ECUADOR FINANCIA CON GASTOS RESERVADOS EL ESPIONAJE DE JULIAN ASSANGE

“Ecuador es insignificante”, así calificó Julian Assange, en noviembre de 2016, al país andino que le ofreció asilo político en su embajada en Londres. pero, el gobierno de este país “insignificante” financió con gastos reservados, manejados por la policía política de Rafael Correa (Senain), la contratación de un sistema de seguridad e inteligencia para beneficio del huésped, bajo el control de Wikileaks (Sunshine Press Productions). Con todas las protecciones garantizadas por Ecuador, el “hacker” hizo de la embajada un cuarto de guerra para el espionaje internacional. Su habitación y otras áreas a las que tiene acceso fueron convertidas en un “hotel” donde recibió visitas de todo el mundo, entre periodistas, líderes sececionistas, poderosos empresarios, personas vinculadas al Kremlin, impulsores del bitcoin, del Brexit y visitas sentimentales.