AL DESCUBIERTO: LOS SECRETOS DE MANAFORT Y MORENO



AL DESCUBIERTO: LOS SECRETOS DE MANAFORT Y MORENO

Cristina Solórzano, Fernando Villavicencio V. y Christian Zurita Ron7 marzo, 201923min18616
Cristina Solórzano, Fernando Villavicencio V. y Christian Zurita Ron7 marzo, 201923min18616
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En varias reuniones realizadas en mayo y junio de 2017 en Quito, entre el presidente Lenín Moreno Garcés, con el exjefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort y sus socios Héctor Hoyos (Maho Hondigns), Benjamin Ng (China Development Fund Limited y Oriental Capital Partners Limited), acordaron negociar la recompra de un tramo de la deuda externa ecuatoriana a cambio de un agresivo plan de privatizaciones. El documento, con la propuesta, que lo publicamos íntegro en esta edición, fue presentado formalmente a Lenin Moreno por el intermediario de Manafort, Santiago Cuesta.

La multimillonaria iniciativa privatizadora venía de la mano de un compromiso trascendental para los presidentes Donald Trump y Vladimir Putín: promover la salida de Julian Assange de la embajada de Ecuador en Londres a Moscú. Este plan fue conocido y autorizado por el presidente Lenín Moreno. Documentos hasta ahora no revelados, revisados por un equipo de cuatro periodistas, mas seis testimonios de altos exfuncionarios del gobierno de Ecuador, proyectan en esta entrega los secretos de Manafort, Moreno y Cuesta.

EL ENCUENTRO

En un vuelo de la aerolínea Copa, procedente de Miami – EE UU, el 8 de mayo de 2017, con pasaporte  caducado, llegaba a Quito el cabildero norteamericano -asesor de dictaduras y exjefe de campaña de Donald Trump-, Paul John Manafort, que meses después sería sentenciado a una larga condena por lavado de activos y sobre quien pesa una acusación de conspiración internacional por filtración de mails privados de la excandidata Hillary Clinton, en 2016. Proceso que también tiene en la mira al mandatario estadounidense Donald Trump, al presidente ruso Vladimir Putín y al líder de Wikileaks Julian Assange.  

En la visita de tres días a Ecuador -la cual es investigada por el fiscal estadounidense Robert Mueller- Paul Manafort se reunió con el presidente Lenín Moreno y con los funcionarios del entonces naciente gobierno: María Fernanda Espinosa, Eduardo Mangas Mairena y Santiago Cuesta Caputi.

Jason Maloni, portavoz de Manafort, confirmó que en la reunión, en la que se discutió con inversionistas chinos la oferta de recompra de la deuda, también se habló de la salida de Julian Assange de la embajada de Ecuador.

En las citas también participaron un empresario chino que aparece en documentos con el nombre de Benjamín Ng y el socio de Manafort de origen puertorriqueño, Héctor Hoyos. En reuniones posteriores se involucraron funcionarios del ministerio de Finanzas  y el miembro de la terna para la vicepresidencia, Agustín Albán.

¿Qué objetivos movían a Paul Manafort a visitar el país andino y quién guiaba los pasos del cabildero amigo de Trump? El propio presidente Lenín Moreno confirmó meses después que la reunión con Manafort y empresarios chinos tenía como objetivo negociar una propuesta de inversiones en empresas públicas ecuatorianas. El nexo entre Moreno y Manafort fue el actual consejero presidencial, Santiago Cuesta.  

Los acuerdos entre Manafort y Moreno, empezaron a ejecutarse de inmediato, contando con la autorización del mandatario de Ecuador. Este medio conversó con el exjefe de la Senain, Rommy Vallejo, quien confirmó haber recibido una disposición directa del primer mandatario para ejecutar la fallida operación de traslado de Assange a Moscú: «de ello son testigos Augusto Barrera y Miguel Carvajal», destacó Vallejo.

 

CAPITALES SOSPECHOSOS

El 15 de junio de 2017, el supuesto director de China Development Fund Limited (CDFL), Steven Zhang, respondió a la invitación oficial. La comunicación enviada por el ejecutivo de CDFL está dirigida a Diego Barreiro de la presidencia de la República de Ecuador, en ella agradece por la carta de invitación del gobierno de Lenín Moreno, e informa que Benjamin Ng, director de China Development Fund Limited y Oriental Capital Partners Limited, visitará al gobierno de Ecuador el 18 de junio de 2017. El mensaje también fue dirigido a Paul Manafort, Héctor Hoyos y Benjamin Ng.

