CIRUGÍA MAYOR EN LOS HOSPITALES DEL IESS



CIRUGÍA MAYOR EN LOS HOSPITALES DEL IESS

Fernando Villavicencio Valencia16 febrero, 201825min11564
Fernando Villavicencio Valencia16 febrero, 201825min11564
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Richard Espinosa fue el hombre fuerte del IESS durante el correísmo y comienzos del morenismo, con una gestión salpicada por la polémica al desvanecer la deuda del estado con el instituto y por la firma de millonarios contratos a dedo para construir hospitales, utilizando la fachada de la empresa China Sinohydro, para beneficiar a contratistas españolas. Esta es la radiografía de un ex funcionario que ha salido bien librado.

Una cita en un restaurant internacional puede ser una buena ocasión para cerrar un negocio o brindar por la amistad. Pero, una cena en el exclusivo restaurant de la ciudad de Madrid (foto), en julio de 2017, la cual tuvo como invitados al entonces presidente del Directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social — IESS Richard Espinosa Guzmán, su cónyuge Katherine Romero Sigcho, la directora General del IESS Geovanna León Hinojosa, al director nacional de Servicios Corporativos José Poveda Reyes, al asesor en la sombra Patricio Vela Yépez, y a los accionistas del Grupo Puentes, la empresa constructora de los hospitales de Guayaquil y Quito, al parecer incluyó algo más.

Ese algo más que los convocó a Madrid, entre otras tramas, fue para revisar el avance de la construcción y equipamiento del hospital del sur de Quito, que sería inaugurado en diciembre del 2017, como parte de las festividades fundacionales de la capital del Ecuador.

No era la primera cita entre platillos y cabernet: en otras ocasiones los altos ejecutivos del IESS ya habían fraternizado con los constructores chino — españoles, sobre el avance en la construcción del complejo de centros hospitalarios en Guayaquil, Quito y Machala, donde se trazaron cifras que trepan los $550 millones y condiciones especiales, especialísimas. Un brindis entre las partes contractuales no tendría nada de malo, si no fuera por la letra fina que se acostumbra pactar en esas sobremesas o bajo las mesas.

Luego de leer esta historia, Richard Espinosa Guzmán (amigo personal de Rafael Correa y Lenin Moreno), será recordado por los ecuatorianos -en especial por los afiliados al IESS- no solo por haber sido el mágico personaje que desapareció más de $2.500 millones de las cuentas de la institución, en un abrir y cerrar de ojos, sino también por haber alterado la estructura de los aportes de los afiliados, al invertir los porcentajes del fondo de pensiones (9.74%) al fondo de salud (5.71%), y de esta forma fondear la construcción de varios hospitales adjudicados bajo un forjado régimen especial.

Tras esta cuestionada decisión (invertir porcentajes) que amenazaría en el futuro con descapitalizar el fondo de pensiones, se generaron una serie de disposiciones orientadas a beneficiar con millonarios contratos a las empresas privadas españolas Grupo Puentes y Makiber, encubiertas en el logotipo estatal de la firma china Sinohydro. La presencia de una compañía estatal era el requisito para viabilizar un esquema de adjudicación directa, el típico mecanismo correísta para escapar del “engorroso” concurso público.

En efecto, la adjudicación de contratos para la construcción y equipamiento de los hospitales de Guayaquil, Quito, Machala y Manta, por un monto superior a $550 millones, se hizo a través de régimen especial, sin licitación. Para acomodar el proceso fuera de la competencia entre constructores, se tenía que contar con una empresa estatal, entonces apareció Sinohydro, la misma firma mimada del correísmo a cargo del proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair y otras obras millonarias.

Varios funcionarios consultados confirmaron que la firma china fue una pantalla para beneficiar a las referidas compañías privadas españolas, empresas conocidas por los administradores del IESS que llegaron de la Empresa Municipal de Obras Públicas -EMOP, de la mano de Patricio Vela Yépez, el asesor en la sombra de Richard Espinosa. Vela y sus amigos, formaron parte del grupo de trabajo de Germánico Pinto, durante la administración del alcalde Augusto Barrera, y tuvieron a su cargo la contratación de los puentes San Pedro y Chiche (Ruta Viva) a cargo del referido Grupo Puentes.

Entre tanto la empresa Makiber había realizado el año 2010, la remodelación del hospital San Francisco, al norte de Quito. Así nacieron los consorcios público — privado: Sinohydro — Puentes y Sinohydro — Makiber, que asumirían los cuatro grandes contratos hospitalarios.

Primero se adjudicó el hospital de los Ceibos en Guayaquil por $220 millones, al consorcio Sinohydro-Puentes, el mayor contrato logrado por la compañía española según reportó la prensa de ese país.

A más de la suscripción del contrato y pequeños detalles de protocolo, la empresa china Sinohydro no interviene operativamente en el proyecto. El diseño, la ejecución, el equipamiento y la gerencia de la obra están a cargo de las empresas privadas extranjeras. Se sabe que incluso en la obtención del crédito de $80 millones con bancos europeos, tuvieron incidencia los representantes de las firmas españolas. Más aún, el equipamiento médico se hizo con tecnología europea.

