IVA para la importación y venta local de generadores eléctricos en todas sus formas y gamas, hasta el 31 de diciembre de 2024. Facilitando la adquisición de estos equipos.
Adicionalmente, a partir del 11 de octubre de 2024, la resolución 009-2024, emitida por el Comité de Comercio Exterior (Comex), permite a las empresas importar generadores eléctricos con 0% de arancel. Esta disposición está vigente hasta 11 de octubre del 2025.
En la Fuente- Periodismo de Investigación ha realizado algunos reportajes en los cuales se evidencian las irregularidades alrededor de las decisiones del Gobierno frente a esta crisis energética.
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