El mismo día, horas después, el empresario boricua Héctor Hoyos, escribió a Diego Barreiro, reclamando que Santiago Cuesta no había recibido la comunicación de la empresa china. Hoyos firma el comunicado como Co-Chairman y Ceo de la compañía Maho Holdings Corp., con domicilio en 535 Madison Avenue, 6to piso, New York. En otro mensaje del mismo jueves 15 de junio, Diego Barreiro, informa que a la nómina de inversionistas chinos se integrarán Paul Manafort, Héctor Hoyos y Agustín Albán.

Héctor Hoyos es un reconocido empresario de telecomunicaciones de Puerto Rico, amigo y socio de Manafort, que además es padrino de la hija de Hoyos. La empresa Maho Holdings Corp., es de propiedad de Manafort y Hoyos (Ma-Ho). Según el registro corporativo de Puerto Rico, la firma se estableció en 2010 como H2 Holdings Inc., que cambió su nombre a Praetorian Holdings Inc., la cual fue liquidada en 2015 y luego reestablecida en enero de 2017 bajo el nombre Maho Holdings Corp. No se encuentra información sobre la capitalización o negocios de la empresa, concluye el informe de la consultora Hogan Lovells.

Agustín Albán Maldonado, es rector de Univer Milenium, una universidad radicada en México. En diciembre de 2018, Albán integró la terna vicepresidencial de la que se eligió a Otto Sonneholzner como sucesor de María Alejandra Vicuña. Desde esa universidad mexicana, el 2 de agosto de 2017, María Luisa Rodríguez González, remitió a Santiago Cuesta, la propuesta corregida de “REPAGO DE LA DEUDA EXTERNA Y REACTIVACIÓN DE LA ECONOMÍA ECUATORIANA”.

Inmediatamente Cuesta hizo llegar el documento a Lenín Moreno Garcés, precedido del mensaje “Tal como le ofrecí Presidente”. Tras los acuerdos alcanzados en las citas de mayo de 2017 entre Paul Manafort y Lenín Moreno – reuniones en las que además participaron, como se ha dicho, María Fernanda Espinosa, Eduardo Mangas y Santiago Cuesta Caputi- desde Carondelet se dispuso al Ministerio de Finanzas avanzar en las negociaciones con los representantes de las empresas chinas y sus lobistas.

La cartera de Finanzas pidió un análisis del perfil de los oferentes a la consultora de Miami Hogan Lovells. La misma firma que durante el gobierno de Rafael Correa acompañó las negociaciones de endeudamiento con entidades de China y Tailandia.

En un comunicado de 16 de junio de 2017, Gastón Fernández de Hogan Lovells, envió informes al Ministerio de Finanzas sobre las personas y empresas mencionadas en los correos. Sobre la empresa China Development Fund Limited, Hogan Lovells indicó que es subsidiaria del China Development Bank (CDB),  una empresa creada en 2015, con una aportación de capital de USD 7.7 mil millones, y un capital accionario de HK$ 100 (approx. $12 dólares), reportado a 2016.

Hogan Lovells amplió la información sobre las empresas chinas y en otra comunicación remitida por Gastón Fernández a Juan Eduardo Hidalgo Andrade, del Ministerio de Finanzas, copiada a Miguel Zaldívar de Hogan Lovells, señalaó que CDFL se dedica principalmente a inversiones de capital accionario minoritario en empresas de infraestructura y desarrollo social en el territorio de China. Agregó que, en noviembre de 2015, la empresa China Development Fund Limited, fue establecida en Hong Kong y que tiene la misma dirección y secretaría corporativa que Oriental Capital Partners Limited.

Hogan Lovells informó que, según el registro corporativo de Hong Kong, la empresa Oriental Capital Partners Limited, se estableció 15 días después de la reunión entre Manafort y Moreno, el 1 de junio de 2017, es decir fue creada para el efecto y cuenta con un capital accionario de apenas 12 dólares.

El director único de la empresa Oriental Capital Partners Limited es NG Kam Yiu, que puede ser el nombre chino de Benjamin Ng, sostiene el informe de Lovells. Precisó además que no se encontró ninguna información de vinculación de Benjamin Ng, con la subsidiaria del Banco de Desarrollo de China (CDB). Resulta extraño que Hogan Lovells, una consultora experta en operaciones de corporaciones chinas, no haya logrado identificar vínculos del empresario Benjaming Ng -interesado en invertir $30 mil millones-, con el Banco de Desarrollo de China.