Lo mismo se replicó en la contratación, construcción y equipamiento del hospital de Machala. Esta obra se adjudicó al consorcio integrado por Sinohydro con Makiber, por un monto de $80 millones. El tercer contrato fue el hospital del sur de Quito, por $150 millones, adjudicado también a Sinohydro — Puentes. A raíz del terremoto que afectó a Manabí, y al amparo de una disposición de emergencia, se adjudicó de forma directa la construción y equipamiento del hospital de Manta, por la suma de $80 millones, con el mismo consorcio Sinohydro — Makiber.

En todos los casos, no hubo puja de ofertas, ni subasta inversa, procesos básicos que facilitan la selección de precios y calidad. Así, en un régimen donde la consigna era primero lo nuestro, las empresas ecuatorianas fueron excluidas, sin ninguna justificación, considerando que los proyectos contaban con recursos del propio Insituto Ecuatoriano de Seguridad Social –IESS.

De acuerdo con los documentos revisados, para la autorización de los proyectos de los hospitales de Guayaquil, Machala y Quito Sur (acta C.D. 690), no se contó con disponibilidad o certificación presupuestaria al momento de autorizar el gasto e inicio del proceso.

En el caso del hospital de Machala, en enero de 2016, el director General, Camilo Torres Rites, suscribe el contrato con una certificación de disponibilidad del año anterior (noviembre de 2015), es decir, sin contar con certificación presupuestaria correspondiente al período 2016, como exige la normativa.

Se rompió la Ley para contratar con régimen especial

En la sesión del Consejo Directivo de 9 de marzo de 2015 se estableció la necesidad de financiar la construcción de los hospitales de Machala, Esmeraldas, Guayaquil y Quito, mediante fideicomisos del BIESS, el banco del IESS. Tres meses después, 11 de junio de 2015, con votos favorables de Richard Espinosa y Paulina Guerrero, representante de los asegurados, y con el voto negativo de Felipe Pezo, vocal de los empleadores, se resolvió autorizar la construcción y equipamiento de nuevos hospitales en Quito, Guayaquil y Machala, por una cifra superior a los $580 millones.

Al respecto, Paulina Guerrero, precisó que la Contraloría General del Estado ha realizado varios exámenes especiales en los que, ella ha presentado evidencias de que el voto para el gasto e inicio del proceso de construcciones fue condicionado hasta que se complete y justifique la información requerida. Guerrero confirmó que la Dirección General inició las construcciones sin contar con la aprobación definitiva por parte del Consejo Directivo.

La ex funcionaria informó que en un peritaje realizado a un audio de la sesión del Consejo Directivo del IESS, a solicitud de ella, se confirmó que el voto fue «condicionado». Esta información consta en la Fiscalía, señaló Guerrero.

Abogados consultados coinciden en que esta resolución se adoptó contraviniendo el Código de Finanzas Públicas, el cual exige previamente la disponibilidad presupuestaria, la cual solo se obtuvo cinco meses después, en noviembre 2015, a través de otra cuestionada disposición.

Según el artículo 178 del citado código, “Los funcionarios responsables que hubieren contraído compromisos, celebrado contratos o autorizado o contraído obligaciones sin que conste la respectiva certificación presupuestaria serán destituidos del puesto y serán responsables personal y pecuniariamente”. Es decir, dos meses antes de la autorización del gasto y cinco meses después de aprobado el proceso administrativo, el IESS aún no contaba con los recursos para la construcción de los hospitales.

El financiamiento se acomodó más tarde, el 13 de noviembre de 2015, a través de la malabárica resolución C.D-501, adoptada por Richard Espinosa y Luis Clavijo, con la cual se cambiaron los porcentajes en los aportes, el 9.74% del Fondo de Pensiones pasó al Fondo de Salud, que recibía el 5.71%. Esta decisión permitió que el Seguro General de Salud Individual y Familiar, contara a partir de esa fecha, con mayores ingresos, para poder contraer obligaciones pendientes o futuras. Solo así se pudo dar via libre a los faraónicos contratos de Richard Espinosa. Aunque faltaba otra sorpresa: un inédito crédito externo con bancos alemanes y españoles, gestionado también por Espinosa.

Queda claro que gracias al cambio de porcentajes establecido en la resolución C.D. 501, el financiamiento de los hospitales provenía del IESS, pese a esto el 28 de julio de 2016, se suscribió el polémico “Convenio de Crédito a Comprador Extranjero para la Construcción y Equipamiento del Hospital Los Ceibos”.

En septiembre 2016, Richard Espinosa, viajó a Europa en busca de un crédito de $80 millones para la construcción de los hospitales de Guayaquil y Machala. De esta forma la institución más solvente y líquida del país, que tenía dinero para prestar al Ejecutivo, se endeudaba por primera vez en su historia. Espinosa explicó que el préstamo conseguido de bancos españoles y alemanes, con una tasa del 5.8%, era excelente comparado con los créditos que oferta el IESS a sus afiliados, con el 11% y el 12%. El costo anual de los intereses pactados en el préstamo extranjero supera los $ 4.6 millones.

