A un año de la Consulta Popular, la Cámara de Minería del Ecuador indicó que respeta la voluntad popular de prohibir todo tipo de minería dentro de la Mancomunidad del Chocó Andino, pero recuerda a la ciudadanía que los efectos de la Consulta son aplicables desde la aprobación de la misma. Es decir, no son retroactivos.
La Cámara resalta que “los títulos mineros otorgados antes de la consulta son válidos y permiten llevar a cabo todas las fases de la actividad minera”; siempre y cuando, se cuenten con los permisos ambientales requeridos por la normativa ecuatoriana.
Sin embargo, hasta el momento el Ministerio de Energía y Minas no ha detallado el estado de las 12 concesiones mineras otorgadas en El Chocó Andino. Esto permitirá esclarecer qué concesiones pueden continuar con la explotación, cuáles no y hasta qué año.
El gremio minero indica que están preocupados por los “discursos que sugieren que toda actividad minera debe cesar en la región, incluidas las concesiones otorgadas antes de la consulta.”
Recordemos que las dos últimas concesiones inscritas se dieron dentro del periodo de la consulta. La primera, La Victoria Unificada, el 18 de agosto. Y, Urcutambo el 8 de septiembre, dos semanas después de la consulta popular.
Por su lado, activistas ambientales sostienen que lo que buscan es tener mayor conocimiento y control sobre las concesiones activas; con el fin de que se cumpla toda la normativa ambiental legal, hasta el cese de sus operaciones.
Según información de la Cámara, en el sector de Pacto existen moradores que están de acuerdo con que continúe la actividad minera legal y por ello realizaron una marcha a favor de la minería legal en la zona, antes de la Consulta.
La Cámara de Minería del Ecuador reafirma que la “prohibición de la actividad minera a gran escala en el noroccidente de Quito no resuelve problemas ambientales fundamentales” como la minería ilegal, la contaminación por falta de tratamiento de aguas servidas, el tráfico de especies y la tala ilegal.
Por último, indican que la pobreza es el mayor enemigo de la naturaleza porque permite la corrupción y la depredación ambiental.