En otras palabras, eran empresas de papel constituidas para promover la privatización de los bienes ecuatorianos. Manafort y Hoyos, pretendían convertir a Ecuador en un nuevo laboratorio de ensayo para sus multimillonarias inversiones, luego del fracaso que enfrentaron en Puerto Rico cuando fueron evidenciados en el fraudulento proyecto de recompra de la deuda boricua, a través de capitales sospechosos.

CUESTA, LA MANO DE MANAFORT

El documento “REPAGO DE LA DEUDA EXTERNA Y REACTIVACIÓN DE LA ECONOMÍA ECUATORIANA”, enviado por María Luisa Rodríguez González, de la universidad mexicana, Univer Milenium, a Santiago Cuesta Caputi destaca la grave situación económica del país por el peso de la deuda externa (china) y plantea una reducción del 50% del monto de la deuda a través de la concesión y privatización de las principales empresas públicas del país.

La oferta sugiere la venta del 75% de las acciones de las compañías estatales mediante subasta y el pacto de recompra de las acciones a un precio pre fijado y conocido por todos los interesados en la subasta. Incluimos el documento íntegro que propuso Manafort y Cuesta al gobierno de Moreno.

MANAFORT, ASESOR DE DICTADORES

El informe de Hogan Lovells revela que Manafort fue abogado personal del presidente Donald Trump, que en 2016, se integró como su jefe de campaña electoral y que renunció pocos meses después, luego de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) hiciera pública las pesquisas sobre los delitos financieros cometidos durante sus años de cabildeo.

Como consultor, Manafort trabajó para el expresidente ucraniano Víktor Yanukovich y otros dictadores como Ferdinand Marcos de Filipinas, Mobutu Sese Seko de Zaire (ahora República Democrática del Congo), el angoleño Jonas Savimbi y miembros de la oligarquía rusa.

A través de empresas offshore, Manafort cobró por consultorías; las investigaciones señalan que pagó $ 12,7 millones a la compañía Global Endeavor Inc, con sede en San Vicente y las Granadinas, propiedad de Manafort. Desde esta empresa envió dinero a Konstantin Kilimnik, un operador político ruso, radicado en Ucrania, con quien Manafort trabajó durante más de 10 años.

Manafort está en el centro de las investigaciones sobre la injerencia rusa en las pasadas elecciones estadounidenses, por sus comunicaciones con Kilimnik de quien se sospecha que trabajaba para la inteligencia rusa, con la misión de hackear las comunicaciones de los demócratas.

En mayo de 2017, Robert Mueller fue nombrado “fiscal especial” para investigar «cualquier vínculo y / o coordinación» entre la campaña de Trump y el gobierno ruso. En octubre de ese año, Mueller acusó a Manafort de cometer delitos financieros y aseguró que cerca de USD 18 millones fueron identificados a través de “transacciones sospechosas”.

En agosto de 2018, un jurado de Virginia lo halló culpable de ocho cargos de fraude fiscal relacionados con ingresos que provenían de Ucrania. En septiembre de ese año, se declaró culpable de dos cargos de conspiración y manipulación de testigos y de mentir reiteradamente al fiscal, además de admitir públicamente que cometió crímenes financieros.  

Las autoridades estadounidenses indicaron, basados en informes bancarios, que parecía que Manafort dirigía compañías fantasmas y que sus transacciones no tenían fines comerciales, lo que significaba que eran compañías creadas para despistar sobre el origen de su dinero, que, generalmente, provenía de paraísos fiscales.

Entre las transacciones que no figuran en la acusación de Manafort se encuentran $ 5 millones también de transferencias sospechosas, desde y hacia Maho Films Investment Company, una empresa dedicada a “invertir en proyectos de la industria cinematográfica”, con sede en Puerto Rico. Esas transacciones bancarias, realizadas entre 2003 y 2004, fueron señalas como sospechosas porque Manafort se negó a proporcionar facturas y documentos de pago que mostraran para qué se usaría el dinero. Los dueños son el empresario Héctor Hoyos y Paul Manafort. Maho es el acrónimo de los nombres Manafort y Hoyos.

Manafort también fue buscado, en 2016, a través de Héctor Hoyos, por los hermanos Ramón y Higini Cierco, dueños de la Banca Privada de Andorra (BPA), a quiénes el Departamento del Tesoro de Estados Unidos obligó a cerrar la BPA por considerarla sospechosa de blanqueo de dinero internacional vinculado a la delincuencia organizada.

Para captar el apoyo de Manafort y ganar influencia política, los Cierco invirtieron USD 16 millones de dólares en la empresa de telefonía Hoyos VSN Corp., vinculada a Manafort y Hoyos.