Sin embargo, a la misma fecha de obtenido el inédito credito extranjero, Espinosa, prestaba $85 millones al ministerio de Finanzas, a una tasa de interés del 2.3%. Aunque, este préstamo no era el único, existen decenas de créditos otorgados al Gobierno con intereses muy inferiores al pactado con los bancos europeos. En el cuadro adjunto se reporta una cifra del orden de $1.500 millones de fondos del IESS entregados al ministerio de Finanzas durante el régimen de Rafael Correa.

El círculo cerrado de Espinosa

Conocido por todos en el IESS, Patricio Vela Yépez, es amigo personal de los esposos Espinosa — Romero. Aunque no consta en la nómina de funcionarios, ni recibe remuneración oficial, Vela era conocido como el asesor de confianza de Richard Espinosa, su mano derecha en la ejecución de las grandes construcciones hospitalarias.

Asistía a reuniones de alto nivel, despachaba desde el edificio matriz en Quito (Caja del Seguro), disponía de personal a su servicio, vehículos y otros activos del IESS. Realizaba viajes internacionales a reuniones con los contratistas del IESS, junto a Richard Espinosa y Katherine Romero, como se destaca en varias fotografías en nuestro poder.

Pero, la relación de Patricio Vela no inició con Richard Espinosa, sino con su esposa Katherine Romero, cuando la EMOP-Quito emprendió el soterramiento de cables y el adoquinamiento de aceras. Como se conoce, Romero Sigcho y su familia están relacionadas con la empresa constructora y fabricante de bloques y adoquines Insernin/ D-Concreto, una empresa que pavimentó éxitos durante la Revolución Ciudadana.

La familia de Richard Espinosa acompañó de cerca su gestión, allí está su tío Santiago Guzmán, ocupando un alto cargo en el hospital del IESS de Santo Domingo de los Tsáchilas. Ni hablar de su otro tío, Diego Guzmán, actual presidente del Directorio de la mayor aseguradora pública del país, Seguros Sucre, pero esta es otra historia que pronto se escribirá.

En el equipo de Espinosa a cargo de la construcción de los hospitales, se contrató como asesora a Madeleine Torres, ex colaboradora en la Emop. En esa misma coyuntura se despidió al anterior director de infraestructura y se ubicó en ese puesto a Yolanda Viteri, amiga de Patricio Vela. Al grupo se sumó Diego Burbano (ex funcionario de la Emop) en calidad de director Financiero del IESS, quien tendría a cargo liderar la contratación del crédito externo y de desembolsar los adelantos a las contratistas.

Otro de los funcionarios del círculo de Espinosa, fue José Poveda Reyes, director de Servicios Corporativos del IESS. De acuerdo con nuestras fuentes, Poveda y Vela manejaban las reuniones con los representantes de los constructores. Poveda presionaba a los fiscalizadores para aprobar planillas sin cumplir especificaciones técnicas, autorizaba el pago expedito de planillas por sobre informes de fiscalización, arreglaba la documentación para hacer coincidir cifras, planos y libros de obra con los estudios supuestamente realizados por el IESS.

Incluso se conoce de llamadas clandestinas a España varias veces al mes para reportarse. Focus confirmó que Poveda, mantuvo una estrecha relación con la familia Espinosa — Romero.

De acuerdo con la información proporcionada por las compañías contratistas, los planos arquitectónicos y de ingenierías de los hospitales no fueron hechos por el IESS, sino por las mismas constructoras. Esto no solo contradice la normativa sino que demuestra que si el IESS no realizó los estudios, entonces tampoco tenía conocimiento de los costos y del presupuesto referencial.

Aquí claramente se demuestra que el responsable del diseño arquitectónico fue la empresa española PMMT, contratada por Makiber justamente para desarrollar la estructura del hospital de Machala. En la página web de PMMT aparece como de su autoría, no solo el hospital del IESS de Machala sino también el de Manta.

Una situación similar ocurrió en el hospital de Guayaquil, los estudios y planos fueron hechos por la española Puentes. ¿Qué planos fueron los que firmaron los equipos técnicos del IESS? ¿Cómo y quién estableció el precio referencial de los hospitales?

Ahora con cuatro mega hospitales, el seguro de salud, que ya era deficitario, tiene que soportar millones de dólares en costos fijos y una operación deficiente: el hospital de Guayaquil opera al 45% de su capacidad, el del sur de Quito apenas al 15%, el recién inaugurado hospital de Manta registra un 10%, solo el de Machala alcanza un nivel operativo del 70%. Estas y otras son razones suficientes para que la Contraloría General del Estado, haya iniciado un examen especial a las referidas obras.

Luego de este diagnóstico y en sintonía con la proclama del presidente Lenin Moreno, se espera una inmediata cirugía mayor a los hospitales del IESS, construidos en la administración de Richard Espinosa.

Esta investigación fue realizada por Fernando Villavicencio Valencia;  publicada por Focus el 16 de febrero de 2018.